Mañana será otro día ~ Trueno

~31~

~Mateo~

Venía de tener un día pésimo, otra vez había discutido con Maira, pasaron dos días desde que peleamos por haberla ayudado a Jessia con el ataque y estos dos días veníamos de mal en peor.

Decidí venir a Neuen aunque no tenga nada que hacer, necesitaba despejarme, aparte quería cruzarme a Jessi y saber cómo estaba, y obvió acá siempre me sentía cómodo, habían varias personas del equipo trabajando, pero ella no estaba.

Di un par de vueltas, me quedé en el estudio donde siempre grababa mis temas, escribí algunas frases que se me cruzaban, y cuando ya había pasado el tiempo suficiente como para empezar a aburrirme, salí del estudio con intención de ver si al fin encontraba a la persona que estaba buscando, Luis me había dicho que hoy venían así que esperaba encontrarla.

Caminé hacia la habitación de vestuario y antes de llegar la vi salir y chocar contra mí cuerpo.

—ay—se quejó frunciendo el ceño y me hizo sonreír

—peque, no sabía que estabas—dije, porque era la verdad, no sabía que ya había llegado, me acerque a dejar un beso en su mejilla

—recién llegó, vos qué onda?—contesto sonríendo

Pero a mí la sonrisa se me fue por una razón, siempre que la saludó su perfume me invade, es olor a alguna flor que no tengo idea, pero hoy no tenía ese aroma, pude percibir claramente olor a faso, lo conozco muy bien ya que yo fumo y no es noticia eso, pero ese olor en ella si lo es.

—tenés olor a...—me puse completamente serio—Jessia de donde venís?—pregunte ya que me dijo que recién llegaba.

—olor a que tengo?—vi como se levantó la ropa y se sintió—vengo de la plaza con..—se quedó callada, pero no hacía falta que termine la frase, con Xime no sería ya que dudo que ella le de para que fume, automáticamente me tense al pensar que solamente hay una persona que haría eso.

—con quién? Gabriel?—pregunte directo y su nerviosismo se empezó a notar—te dio para que fumes faso? Decime la verdad—la bronca que sentía era impresionante

—me voy a la cocina, estaba yendo para allá—me ignoró totalmente esquivandome y eso me enojo más.

—es un gil de mierda, donde está?—hable levantando mi tono de voz y sin importar que ella caminaba hacia el otro lado, me acerque a la puerta de la habitación.

—para Mateo no—escuche como grito atrás mío pero no me importó.

Ahí estaba él sentado en el sillón con el celular en la mano, levantó la mirada a mí cuando entré y con solo verlo me llene más de bronca.

—vos sos pelotudo o sos pelotudo?—le grité y vi como Jessia se ponía adelante mío dándole la espalda a él.

—que te pasa ahora?—me contestó como si nada.

—basta Mateo—dijo Jessia que daba pasos para atrás mientras yo me acercaba más.

—le diste para que fume?—pregunte mirándolo fijo

—cual es el problema?—dijo sentado, tranquilo, mientras yo lo quería reventar acordándome de todo nuestro pasado.

—el problema es que ella no es como vos, sos un gil que vas por ahí metiendo a todos en tu mierda—conteste y vi como sonreía

—no pensás que ya está bastante grande como para que la estés cuidando como si fuera tu hermana, viví y deja vivir mateito—sonrío y sentí como el calor subía por mi cuerpo junto a la ira haciendo que el corazón bombee bastante rápido