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~Gabriel~

Me encontraba sentado junto a la isla que divide la cocina del comedor, había total silenció.

Son las nueve de la mañana, en dos horas tendría que estar en Neuen pero dudaba en ir.

La puerta de la habitación se abre dejando ver a Jessia recién despierta, estaba con una remera y un short mío, hermosa imagen pensé pero negué olvidándome de ese pensamiento.

—buen día—dijo sonriendo y se acercó a dejar un beso en mi mejilla.

—buen día, nena, pudiste descansar?—pregunte mientras le servía café

—algo, me ayudó eso, gracias—contesto sentándose enfrente mío.

—me alegro mucho, sabía que así ibas a bajar unos cambios—nos quedamos en silencio disfrutando del café, la noté tensa, pensativa, no podía dejar que flaquee—no prendiste el celular?—pregunte

—no, no se que hacer, tendría que volver, mi padre va a estar furioso y mi madrina preocupada—hablo con pena

—no quiero sonar forro pero si hay preocupación hubiesen hecho algo antes, yo no sé tú historia Jessi pero lo que sí sé es que nadie tendría que permitir que pases por eso—hable recordando que me contó la pelea que tuvo con su padre, cosa que me dijo que pasa seguido—aparte si me llamaste a mi para que te saque de ahí, fue por algo, sino la hubieses llamado a tu madrina—dije mirándola fijo, no tiene que dudar, no ahora que estoy tan cerca de lo que quiero

—es difícil, ella se preocupa por mí, yo le oculte muchas cosas—dijo bajando la cabeza

—bueno ey mírame—me acerque para agarrar su mentón—las personas actúan lo mejor que pueden en momentos difíciles, vos lo hiciste así y tendrás tus motivos, no te abrumes, acá estás a salvo nena—la vi sonreír.

—gracias por darme un lugar en tu casa—contesto—me siento bien acá—sonreí mirándola

—me alegra que te sientas bien y acá te podés quedar el tiempo que quieras, hace de cuenta que es tu casa también—ella asintió

—hoy trabajas?—pregunto

—me toca Neuen, pero seguro este tu amiga, puedo meter una escusa si lo crees necesario—me levanté para llevar mi taza a la pileta

—no quiero que se enteren, no por ahora—dijo sonreí satisfecho sin que ella se de cuenta ya que estoy de espalda

—bueno ahora veo que inventó, igual tengo que salir a comprar, es un rato y vuelvo, como te dije nena, es tu casa, servite lo que quieras, usa lo que quieras si?—pregunte

—gracias—dijo algo tímida.

—deja de agradecer por todo—conteste yendo a mi pieza

Me cambié, agarre la mochila, me despedí y salí rumbo a ese barrio, mi barrio de la infancia.

Estar en ese lugar me traía muchos recuerdos, recuerdos que odiaba y quería olvidar, pero la vida me presento una oportunidad única para al fin vengarme de todo el dolor que me causo.

—ey que onda amigo?—dije chocando la mano con Luis, él se encarga de abastecer mis necesidades

En sí es fácil conseguir, podría comprarle a cualquiera, pero Luis es de confianza y nos conocemos hace años, de pendejos cuando jugábamos a la pelota todos juntos.

—todo piola amigo, laburando un rato—dijo sentándose en una piedra grande que hay en una de las esquinas de esta cancha.

Cancha donde jugamos miles partidos, donde conocí a Mateo y donde nos hicimos amigos inseparables, pero tarde me di cuenta que la palabra amigo le queda grande, nunca lo fue, solo paso por mi vida enseñándome que los amigos no existen, aún recuerdo las veces que me decía "con vos codo a codo" cuando me dejó solo me di cuenta que la gente se llena la boca con palabras vacías, te prometen estar ahí y en la primera que todo se complica, solo se alejan dejándote solo.

—bien ahí negro—conteste sentándome a su lado—tenes lo mío?—pregunte poniendo la mochila en el piso entre nosotros.

—sí compa, nevaditos para este invierno tan frío—dijo riéndose abrí la mochila disimuladamente y el dejo el paquete adentro mientras los dos mirábamos como uno pibes jugaban a la pelota.

—gracias amigo—choque la mano con él pasándole la plata entre ellas—me voy, seguro en unos días te llamé de nuevo—me levanté y me puse la mochila.

—dale ñeri, que no sea tan temprano como hoy—se río—a ver cuándo venís y pinta un picadito con los pibes eh—dijo dando palmadas en mi espalda

—no juego más y lo sabes, pero vengo a tomar algo—dije y sonrió

—dale te esperamos—asentí y salí de ese lugar.

Caminé dos cuadras y me pedí un Uber, miraba para todos lados, lo único que faltaba era cruzarme al hdp de Mateo.

Una vez en el auto, mi celular empezó a sonar, se creían que soy gil para no darme cuenta que son ellos los que llaman, no tenía pensado atender ni una llamada.

Tampoco avise que no iba a ir, esto ponía en riesgo mi trabajo pero sinceramente no me importaba mi único objetivo es que la chica que está en mi casa permanezca ahí, calladita y tranquila hasta saber que iba a hacer con ella.

Todo fue tan fácil, cuando la conocí me pareció una piba linda, me acerque por eso, pero al pasar el tiempo vi lo que ella provocaba en Mateo y me di cuenta que tenía que darle provecho a eso.

Me acerque más y más, le brinde confianza, la endulce y ella callo muy fácil ante mí con ese papel de amigo comprensivo, compañero, es que Jessia es tan inocente.

Eso me hizo ver lo mal que la pasaba Mateo cuando ella estaba conmigo, como defendía nuestra amistad negándose a dejarme de hablar, y yo disfrutaba mucho ver lo que eso le causaba a él.

Era tan obvio que Mateo la iba a rechazar cuando ella se le declaré, él está de novio y sé muy bien que nunca le fallaría a Maira, Mateo es así, siempre tuvo ese respeto innato por las mujeres, todo lo contrario a mí y él lo sabe muy bien, por eso odiaba que Jessia este a mi lado.

Pero yo necesitaba que Jessia sienta ese rechazo de su parte, la iba a lastimar y eso haría que se aleje de él y se acerque más a mí, lo que no tenía planeado fue la pelea con su amiga, pero vamos, me callo como anillo al dedo. Ni tampoco la pelea con su padre que la hizo querer irse de esa casa y caer en mis brazos que le brindan seguridad, lo que ella piensa pero no sabe que callo en el lugar equivocado.

Puedo imaginarme la cara desesperada de Mateo al saber que Jessia desapareció, obvio que ya deben saber o imaginar que está conmigo y él solo hecho que piensen que corre peligro a mi lado, es algo que me provoca una sensación de satisfacción hermosa.

Eso quiero, que él sufra, que sienta lo que es perder a alguien, que sienta lo que es sentir que no vas a ver más a alguien, que vas a estar solo.

Porque si vamos a contar todo, tengo también que admitir que yo fui él que ayudó un poquito a que Maira sea tan insegura, yo divulgue la foto de Jessia y Mateo en esa cafetería, yo le decía donde estaba Mateo cada vez que se perdía en Neuen y estaba con Jessia, y ese día de la grabación donde Mateo corrió a buscar a Jessi y se quedaron en esa habitación, yo fui el que le dije a Maira, creo que están encerrados en el fondo, me voy a fijar y cuando volví se lo afirmé, yo fui quién planeo cada movimiento de todo esto, yo quise que su relación terminé, que Jessia se le declaré, que él la rechacé, yo provoque todo.

Y ahora la ilusa de Jessia piensa que fumar faso la hace rebelde, que la ayuda a relajarse para prevenir sus ataques, y si obvio eso también lo provoque yo, pero lo que ella no sabe que estos porros que estoy llevando no son iguales a los anterior, tampoco sabe ni se imagina que de a poquito voy a cambiar su camino de nena bien, educada, estudiosa, y si era necesario llevarla lejos de acá para lograrlo, lo iba hacer.

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Buenassss!!!

Acá pueden putear a Gabriel 🤗

Nos leemos mañana que se viene un capítulo queeeee 🤭
Lxs amo💕💕💕

Mañana será otro día ~ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora