Miro enfadada la escena, y después solo me enfoco en el pastel embarrado en el suelo, me agacho para agarrar un puñado de pastel con mi mano y me voy corriendo a alcanzar a los 4 chicos que la dejaron así, ya cuando los estaba alcanzando grité "¡Max!" un chico rápidamente volteo al oír su nombre, y al comprobar que si era el de la foto que me había mostrado Karla, no lo dude dos veces y le embarre a su "cara bonita" el pastel que tenía en mi mano.
Max dio un paso mal hacia atrás y se cayó de espaldas mientras pasaba sus brazos por atrás para ablandar su caída.-¿¡Quién crees que eres!? - gritó enfadado
-No soy nadie importante, pero al parecer solo porque tus papás si tienen mas dinero que los demás los tratas como tus juguetes o como tus esclavos; esto solo es una pequeña probada, literalmente, de lo que le haces a los demás, aunque creeme que ella se siente mucho peor que tú -dije refiriéndome a la chica que había dejado llorando - todavía que tuvo el valor de hablarte y la gentileza de hacerte un pastel, se lo tiras en su cara
-¿Y yo cuando te pedí tu opinion? - preguntó enfadado mientras se paraba del suelo, sus amigos le ofrecieron ayudarlo pero el se negó apartandolos bruscamente con su brazo
-No lo hiciste, te la doy gratis
-¿Sabes quién soy? ¿Sabes lo que te puedo hacer?
- Eres el señor tarjeta roja ¿no?, no te ofendas, pero haciendo eso solamente pareces un mal intento de albitro de fútbol- pude escuchar como se le salían una pequeñas risitas a sus amigos, los cuales callaron al instante cuando su amigo los volteó a ver
-Te estas metiendo con alguien que te juro que te va a...-lo interrumpí
-Y el chico de la mañana, ¿no te da vergüenza hacer tan grande un problema, de algo tan insignificante?
-La ropa que me arruinó es mas cara que tu casa
-¿No conoces las tintorerias? Además, tu no pagaste esa ropa, fueron tus padres con su dinero, tu no trabajas- vi su cara de frustración, y con una sonrisa en la cara le dije -Te doy un consejo, a la siguiente, no te preocupes tanto por tu ropita que te regalo tu mami, preocupate por las cosas que de verdad importan
Voltee a ver a Matías, el cual me miraba con una cara entre sorprendido y divertido por lo que le había hecho a su amigo, le hice un movimiento con la mano para que viera como no me callé como los demás, y me di media vuelta para regresar con mis amigas, Isa estaba detrás de mí, en shock, sabía que ahora sí me van a dar esa tarjeta roja, pero a mis amigas no las va a meter en esto, de eso me encargo yo.
Agarre el brazo de Isa y comencé a caminar donde estaba Karla, la cual seguía consolado a la pobre chica.Mi primer día en la escuela... Y ya me metí en problemas.
Minutos después estábamos en el departamento, habíamos llevado a la chica para que se tomará un baño y se tranquilice, por que no había parado de llorar.
-¿Estas loca, Mía? - me comenzó a regañar Isa
-Si- digo mientras bajo la cabeza apenada
-¿Sabes lo que te puede hacer?
-Si
-¿¡Y porqué lo hiciste!?
-Porque en ese momento solo quería decir lo que pensaba, no quería que el otro siempre haga las cosas lastimando a la gente y que no le importe y para... -cuando me di cuanta de lo que iba a decir me callé
-¿Para qué? - preguntó Karla en un tono tranquilo
-Para... Para demostrarle a Matías que yo no era como los demás
ESTÁS LEYENDO
Los pobres no se mezclan con los ricos
Roman pour AdolescentsTodo era normal, todo era tranquilo si se le podía llamar así a mi vida, hasta que una de mis mejores amigas obtuvo una beca en la mejor escuela privada del país, una escuela en la que sólo pueden pagar los ricos, pero la cuestión aquí es que ella...