Nuestras Vidas y El Tiempo

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Buenas noches, bueno pues os dejo por aquí este Capi que tiene trampa y ahora veréis por qué y que es el mas largo, creo, que de todo el fic jajaja

Al final os cuento algo.

Nos vamos de viaje??

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Entraron en una habitación mucho más pequeña, oscura y algo más fría. Presidiendo la estancia un sofá y una mesa camilla. Al otro lado una butaca y algún cuadro adornando la pared. La mujer comenzó a encender varias velas ubicadas en lugares estratégicos de la sala para darle una iluminación tenue, serena y algo mágica.

- ¿Qué es exactamente lo que te está pasando? - preguntó aunque se hacía una ligera idea de lo que le pasaba.

- No lo sé - contestó la rubia - son como recuerdos de dos chicas, de cosas que no me han pasado a mí, pero siento que soy yo, que somos nosotras.

- Ya - sonrió de lado - para ser una persona que no cree en absoluto en eso, tienes el don que mucha gente querría tener.

- ¿Don? ¿Qué don?

- Puedes recordar vidas pasadas - continuó - eso poca gente puede hacerlo.

- Pues yo no quiero - protestó - me confunde - continuó - me hace ver cosas y sentir cosas que no quiero sentir y que no son.

- ¿Por qué crees que no son? - preguntó con cierta curiosidad.

- Porque... porque no puede ser - siguió - no quiero sentir lo que siento y es culpa de esos recuerdos que me confunden.

- Ya... ¿Crees en el amor a primera vista? - le preguntó y Luisita no entendió aquel cambio de tema - dime, ¿Crees en el amor a primera vista? - repitió.

- No, eso solo pasa en las películas, en los cuentos de hadas - dijo con seguridad.

- Estoy de acuerdo - afirmó sentándose y haciéndole una seña para que se sentara frente a ella, Luisita así lo hizo - pero... ¿Y si te dijera que realmente no te enamoras a primera vista sino que lo que pasa es que te estás reencontrando con el amor de tu vida? O de tu anterior vida para más señas - apunto con una sonrisa de lado.

- Eso es... absurdo - y ese "absurdo" sonó un poco menos creíble.

- A veces pasa que dos almas se encuentran y se aman tanto, que se van buscando y reencontrándose a lo largo de otra vidas.

- Eso solo son cuentos chinos - seguía en sus trece porque lo que ella quería era que todo acabara.

- Déjame hacer una prueba, déjame mostrarte lo que te pasa.

- Es una chorrada... pero en fin - se dio por vencida, porque algo le decía que aquella mujer no iba a ayudarla si no le seguía el juego - ¿qué tengo que hacer?

- Acomódate lo más que puedas, relájate y sigue mi voz - le dijo encendiendo un poco de incienso.

- Está bien - Luisita se acomodó en el sofá, cerró los ojos y respiró profundamente intentando relajarse.

- Concéntrate en mi voz - le pidió - Bien... imagina que estás en una playa, el sol te calienta el rostro y la brisa marina ondea tu pelo, la arena está fresca y tus pies se hunden en ella dejando un leve cosquilleo - Hizo una pausa, dejando que la rubia visualizara lo que le narraba, logrando que se relajara del todo. Su tono de voz era suave y monótono - ahora piensa en un recuerdo de cuando eras pequeña - vio una ligera sonrisa en el rostro de Luisita - ¿Qué recuerdas?

- Estamos jugando al escondite - comenzó a decir - mi hermana María cuenta y Leonor, Lola y yo salimos corriendo, mamá siempre nos pide que no corramos en casa - sonrió - me escondo debajo de la mesita del teléfono pero no calculo bien y me doy un golpe... la lámpara se cae y se rompe. Mamá aparece por el ruido... me la voy a cargar - seguía relatando con los ojos cerrados.