Capítulo 33- Lena

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—Max— digo mientras trato de caminar hacia él, pero se va, cerrando la puerta frente a mi nariz para que no lo siga, pero no me va a dejar así.

Abro la puerta rápidamente y trato de seguirlo pero ya había entrado a su auto para después irse del estacionamiento de la Élite

—Vamos, yo te llevo— dice Stephan jalándome del brazo dirigiéndose hacia un gran auto rojo con un diseño muy original... No necesito ver la marca para saber que es costoso pero aún así alcanzo a ver el caballo del logo de "Ferrari", aunque, la verdad ya ni me sorprende de todo lo que pueden gastar los GH.

Una vez que estoy dentro del auto, lo arranca rápidamente, algo me dice que no necesita seguir a Max, sabe exactamente que se dirige a su mansión.

—Cuando te ayudó por el golpe... ¿No hablaron de nada? Pensé que se podían haber reconciliado— pregunta sin dejar de conducir a toda velocidad

Me siento unida al asiento, me pongo mi cinturón de seguridad rápidamente y me tomo de la agarradera de a lado, siento que vamos a chocar, pero supongo que Stephan ya tiene experiencia en esto porque se mete a carriles, da vuela y cambia de velocidad tan rápido que siento que debería de ser un piloto de carreras

—Ehh...—trago saliva para que no me escuche temblorosa y contesto —Si... Hablamos... Pero creo que quedaron peor las cosas

—Me imagino— contesta mientras cambia nuevamente de velocidad y derrapa en una vuelta

¿Que no hay patrullas?

—A propósito... ¿Cómo está Isa?— pregunta tratando de sonar confiado pero no lo noté así

—¿Eh? Un poco enojada con los hombres... ¿Porqué preguntas?¿Tienes algo que ver en eso?— pregunto mirándolo mal, no quiero enterarme que estuvo jugando con mi amiga

—Ehh... Yo... ¡Ya llegamos!— contesta cambiando de tema, lo cual funcionó, porque al instante que veo la mansión de Max se me olvida completamente del tema que estaba hablando con Stephan

—¡Max!— grito al verlo salir de su auto

El me voltea a ver con cara de sorpresa, para después voltear a ver el auto donde seguía Stephan tras el volante, el cual le da un saludo relajado como si eso fuera lo más casual del mundo.

—¿Que haces aquí?— pregunta enfadado

—¿Ahora sí me hablas?— pregunto del mismo tono que él, mientras me acerco más ya que estamos separados por varios metros de distancia

—No quiero hablar contigo— contesta cortante dirigiéndose a la entrada de su mansión

Rápidamente lo alcanzo y me interpongo entre él y la entrada para no dejarlo pasar

—Primero hablamos, resolvemos esto, y después entras

—Muevete— me ordena pero lo ignoro

Enfadado resopla y se va hacia su auto, lo vuelvo a seguir y me interpongo entre él y la puerta de su auto, pero esta vez no se detuvo, me empujó y se metió a su auto para después encenderlo rápidamente, me voltea a ver a través de la ventanilla del auto regalándole una sonrisa triunfante y después se va arrancando su gran auto a toda velocidad.

—¡No puedo creer que seas tan infantil!— le grito quejándome

Me volteo rápidamente para regresar con Stephan rendida, pero otro auto se detiene a escasos centímetros de mi... Mi corazón se paraliza, es otro auto lujoso y negro... Sentí que por poco me iba a atropellar.

Veo como baja la ventanilla del auto y en el se asoma una mujer joven, bella y muy elegante usando lentes oscuros, tan solo verla hace que sienta respeto por su cara seria, su cabello oscuro perfectamente planchado y su ropa tan fina.

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora