CAPÍTULO XXII

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El fin de una amistad y el comienzo de otra.

MADDISON.

—Madd... Ve y soluciónalo —papá me empuja para que salga del auto.

No digo nada, solo me quedo observando la casa de Cassandra. Tomo una bocanada de aire antes de salir del auto y encaminarme hacia la puerta principal. Doy dos golpes contundentes en la madera y me alejo esperando encontrarme con la pelirroja.

Escucho el motor del auto de papá encenderse, volteo y veo como se aleja poco a poco entre las calles cumpliendo mi parte del trato. Que se fuera apenas llegaramos. La puerta se abre llamado mi atención y la señora Rebeca es la que me recibe con una sonrisa inmensa.

—Cariño, que sorpresa tenerte por acá.

Sonrío.

—Hola, mamá Rebeca. ¿Estará Cassandra?

—Claro que sí, pasa.

Me niego explicándole que tengo afán y que la esperaré aquí afuera. La señora Rebeca deja la puerta abierta esperando a que cambie de opinión y sube las escaleras gritando el nombre de su hija.

Minutos después ambas llegan a la puerta principal y si no tuviesen edades distintas diría que son gemelas. Los mismos ojos verdes, la cabellera pelirroja, la tez pálida y los labios rosados.

Cassandra sale pidiéndole a su madre que cierre la puerta y nos deje un momento a solas. La pelirroja toma aire antes de posarse frente a mi y hablar.

—Si vienes aquí a decirme que Liam es mala persona o que me está utilizando, por favor, vete —me suelta.

—No. No vengo a repetirte algo que ya sabes.

Su expresión cambia de una mirada dura a la dulce que siempre cargaba, pero vuelve a esa fachada seria que intenta no doblegar. Por otro lado, mi rostro se encuentra inexpresivo desde que me bajé del auto de papá.

—Vengo porque no quiero tener resentimientos. Si quieres seguir con Liam, adelante, no te detendré.

—Es extraño que no quieras restregarme en la cara la mierda que según tú es Liam.

—¿Es extraño que me haya cansado? ¿Qué ya no quiera decirte nada porque al fin y al cabo es tu vida? ¿Eso te parece extraño? ¿Qué una persona llegue a su límite?

Traga saliva. Un ápice de tristeza azota su mirada por unos pequeños segundos antes de acercarse aún más a mi persona.

—Ví tu expresión en el baile. No me digas que solo vienes a decirme que quieres solucionar todo.

—¿Mi expresión de decepción?

Silencio.

—Solo sientes decepción porque tú no lograste nada con Liam. Deberías estar feliz por mi, pero eso de ser buena amiga al parecer no te queda.

Respiro profundamente. «No discutiré, no hablaré de más»

Intento hablar, pero Cassandra no me lo permite.

—Quiero.... Quiero que te vayas.

—¿Es en serio?

—Sí, alejate. Ya estoy harta de todo este asunto.

—¿Y crees que yo no? —me molesto —Intento hablar contigo para dejar todo claro y tú solo me hechas.

—Largo.

—No puedo creer....

—¡¡Lárgate!! ¡¡No quiero verte!!

—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué intenté abrirte los ojos y aún así fuiste como estúpida a los brazos de Liam?!

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora