CAPÍTULO XLIV

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Liam... La central...

MADDISON.

Llegué temprano a la central para contarles a Carter y a Pierre lo que Kile me había dicho la noche anterior, pero para mi sorpresa ninguno había llegado y tuve que esperarlos como por media hora.

—Pierre, quedas a cargo —Carter habló despejando la vista de su celular para mirar a su compañero que ahora fruncía el ceño.

—¿Por qué?

—Porque saldré con Juliette y no volveré, sino hasta tarde.

Los ojos de Pierre se abrieron con total indignación.

—Dime que es broma. Carter, hay mucho trabajo que hacer, ¿Cómo haré todo yo solo?

—Ya no eres mi asistente. Ahora ambos estamos al mismo nivel y si yo puedo, tú también —y salió de la oficina antes de que Pierre dijera otra cosa.

Me quedé viendo a la única persona que se encontraba en este lugar además de mí y tuve que esperar un poco más para que su atención se dirigiera hacia mí.

—¿Qué era lo que nos dirías? —suspiró con cansancio viendo la pila de papeles que tenía a su lado.

—Ustedes hace poco habían revisado los documentos de las primeras investigaciones, ¿No?

Volteó a verme con curiosidad.

—Sí...

—¿Estaban las hojas que contenían los nombres de las personas que asistían al Deadly Fights?

Asintió con la cabeza y le pedí que me las diera si es que las tenía a la mano. Para mi sorpresa estaban en la pila de papeles ya que iban a investigar cuatro perfiles que no tenían foto, sino el seudónimo que usaban dentro de ese lugar.

—Es este... —murmuré viendo que uno de esos perfiles que estarían investigando tenía un apodo que a cualquiera lo hace recordar a una película —Joker...

—Maddison, te puedo jurar que no estoy entendiendo nada —Pierre llamó mi atención.

—Liam pertenecía al Deadly Fights y en ese lugar todos lo respetaban. Su apodo en ese lugar es Joker.

—¿Cómo sabes todo eso? —entrecerró los ojos.

«¡Mierda!»

No podía decirle que Kile me lo dijo porque investigaría la razón por la que él asistía a ese lugar.

—También estuve revisando investigaciones viejas que estaban en mi laptop y até cabos —mentí con la voz firme.

Pierre pareció creerme, sin embargo, tendría que estar alerta para no delatarme más adelante.

—¿Por qué todos lo respetaban en ese lugar? —indagó apoyando sus brazos en el escritorio.

—No lo sé.

Él asintió nuevamente y tomó su celular para llamar a no sé quien y pedirle que viniera. No tenía idea de lo que pasaba hasta que uno de los hackers de la otra vez entró y se llevó los papeles cuando Pierre le pidió que investigara sobre Liam y los otros perfiles.

Duramos unos segundos en silencio cuando el chico se fue hasta que Pierre decidió hablar.

—¿Cuándo le dirás a tu madre?

Su pregunta me tomó por sorpresa.

—¿Sobre qué?

—Maddison... —sentenció —A mí no me puedes mentir y lo sabes.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora