CAPÍTULO XXX

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Una gran sorpresa.

MADDISON.

La resaca empeora cuando salgo de la casa de Mark y el sol me pega directamente a la cara. Los lentes no sirven de nada y decido quitármelos al subir al auto. Pasamos por mi casa y luego nos vamos a la central, cuando Pierre nos escribe diciendo que nos necesitan allá.

—No estamos en halloween, ¿Lo saben, verdad? Parecen momias —es lo primero que dice Pierre cuando nos ve.

Dormimos cerca de tres horas. Cualquier persona podría compararnos con mapaches y nos daría igual, ya que sabemos como nos vemos.

—¿Por qué se ven tan mal? —Carter nos da unos papeles mientras hace aquella pregunta.

—Ella bebió demás y yo la cuidé hasta que se durmió.

Revisamos los papeles que nos ha dado y lo que veo hace que deje todo en la mesa y me vaya directo al baño para vomitar. Al regresar solo veo caras de preocupación y a Carter recogiendo lo que había dejado en la mesa anteriormente.

—¿El vómito fue por el alcohol o por las fotos? —indaga con el ceño fruncido.

—Ambas.

Me siento y Mark me da una de las botellas de agua que tienen en una mini nevera. En las fotos se pueden apreciar los intestinos sobresaliendo del abdomen de un hombre.

—El hombre de la foto —explica Carter —Era uno de los hombres de Lionel. Cuando lo interrogué dijo que su superior lo mataría por darme la información que me dió, pero el problema es que Lionel y él estaban en celdas distintas y lejanas.

—Las cámaras de seguridad se apagaron por unos veinticinco minutos y luego se encendieron, dejando ver el cadáver —Culmina Pierre.

No han habido más muertes desde hace mucho. Tal vez, sea porque capturaron a Lionel y a su otro hijo o porque capturaron al director Jean Paul. Ambos han tenido papeles bastante cuestionables en todo esto.

Lionel siempre ha estado relacionado con algo de las investigaciones y el director Jean Paul dirigía el Instituto en donde ocurrieron todas las muertes, sus huellas estaban en el celular que emitía el sonido del reloj el día que fuí al bosque y tiene antecedentes bastante pesados.

Nos disponemos a ir a una de las salas de interrogatorios, ya que Carter debe hablar con Lionel sobre la muerte del hombre que trabajaba para él. Pierre, Carter y yo nos quedamos detrás del vidrio con efecto de espejo.

Los ojos del italiano se ven algo apagados cuando entra a la sala. Carter no le presta la más mínima atención a ese detalle, pero yo sí. Sus brazos tienen pequeñas marcas rojas; como las que quedan cuando te inyectan. Se tarda unos segundos en responder a cada pregunta y de un momento a otro se levanta, poniendo a Carter y a los guardias alerta.

—El veintinueve de diciembre empezará todo. Homicidios, suicidios y supuestos accidentes.... Nunca olviden que el distintivo Bella Morte los está viendo en todo lugar, a todo momento... —Los ojos del italiano se cierran y se abren con lentitud —Púdranse —Se ríe antes de caer como un costal de papas al piso.

Los guardias se acercan para tomarle el pulso, pero efectivamente está muerto. Carter sale del lugar seguido por Pierre y Mark. Yo me quedo viendo como se llevan el cadáver del narcotraficante que le hizo tanto daño a Kile. Lionel era fuerte o al menos, eso demostraba, pero hoy lucía totalmente diferente.

—Madd... Vamos —Mark me llama.

Lo sigo hasta llegar a la oficina en donde estamos antes de ir al interrogatorio. Ninguno habla por un buen tiempo, sin embargo, Mark dice algo que nos deja a todos intrigados.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora