~Jessia~
Y otra vez lo mismo, como cada día de mi vida, cenaba sola y a las diez ya estaba acostada.
Una de las razones era porque me despierto a las seis para ir al colegio y otra es porque cuanto menos me crucé con mi padre, mejor.
Por cualquier motivo terminamos discutiendo y eso lleva a actos peores que no quiero repetir más.
Mi rutina es levantarme, ir al colegio, volver a casa a ordenar, cocinar, cenar e irme a dormir sin antes dejar preparada la comida para Mario, mi padre, lista para cuando él se digne a aparecer.
A veces llegaba unos minutos después de que yo ya estaba acostada o a veces horas después, nunca antes, ya sabía de memoria sus horarios.
Siempre salía de trabajar y se quedaba en algún bar, kiosco o donde sea, tomando con quién sabe le hacía compañía para eso.
Estaba acostumbrada a sus borracheras, y todo lo que ese estado conllevaba, parecía ser que yo soy su desquite, porque siempre terminaba cayendo su ira sobre mí.
Es tan triste ver como su vida se deterioró en estos años, desde que mi madre falleció, él encontró consuelo en el alcohol, y yo? Yo pienso que no hay consuelo para eso, solo pasa el tiempo y lo vas sobrellevando, nunca deja de doler y nunca se olvida, menos de la manera que pasó.
No podía entender como todo se había ido al carajo, tenía una imagen de mi familia, que de un día para otro se distorsionó de la peor manera, y como dice mi padre, la culpa fue, es y siempre va a ser, mía.
Aunque nuestra relación es pésima, lo que rescató es que nunca me hizo falta nada, siempre tuve un plato de comida, las cosas básicas que necesitaba en el día a día, y el tema del colegio, siempre peleó porque no deje de estudiar, sus palabras son que me cuidé, estudie y sea alguien en la vida, no como él.
Sabía a qué se refería, cuando él estaba en el segundo año de su carrera universitaria mi madre quedó embarazada de mí, ella solo diecinueve años, hacía poco que terminaba el secundario, él veinte casi veintiuno.
Mi padre exigió que aborte ni bien se enteró, decía que eran chicos y les arruinaría la vida, sus sueños y proyectos.
Tenía razón, y es una enorme mochila la cual cargo desde que tengo noción.
Mis padres eran chicos pero igual así mi madre siguió con el embarazo, mi madrina me contó que mi madre me amo desde el primer momento que se enteró que yo crecía en su vientre.
Mis abuelos los obligaron prácticamente a que se casen y vivan juntos, eran otras épocas pero a mi madre le hizo ilusión, mi padre fue su primer y único amor así que el echo de constituir una familia con él a ella le encantaba, en cambio a mi padre no.
Hoy lo puedo entender, tuvo que dejar su carrera por mí y ponerse a trabajar, era su sueño y yo se lo arruiné.
Es algo que cargo y me apaga la vida cada día un poco más y es algo que él se encarga de recordarme siempre.
Yo hoy pienso en mi futuro y no veo la hora de terminar el colegio y poder estudiar letras, amo la literatura y todo lo que eso conlleva, así que me imagino lo que él tuvo que sacrificar por mí y creo que nunca voy a poder agradecerle o pedirle perdón por obligarlo a tomar esa decisión.
Se escuchó el ruido de la puerta, miré la hora y ya eran las once de la noche, bastante temprano igual a lo que acostumbra llegar.
Respire profundo rogando que no se le crucen los cables y empiece a los gritos, eso también era costumbre, si algo no había o le molestaba, era mi culpa y así empezaba una discusión sin fin, va una discusión sería de dos personas, en este caso solo era él y sus gritos recordándome como le arruiné la vida y que gracias a mí perdió todo, hasta su mujer, que creo que se olvida que también es mi madre.
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Mañana será otro día ~ Trueno
Ficção AdolescenteCuando sientas que la vida te ignora, llora, pero valora mientras sonrías, Alguien decía que no siempre lloverá, en cambio siempre, mañana será otro día..