CAPÍTULO XX

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El baile.

MADDISON.

Me despido de papá cuando escucho el timbre de la puerta principal. Abro encontrándome a Mark vestido como un modelo de revista. Lleva puesto ese traje negro con gemelos de oro hecho a su medida, su camisa blanca tiene todos los botones perfectamente cerrados, se puso una corbata del mismo color rojo que posee mi vestido; su cabello está peinado hacia atrás sin una sola hebra desarreglada y su despampanante sonrisa le da ese aire alegre y relajado que siempre porta.

—Se ve usted muy hermosa hoy, señorita Müller —hace una reverencia.

—Al igual que usted, señor Cassel.

—Muy bonito todo el momento, pero van a llegar tarde, ya que una señorita que comienza por Madd y termina por ison se tardó demasiado arreglándose —se acerca papá. Mark suelta a reír.

Me subo en el Camaro negro mate que está estacionado al frente y nos dirigimos al baile como si no estuviésemos llegando casi cinco minutos tarde.

•••

Las puertas del instituto Louis-le-Grand se abren dándonos paso a Mark y a mi. Rodeo el brazo del chico con el mío y subimos hasta llegar al gimnasio que tiene a todos los alumnos reunidos. La música suena a un volumen bastante alto, los adolecentes se sirven comida o toman alguna bebida, otros charlan y algunos se nos quedan viendo cuando entramos haciendo una entrada estilo película.

En el fondo veo a Cassandra luciendo su vestido verde esmeralda, las hebras cobrizas de su cabello están arregladas en un moño de bailarina que a simple vista se ve ajustado e incómodo; Liam lleva puesto un traje negro con una corbata que combina con el vestido de la pelirroja y su cabello azabache señala distintas direcciones completamente despeinado.

En otra esquina veo a Jacob hablando con Axel. El primero luce un esmoquin azul marino con rayas verticales de un color marrón claro, los primeros tres botones de su camisa blanca están sueltos y su corbata la lleva en la mano. Por otro lado, Alex tiene un esmoquin gris sin corbata, una camisa grisasea completamente arreglada y su cabello despeinado.

Mark y yo nos acercamos a saludar primero a Jacob y Alex, luego nos vamos hacia dónde están Liam y Cassandra. Pasamos unos minutos hablando hasta que el sonido de las puertas chocando contra la pared hacen que todo quede en absoluto silencio. El DJ apaga la música de golpe y Connor entra al gimnasio, arreglándose las solapas del traje gris con cuadros blancos que trae puesto, se pasa las manos por su cabello rubio haciendo que dos botones de su ajustada camisa se suelten cuando alza el brazo. Todos se le quedan viendo hasta que se detiene en medio del lugar.

Fija su mirada en Axel, Jacob, Liam, Cassandra, Mark y por último... En mí. Alza el mentón mientras me ve y Mark me toma de la cintura susurrando en mi oído un: "No pasa nada".

—¿Qué me ven? Vuelvan a lo suyo —dice Connor haciendo que todo el mundo vuelva a charlar o a comer y que el DJ vuelva a poner la música.

El rubio se acerca con un caminar relajado hasta llegar a nosotros.

—¿Qué tal chicos? —sonríe como la primera vez que lo ví. Esa sonrisa tan amigable que me dedico en la cafetería cuando Noah me lo presentó.

—Howard —besa el dorso de la mano de Cass y luego hace lo mismo con la mía —Müller.

Charlamos, reímos y bailamos cuando el DJ pone Middle. Cassandra baila con Liam, Axel con dos chicas al igual que Connor y Jacob se pone en medio de la pista haciendo un movimiento con la pelvis que deja a más de una babeando cuando pasa la parte popular de la canción. Mark y yo bailamos cerca de él como si fuese el fin del mundo porque de eso se trata, de disfrutar al máximo.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora