~20~

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—sí pero ahora estoy trabajando—conteste

—te espero—sonrío a penas y entro para sentarse en el pequeño sillón negro

—bueno, ya vuelvo—dije algo nerviosa y salí de esa habitación.

Llevaba el próximo cambio de ropa colgado en uno de mis brazos y sentía como los nervios se hacían presentes en mí.

Que querrá hablar? Seguro es por lo que pasó el sábado, o en su defecto volverme a repetir lo de Gabi, solo esperaba que no sea eso.

Entregué la ropa y una vez que vi que todo estaba en orden, junte coraje y volví a la habitación de vestuario donde Mateo me esperaba aún sentado en el sillón con el celular en sus manos, tenía los codos apoyados en sus rodillas, al notar mi presencia me miro y guardo el celular.

—paso algo con el trabajo?—pregunte sentándome en otro sillón enfrente de él

—no es por trabajo—se acomodo mirándome fijó—es por—suspiro mirando el techo y después de unos segundos me volvió a mirar, lo notaba incómodo, nervioso, no podía descifrar que le pasaba—sé que no soy quien para decirte esto y no quiero que te lo tomes a mal, te lo digo porque me pareces una piba piola, se lo importante que sos para Xime y ella para mí es una amiga más que compañera de trabajo—fruncí el ceño y creo que se dio cuenta que estaba dando muchas vueltas—Gabriel no es como pensás, no creo que sea alguien bueno en tu vida, no sos una piba como las que él acostumbra a tratar, no te va a ofrecer buenas cosas, y vos sos chica no tenés idea de...—y acá vamos de nuevo. Me enoje, sentí esa molestia crecen en mi.

—basta—dije interrumpiendo lo que estaba diciendo—Mateo no sabes cómo soy yo tampoco—y ahí recordé lo que me dijo Gabi, yo soy grande para decidir por mí, creo ser lo suficientemente inteligente para saber quién me hace bien y quién no—no pensás que soy bastante grande para decidir con quién juntarme y con quién no? Me está molestando mucho que todos piensen que porque tengo diecisiete años no puedo pensar por mí y ustedes me tiene que elegir mis amigos—me pare, quería que se vaya.

—no dije eso, estás mal entendiendo Jessi, a vos no te conozco mucho es verdad, pero a él lamentablemente si lo conozco y muy bien, solo te estoy cuidando—al igual que yo, se paró y hablaba mirándome fijo

—gracias por tu gesto pero me se cuidar sola—sonreí aunque quisiera poner mi mejor cara de enojó

Suspira pesado y se vuelve a sentar sin intención de irse.

—como llegaron el otro día?—pregunto y sentí vergüenza al acordarme

—bien, Xime me contó todo lo que hiciste por nosotras, gracias, en serio gracias, se que me comporte pésimo, es que fue la primera...—me interrumpió

—la primera vez que escabiaste—niega—ya lo sé, y a eso voy cuando te digo que tengas cuidado Jessi, y no me tenés que agradecer nada—niego yo esta vez

—a eso vas con que? Fue mi decisión, tome por qué quise—suspire ya un poco cansada del tema

—sabes a que voy?—pregunta mirándome fijo—que si él está consciente que es tu primera vez escabiando, no tendría que haber dejado que llegues a ese estado, entonces no te supo cuidar y vos tampoco—hablo molestó

—Mateo no tenés porque meterte, no me conoces y no soy nada para vos, entonces te pido de buena manera que no te metas en mi vida, gracias por lo del otro día, tengo que seguir trabajando—dije para después darme vuelta y salir de esa habitación sin dejar que responda.

Sentía enojó, él ni me conocía, es más me hablaba solo cuando no tenía a la novia colgada de su cuello, y viene a querer meterse en mi vida cómo si fuera yo una persona de importancia para él, yo no le digo a nadie que tiene que hacer.

Mañana será otro día ~ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora