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~Mateo~

Habían pasado dos semanas desde que nos arreglamos medianamente bien con Maira.

Esa noche que desde Neuen me fui a su casa, hablamos bastante, termine aceptando sus reglas por así decirlo, en si los dos lo hicimos, la realidad es que la extrañaba muchísimo, ya no me cabía estar así con ella y de su parte era igual.

Llegamos a una solución o acuerdo, como lo quiso llamar ella, para evitar las peleas, que por suerte estás dos semanas no tuvimos ni una.

Ahora estamos en Neuen como siempre, estaba con mi equipo ensayando para un show que tengo mañana, Maira está acá conmigo.

Equipamos el salón principal para poder tener más espacio para el ensayo, así que estábamos al lado de la puerta, eso hizo que vea cuando llegó Xime y Jessi, me sentí mal cuando me saludo tan sonriente y yo, bueno trate de ser neutro con las dos, una de las cosas que me pidió Maira.

Lo que note en mí, desde que Jessi llegó es que no pude sacarme de la cabeza esas ganas de querer ir a hablarle y decirle que me disculpé por actuar de esa manera, poder explicarle el porqué esperando que me entienda, pero no podía hacerlo, aunque ya lo hablamos pero aún así sentía que le debía más explicaciones.

—amor te están hablando—escuche a Maira hablar a mi lado mientras yo miraba el pasillo que da a la habitación de vestuario.

—que?—pregunte sin saber quién me hablaba

—amigo estás re colgado—dijo Cami empujándome con el brazo

—tengo sueño—mentí

—arreglaste lo del flow combinado?—me pregunto cami

—todavía no hable con Xime—conteste

—y que esperas amigo, es mañana—dijo

—ya se, igual ella ya sabe—sentí la mano de Maira en mi espalda.

—avisale por las dudas—contesto, cami es como las minas, necesita saber que se iba a poner porque sino andaba histérica.

Suspiré—ahora habló con ella, histérica—conteste y recibí un empujón de su parte, me reí—ahora vengo amor—le avisé a Maira y deje un beso en sus labios, recibiendo una cara seria de su parte sabiendo que no quería que me acerque a ellas, pero esto es trabajo y lo tenía que entender.

Caminé hasta la habitación de vestuario donde al entrar ya que la puerta estaba abierta, me encontré a Jessia y Gabriel a las carcajadas hablando de no se qué.

—esta Ximena?—pregunte ganando la atención de los dos

—ey Palacios—dijo ella sonríendo—estaba a fuera hablando por teléfono, necesitas algo?—pregunto

—hablar con ella—conteste serio, no me cabía que se junte con él

—que serio che, ahora le avisó—dijo saliendo de la habitación.

Clave los ojos en Gabriel de mala manera y me di vuelta para perseguirla, una vez a su lado lo solté sin pensarlo.

—no me cabe que te sigas hablando con él, no te va hacer bien—se freno de golpe cuando me escucho.

Mañana será otro día ~ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora