~21~

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~Mateo~

Venía con una acumulación de cosas que me tenían bastante de mal humor, eso se notaba en mi cara.

Estoy en Neuen, no tengo nada que hacer pero necesitaba estar lejos de todo lo demás, mi casa y mi novia principalmente.

Con Maira veníamos discutiendo bastante y eso era el tema principal que me tenía mal, me duele que lleguemos a ese punto siempre, hay cosas que ella no entiende, no sabe separar y yo me estaba cansando de tener que explicar siempre lo mismo.

Estoy sentado casi acostado en el sillón mientras hago rebotar una pelota de tenis en la pared de enfrente.

—entretenido Palacios?—sonreí sin mirar a esa persona, a esta altura ya conocía su voz y la manera que pronuncia mi apellido, me cabía

—si te digo que mi cerebro parece esta pelota, que dirías?—hablo sin mirarla mientras sigo haciendo rebotar la pelota contra la pared

—diría que te entiendo—siento como el sillón se hunde a mi lado y su perfume invade mi espacio personal obligándome a aspirar con intensidad—queres hablar de eso que te da vueltas en la cabeza?—pregunto

Frené la pelota con mi mano y gire la cabeza encontrándome con esos ojos marrones claros que me miraban con preocupación.

Había pasado un mes desde que le advertí sobre Gabriel a Jessia, estuvo enojada por eso una semana, pero mi insistencia en hablarle hizo que se le pase y así este mes nos acercamos más.

Compartimos a demás de horas de trabajo, horas de charlas, eso hizo que la conozca un poco más y ver que a demás de ser una compañera de trabajo, se estaba convirtiendo en algo más, era raro porque no es lo que siento con Xime, con ella tengo una amistad piola, con Jessia no sabía que era lo que me hacía acercarme.

Eso a Maira no le gustó para nada y así jessia se había vuelto el tema principal de nuestras discusiones.

—sinceramente no, vine a olvidarme de eso—ella asintió

—yo cuando me quiero olvidar de algo busco compañía, porque estando sola pienso de más—sonrío

—tenés razón, pero estar solo me ayuda también—ella niega

—a mí me agobia, pero si es lo que a vos te ayuda, te dejo de molestar—dice con intensión de levantarse, no quiero que se vaya.

—no—digo frenando su paso—no me molestas, por ahí compañía es lo que necesito—sonríe y provoca lo mismo en mí al verla

—vení conmigo que tengo que seguir ordenando—propone

Me levanto y la sigo hasta la habitación de vestuario donde por lo que veo, está limpiando, se que Xime le cabe mucho la limpieza y tener todo super prolijamente acomodado, así que esto hacían siempre, pero hoy estaba Jessi sola.

La miraba mientras ella hablaba, no la estaba escuchando, había algo que llamó mi total atención, algo que no había visto.

Tenía una mancha un poco oscura en la mandíbula del lado derecho, se notaba un poco perdida por el color de su piel, parecía un hematoma que ya estaba desapareciendo.

—Jessi—digo frunciendo el ceño y me mira—eso que tenés ahí—me apunto a mi mismo, en la mandíbula y veo como cambia su semblante llevando su mano a esa zona—que te paso?—pregunto y ella se da vuelta nerviosa

—nada, me lleve puesta la puerta de mi pieza, iba caminando mirando atrás y cuando me di vuelta para entrar estaba la puerta abierta y la choqué—fruncí el ceño peor, osea como se choca una puerta para que le quede un hematoma en esa zona? Me pregunté a mi mismo

Mañana será otro día ~ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora