CAPÍTULO XLV

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El atentado.

CARTER.

Juliette me habla de algo mientras que yo aprecio lo hermosa que se ve con ese vestido color esmeralda. Me tomó por sorpresa que Pierre me dijera que Juliette quería salir conmigo. Ella me ha gustado desde que llegué a esta central, pero jamás me atreví a romper el protocolo que nos prohíbe tener romances entre trabajadores.

Siempre he puesto mi trabajo por ecima de las relaciones y hasta ahora me doy cuenta de que eso no está bien. El trabajo no es lo único que puedes hacer con tu vida y Maddison me enseñó eso.

Cuando la vi por primera vez solo pensé que sería de gran ayuda para que pudiese acercarse a los sospechosos sin llamar tanto la atención. La veía como una niña consentida, pero la juzgué sin saber. Es una chica fuerte que aunque esté trabajando con nosotros, su prioridad es su vida fuera de la central. Su relación con Mark y con su familia. Y de alguna forma eso influyó en mí.

Me propuse empezar a vivir fuera de la oficina y hoy me encuentro en un hermoso restaurante con Juliette frente a mí. No le presté atención a lo último que dijo por estar apreciándola, así que cuando me pregunta que opino solo puedo asentir con una sonrisa nerviosa.

«No tengo quince años. No debería estar nervioso» pienso.

Ella iba a hablar nuevamente cuando el ringtone de mi celular la interrumpió. Maldije internamente a la persona que me llamaba, pero al ver que era una llamada proviniente de la central fruncí mi ceño.

«Pierre me llamaría por su celular, así que no puede ser él.»

Respondo de mala gana y el general Orson me recibe del otro lado de la línea.

—Detective Sullivan.

—General Orson —Juliette frunce su ceño al oír que mencioné el nombre de nuestro jefe.

—Lo llamo para avisarle que la central ha entrado en señal de alerta. Lo necesito en menos de quince minutos junto a sus compañeros.

—¿Señal de alerta? La última vez que tuvimos una señal de esas fue cuando ibo un ataque terrorista hace tres años.

—Así es y justo ahora algo similar está por pasar. Liam Roux entró en nuestros radares hace dos minutos y no viene solo. Tenemos entendido que perdió todo su poder en el Deadly Fights, sin embargo, varias cámaras capturaron como se aliaba con un grupo desconocido que parece ser terrorista —entré en pánico. Mi frente empezó a sudar frío y la mirada preocupada de Juliette no ayudaba —Tienen bombas, armas de alto calibre y son más de cuarenta hombre. Detective, espero que esté preparado para lo que se avecina. Informéle a su compañero si es que no está al tanto de todo.

Y colgó. Entendí que tenía que prepararme para poner mi vida en riesgo. Llamé al camarero para pedir la cuenta y cuando salimos del restaurante le dije a Juliette todo lo que estaba pasando. Su rostro se puso pálido y supuse que el mío estaba igual o peor. No importa cuantos años tengas de entrenamiento; nunca estás listo para enfrentarte a una situación en donde sabes que hay un 90% de probabilidades de que no salgas con vida.

Empecé a conducir lo más rápido que pude y supuse que nadie en la central estaba enterado o apenas les estarían diciendo, así que le pedí a Juliette que con mi celular llamara a Pierre. Cuando ocurren este tipo de alertas, primero informan a los generales y coroneles para que ellos corran la voz. El General Orson estaba en la central, pero de todos modos quería avisarle a Pierre.

Como de costumbre, Pierre no respondía y vi como Juliette marcaba el número de Maddison. Fruncí mi ceño y ella me explicó la razón de porqué la llamaba.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora