Capítulo 5- Matías

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Miro enfadada la escena, y después solo me enfoco en el pastel embarrado en el suelo, me agacho para agarrar un puñado de pastel con mi mano y me voy corriendo a alcanzar a los 4 chicos que la dejaron así, ya cuando los estaba alcanzando grité "¡Max!" un chico rápidamente volteo al oír su nombre, y al comprobar que si era el de la foto que me había mostrado Karla, no lo dude dos veces y le embarre a su "cara bonita" el pastel que tenía en mi mano.
Max dio un paso mal hacia atrás y se cayó de espaldas mientras pasaba sus brazos por atrás para ablandar su caída.

-¿¡Quién crees que eres!? - gritó enfadado

-No soy nadie importante, pero al parecer solo porque tus papás si tienen mas dinero que los demás los tratas como tus juguetes o como tus esclavos; esto solo es una pequeña probada, literalmente, de lo que le haces a los demás, aunque creeme que ella se siente mucho peor que tú -dije refiriéndome a la chica que había dejado llorando - todavía que tuvo el valor de hablarte y la gentileza de hacerte un pastel, se lo tiras en su cara

-¿Y yo cuando te pedí tu opinion? - preguntó enfadado mientras se paraba del suelo, sus amigos le ofrecieron ayudarlo pero el se negó apartandolos bruscamente con su brazo

-No lo hiciste, te la doy gratis

-¿Sabes quién soy? ¿Sabes lo que te puedo hacer?

- Eres el señor tarjeta roja ¿no?, no te ofendas, pero haciendo eso solamente pareces un mal intento de albitro de fútbol- pude escuchar como se le salían una pequeñas risitas a sus amigos, los cuales callaron al instante cuando su amigo los volteó a ver

-Te estas metiendo con alguien que te juro que te va a...-lo interrumpí

-Y el chico de la mañana, ¿no te da vergüenza hacer tan grande un problema, de algo tan insignificante?

-La ropa que me arruinó es mas cara que tu casa

-¿No conoces las tintorerias? Además, tu no pagaste esa ropa, fueron tus padres con su dinero, tu no trabajas- vi su cara de frustración, y con una sonrisa en la cara le dije -Te doy un consejo, a la siguiente, no te preocupes tanto por tu ropita que te regalo tu mami, preocupate por las cosas que de verdad importan

Voltee a ver a Matías, el cual me miraba con una cara entre sorprendido y divertido por lo que le había hecho a su amigo, le hice un movimiento con la mano para que viera como no me callé como los demás, y me di media vuelta para regresar con mis amigas, Isa estaba detrás de mí, en shock, sabía que ahora sí me van a dar esa tarjeta roja, pero a mis amigas no las va a meter en esto, de eso me encargo yo.
Agarre el brazo de Isa y comencé a caminar donde estaba Karla, la cual seguía consolado a la pobre chica.

Mi primer día en la escuela... Y ya me metí en problemas.

Minutos después estábamos en el departamento, habíamos llevado a la chica para que se tomará un baño y se tranquilice, por que no había parado de llorar.

-¿Estas loca, Mía? - me comenzó a regañar Isa

-Si- digo mientras bajo la cabeza apenada

-¿Sabes lo que te puede hacer?

-Si

-¿¡Y porqué lo hiciste!?

-Porque en ese momento solo quería decir lo que pensaba, no quería que el otro siempre haga las cosas lastimando a la gente y que no le importe y para... -cuando me di cuanta de lo que iba a decir me callé

-¿Para qué? - preguntó Karla en un tono tranquilo

-Para... Para demostrarle a Matías que yo no era como los demás

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora