Reencuentro.
MADDISON.
Son las ocho de la mañana y me encuentro desayunando junto a papá. Bueno, el desayuna y yo solo muevo los alimentos de mi plato con el tenedor.
—Madd —papá me llama luego de suspirar con pesar —No has probado nada. ¿No te gusta? Puedo prepararte otra cosa si deseas. ¿Qué te parece...?
—No tengo hambre —lo interrumpo con la vista fija en el plato.
—Cariño —toma mi mano por encima de la mesa. Lavando la mirada encontradome con la de el —Noah era mi hijo. Siempre lo quise como a uno y no sabes cuanto me duele su partida, pero el no querría verte desfallecer como lo estás haciendo y estoy seguro de que en este momento te estaría dando un sermón por estar descuidando tu alimentación.
Me río sin ganas. Es cierto. Noah siempre fué muy estricto con la alimentación y siempre me decía que no desfalleciera como lo estoy haciendo justo ahora. Papá sonríe con dulzura y un brillo de esperanza le ilumina los ojos.
El timbre suena, papá ensancha su sonrisa y se levanta. Frunzo el ceño y lo sigo a la puerta.
Al abrir, mi mirada conecta con la de mamá. Entre abro los labios cuando pasa con un hombre ancho y fornido, de tez pálida, alto, con cabello blanco, ojos azules y trajeado. Detrás entran dos personas más.
Un chico como de mi edad, de contextura gruesa y fornido, vestido todo de negro y con el mismo cabello blanco y ojos azules del señor. Por otro lado, la segunda persona es un niño que se parece bastante a mi mamá. Tiene su cabello marrón, sus ojos verdes y tiene puestas unas bermudas de mezclilla con una camiseta blanca.
Mamá me abraza con los ojos llorosos y me permito detallar lo mucho que ha cambiado estos cinco años. Trae una falda de tubo negra con una camisa blanca y unos tacones rojos. Sus ojos color esmeralda tienen un brillo de preocupación y su cabello marrón cae sobre sus hombros en ondas.
—Hola mi vida —dice cuando nos separamos. Se limpia las lágrimas.
—Hola mamá —sonrío con los ojos humedecidos.
Me abraza otra vez y luego hace lo mismo con papá.
—Él es Russel White —presenta al hombre —Mi esposo —se le pega al brazo.
Es la primera vez que veo a su pareja y me causa cierta intriga el color de su cabello, ya que también lo tiene el que supongo que es su hijo mayor.
—Es un placer conocerlos. Thamara me ha hablado mucho de ustedes —sonríe mostrando una perfecta dentadura. Le estrecha la mano a mi padre y me abraza con delicadeza.
—Nosotros también hemos oído mucho de usted señor White —sonríe papá arreglandose las solapas del traje azul marino que tiene puesto.
—Oh, por favor llámeme Russel —pide amablemente.
—Él es Kile —mamá señala el chico que se ha mantenido serio desde que llegó —Su hijo —el joven saluda con un apretón de manos a mi padre y a mi con la mano. Le devuelvo el gesto con mi mano disponible —Y este pequeñín —alza al niño —Es Tailer. Nuestro hijo.
Abro los ojos con asombro cuando el niño sacude su mano sonriente.
Los seis nos vamos a la sala y los tres adultos comienzan a hablar de trabajo y anectodas de éstos últimos años.
Kile, Taller y yo nos vamos a la piscina. Ellos se tumban juntos en una tumbona y yo en la de al lado.
—¿Cómo te llamas? —pregunta el niño sonríendo y su hermano voltea a verme.
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MADDISON ©
Mystery / Thriller¿Qué sentirías si un día anuncian un asesinato que luego se irá multiplicando con el paso del tiempo? Tal vez el miedo te invada hasta quedarte paralizado o puede que no. Una tarde Francia se sumió en un ambiente obscuro que traería consigo dolor y...