CAPÍTULO VIII

99 26 8
                                    

Adiós.

MADDISON.

El sonido de una llamada telefónica me hace moverme en la cama con cuidado de no lastimar mi brazo fracturado. La llamada casa pero vuelve a sonar e inmediatamente abro los ojos y alcanzo el móvil que reposa sobre la mesita de noche.

—¿Hola? —respondo somnolienta.

—Hola cariñito, ¿Cómo te encuentras? Llevo una hora tratando de comunicarme contigo pero veo que estabas dormida. Lamento haberte despertado —reconozco la voz de Mark.

—Hola Mark, no te preocupes. En realidad, gracias por haberme despertado —me incorporo en la cama.

—Estaba pensando en ir y hacerte compañía pero como no se donde vives he estado escribiendote un poco mucho, Jeje —dice con un ápice de vergüenza y me lo imagino frotándose la nuca al otro lado de la línea.

—Gracias por todo lo que estás haciendo, en serio. ¿La propuesta de venir y hacerme compañía aún sigue en pié?

—¡Claro! —responde de inmediato con emoción. Carraspea incómodo al darse cuenta de como acaba de escucharse y vuelve a hablar en un tono más neutral —Siempre estoy a tu disposición cariñito. Atentamente Marksito de tu corazón —ambos nos reímos.

—Te enviaré mi dirección por mensaje —aviso.

—Vale —dice alegre y cuelga.

Le mando mi dirección, vuelvo a dejar el móvil donde estaba y me voy directamente al baño.

•••

Es un suplicio tener que vestirme con el dolor que producen mis fracturas cada vez que intento ponerme una camiseta. Dejo de intentar y opto por un vestido amarillo y floreado sin mangas. Cuando logro ponermelo vuelvo a tomar el móvil y salgo de la habitación.

Cuando llego a la mitad de las escaleras papá está subiendo el primer escalón, me ve ampliamente, sube hasta donde yo estoy y me ayuda a bajar.

—Los padres de Casandra vinieron esta mañana por ella —nos sentamos en el comedor.

Una vez terminamos de desayunar el móvil vibra y la pantalla se ilumina con un mensaje de Mark.

Mark McNuggets: Pasé por el supermercado y compré algunos dulces y helado para que puedas pasar un bien rato al lado de este galán ;). (Espero y te guste el helado de fresa con oreo)

Suelto una sonora carcajada con la última frase del mensaje.

Cariñito♡: Aquí te espero y me encanta ese helado:)

Mark McNuggets: ¡Perfecto! Estaré allá en cuatro minutos:)

Sonrío y me voy con papá a la sala.

Efectivamente a los cuatro minutos el timbre suena y papá se levanta del sofá para abrir la puerta.

—Buenos días señor Müller —escucho a Mark.

—Hola Mark, buenos días. Dime Erick.

Me levanto y cuando voy llegando a la puerta veo a Mark en medio del vestíbulo con unos jeans oscuros y ajustados, una camisa cuello en "V" de color verde y unos tenis negros. Su cabello tiene un aire relajado y desordenado.

Mark se percata de mi presencia y voltea a verme con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Cariñito! —se acerca a abrazarme. Papá frunce el ceño al oír el sobrenombre y correspondo el abrazo —¿Te duele algo?, ¿Cómo ha ido cesando el dolor?, ¿Te sien....? —pregunta rápidamente tomando mi cara entre sus manos.

MADDISON ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora