CAPÍTULO XXXVIII

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La captura de Diana.

La noche que Maddison escuchó el cassette.

CARTER.

El sonido que emiten los motores de las camionetas es lo único que se logra escuchar por las calles. Son casi las doce de la noche y de camino al Deadly Fights no hay más que soledad.

Pierre habla con los oficiales mientras que el hacker a mi lado revisa las cámaras del terreno para asegurarse de que seamos los primeros en llegar. Cuando las camionetas bajan la velocidad me doy cuenta de que estamos llegando.

Cinco de ellas se estacionarán a kilómetros del lugar, mientras que las que quedamos nos dispersamos por todo el lugar. Al llegar bajamos para adoptar las posiciones planteadas y no pasan más de quince minutos cuando uno de los hackers detecta movimientos cercanos a la zona.

—Llegarán pronto. Son aproximadamente treinta personas que supongo, están armadas. Dejaron los vehículos lejos para no ser detectados, pero no les sirvió de mucho.

Es lo último que dice el chico antes de volver a donde están escondidas las camionetas. Unos minutos más tarde podemos apreciar como varios hombres quitan el seguro de las armas a medida que van entrando.

Luego de que pasaran unos diez hombres, ya que los demás deben estar afuera, Diana pasa con un chaleco antibalas que casi no la deja moverse. Diana empieza a hablar con uno de los hombres, pero lastimosamente no entiendo nada de lo que dicen. Están hablando italiano.

—Pierre.

—¿Sí? —responde casi de inmediato.

—Necesito que me traduzcas lo que están diciendo.

—Está bien.

Cada palabra, frase y oración que sale de sus bocas Pierre las traduce a una velocidad sorprendente.

—El hombre dice que los que venían con ellos están formando un perímetro —empieza a traducir —Están aquí para esconder mercancía que les servirá más adelante, como armas y drogas.

«No les servirá de nada, ya que a partir de hoy estarán en una celda.» pienso.

»—Mañana habrá un encuentro entre Liam y ella en Alemania a las ocho de la noche en el almacén de su padre —se queda escuchando lo último que dicen —No logro entender que quiso decir, pero las palabras que salieron de su boca fueron.... "Algo pasará pronto y yo no quiero estar involucrada".

Luego de eso, el primer agente actúa atacando a uno de los hombres con una navaja. Con suma delicadeza arrastra el cuerpo a la obscuridad sin que nadie se de cuenta. Otros agentes imitan su acción hasta que esos diez hombres se resumen a cinco.

—Cinco... —el general Orson desde la central empieza la cuenta regresiva para iniciar con el plan —Cuatro... Tres... Dos... —se queda callado unos segundos —Uno.

Todos salimos de nuestros escondites al mismo tiempo. Diana corre dentro de la cabaña cuando escucha el sonido de los disparos, por el micrófono logro escuchar a los agentes informando que se están acercando para confrontar a los que se quedaron afuera, la adrenalina corre por mis venas más rápido que de costumbre e intento llegar lo más rápido posible a la cabaña.

Pierre corre detrás de mí con la misma intención cuando los demás agentes nos dicen que ellos se encargarán de los hombres. El aturdidor sonido de los disparos baja su intensidad una vez estamos dentro de la cabaña.

Ambos alzamos nuestras armas, la madera bajo nuestros pies rechina con cada uno de nuestros sigilosos pasos, pero de un momento a otro nos vemos obligados a detenernos. Otro rechinar de la madera se escucha en una de las habitaciones.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora