Nuestras Vidas y El Tiempo

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Buenas noches. Venga vamos.

De antemano Pido perdón 🙊

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- No me jodas, Lola – pronunció llamando la atención de su hermana.

- María…

- Mira, déjalo – cortó sus palabras y su movimiento – es tarde y estoy muy cansada, mañana hablamos, no tengo ganas de discutir ahora.

Diciendo esto, María cerró la puerta y se dirigió a su habitación con mil cosas en la cabeza y un enfado importante con su hermana mayor. No podía creer como había cambiado tanto, Lola no era así, jamás haría lo que estaba haciendo y mucho menos entendía cómo era posible que se estuviera portando así con su hermana.

Ignacio
Última vez hoy a las 00:37

Sé que es muy tarde, es que acabo de llegar a casa del Kings.

¿Podemos vernos mañana? Necesito hablar contigo.

Envió el mensaje de texto, se metió en la cama y repasó mentalmente todo lo ocurrido esos días con sus hermanas. No le cabía en la cabeza que Lola hubiera hecho todo aquello y que ahora estuviera tan tranquila y entre risas acompañada en la cama… ¿Cómo podía actuar así con todo lo que había pasado? ¿Cómo podía estar tan tranquila sabiendo que Luisita estaba tan jodida?

Cuando despertó aquella mañana lo primero que hizo fue mirar el móvil, un mensaje de Nacho fijaba la cita para comer en el restaurante italiano al que fueron la primera vez. Sonrió, Nacho siempre tan romántico. Dejó el teléfono y recordando la noche anterior se tapó la cara con las manos antes de respirar profundamente.

- ¿Lola? – preguntó saliendo de la habitación – Lola tenemos que hablar – contestó con seriedad, sin obtener respuesta alguna - ¡Lola no te vas a librar! – abrió la puerta de la habitación de Lola y la encontró vacía – genial… ¿Dónde coño se ha metido ahora?

Bufando y protestando fue hasta la cocina a prepararse un café. La cafetera aún con el líquido caliente le decía que su hermana no hacía mucho que se había marchado. Una taza a un lado preparada para usar tapaba una nota manuscrita por la mayor de las Gómez. María suspiró, tomó la jarra de la cafetera y se sirvió un café antes de leer la nota.

Hola, hermanita
Ya sé que tienes que estar cabreada pero te lo explicaré todo cuando vuelva. Me voy un par de días que se va a hacer efectiva la venta del piso de Barcelona y tengo que estar para la firma.
Cuando vuelva hablaremos de todo esto.

- Y tanto que hablaremos, Lola – pronunció al aire – esto es tan típico de ti – negó con la cabeza al tiempo que dejaba su taza ya vacía y se marchaba hacia la ducha con un cabreo considerable.

*****

Luisita salía de casa revisando su bolso. Tenía la sensación de que se había olvidado algo y no quería tener que volver a medio camino de casa de su madre.

- Seguro que te has olvidado el móvil – Escuchó tras ella y reconoció esa voz al instante. Creía ser capaz de reconocerla entre el murmullo de diez mil personas – hola – saludo con ternura una Amelia que nerviosa, esperaba a que la rubia se volteara.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó con calma aún sin mirarla.

- Quería hablar contigo un segundo.

- Tengo un poco de prisa, Amelia y tengo que subir por el móvil – la morena no pudo evitar una leve sonrisa al darse cuenta que sí, Luisita se había olvidado, como siempre, el teléfono.