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Buenas noches... Bueno uno más!! A ver qué pasa por aquí.

Os digo una cosita? Hay por ahí un detallito importante, a ver si os dais cuenta jajaja

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María y Nacho se habían ido hacía como media hora. Ella misma se había empeñado en que se fueran. No había nadie en el bar, el último cliente también había salido por la puerta un rato antes y ella les insistió en que no le importaba cerrar, no era muy tarde y ella tampoco tardaría en irse a casa.

Estaba terminando de hacer caja cuando escuchó la puerta de la calle cerrarse. Miró hacia las escaleras y, a decir verdad, se acojonó un poco.

-¡Está cerrado! – gritó hacia las escaleras.

- Pues… la puerta estaba abierta – contestó una Amelia que bajaba con cierta dificultad y señalaba la puerta tras ella.

- ¿Qué haces aquí? – quiso saber sin moverse de la barra.

- Pufffdd No sé – elevó los hombros -  estaba tomando una copa y me he venido a tomar la última aquí – la miró – jeje – sonrió dejándose caer sobre uno de los taburetes de la barra – ponme un…

- Está cerrado, Amelia – le dijo más seria – deberías irte a casa.

- Debería, sí, tienes toooooda la razón – continuó – pero es que no quiero.

- Pues yo tampoco quiero que estés aquí – informó – así que…. No sé, ¿No te está esperando Lola? Ya sabes tu novia. Mi hermana – apuntó.

- Nop, Lola no me espera, ha salido con unos amigos. Y sí, sé que es mi novia. Tu hermana.

- Bien, mejor tener eso clarito.

- Sí, mejor – afirmó como ella. Se quedaron en silencio. Mirándose la una a la otra de manera profunda, como ocurría cada vez que se miraban. Fue Luisita la que terminó con el contacto visual – oye y… ¿Tú de qué has hablao con Nacho?

- ¿Yo? – se señaló a sí misma – yo de nada, ¿de qué iba a hablar? Y en serio, Amelia, será mejor que te vayas.

- Pues yo que sé, pero de pronto me manda un WhatsApp diciendo que tenemos que hablar de ti, algo le habrás dicho – contestó ignorando la última petición de la rubia.

- Pues no sé de qué querrá hablar, pero yo no le he contado nada, porque no hay nada que contar, porque entre tú y yo no pasa absolutamente nada.

- Nos besamos – afirmó.

- Cállate – dijo a modo de advertencia, salió de la barra para comprobar que la puerta estaba cerrada. En realidad, lo que quería era alejarse todo lo posible de ella - ¡Joder! – se sobresaltó al encontrarla justo detrás de ella, cerca. Demasiado cerca – que susto, Amelia – Intentó esquivarla, la morena no la dejó – déjame pasar.

- Me besaste – reiteró sin moverse y logrando con ello que Luisita tampoco pudiera moverse.

- Fue una estupidez – se apresuró a decir.

- Te devolví el beso – continuó dando un paso al frente. La rubia dio un paso atrás.

- Déjalo ya – casi suplicó – eres la novia de mi hermana – repitió casi más para ella misma que para la actriz – No volverá a pasar – aseveró rotunda.

- ¿Estás segura?

- Completamente.

- ¿De verdad eso es lo que quieres? ¿Qué no vuelva a pasar? – insistió acusadora.

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