Los generales, capitanes, Líderes y estrategas de más importancia de Durga llegaron pronto. Una vez comieron y descansaron un poco, se encerraron en el comedor de Gyneth, prohibiendo la entrada a la cabaña a todo el personal no autorizado.
Después de que Aurora se presentó y conoció a cada uno de los presentes, comenzaron la reunión. Era una de las reuniones de más importancia en las que había estado presente. Toda la gente la trató muy bien en cuanto la conocieron, pero cambiaron a un gesto más severo en cuanto se sentaron a la mesa.
Hablar de las armas y los soldados fue agotador y tendido, pero manejable. Sólo era mantener en orden los recursos y al personal, pero no era necesariamente caótico. Sólo los Líderes de Durga y Caelina, la encargada de los recursos militares en el campamento, hablaban. Todos los demás se mantenían en silencio y, en algunos casos, tomaban notas.
Las estrategias y el plan, por otro lado, tomó todo el resto de la tarde y toda la energía que le quedaba a Aurora. Le dolía la cabeza. No podían ponerse de acuerdo: los Líderes de Estrategia de Durga permanecían proponiendo una y otra vez un ataque militar fuerte y desde multitud de ángulos. Nairi, por otro lado, insistía en un ataque menos aparatoso, más diversivo e inteligente.
—No podemos basar un plan en lo que suponemos que es la personalidad de Athanaric —dijo Nason, uno de los dos Líderes Militares, homólogo de Caelina en Durga, y su padre. Era un señor con una mirada severa, bigote, barba y cejas pobladas. Aurora no lo vio sonreír ni una vez, ni siquiera cuando saludó a su hija—. Es una imprudencia que no consentiremos.
—No es ninguna imprudencia, Líder —dijo Nairi con un gesto amable, contenido. Pero Aurora pudo ver que tensaba el puño debajo de la mesa. Puso su mano encima—. Es un movimiento que asegura el menor número de muertes posibles y la máxima economización de recursos.
—La economización de recursos no nos interesa, Líder. Todos los soldados de Durga estarán a nuestra disposición; tenemos muchísimas más armas de las necesarias. Sé que está acostumbrada a una fuerte limitación de recursos al momento de llevar acabo misiones, pero ahora no es el momento de escatimar. Lo importante es ganar.
—Ganaremos —aseguró Nairi—. Pero menos sangre se derramará. ¿No le parece mejor una misión calculada que la fuerza bruta? Muchos de nuestros soldados morirán. Muchos de los soldados skađianos morirán.
—Felicidades, Líder. Ahora entiende de qué trata la guerra.
Nairi apretó la mandíbula. Aurora deshizo su puño y entrelazó sus dedos, logrando que se destensara un poco.
—Con todo respeto, Líder Nason, su visión de las cosas es equivocada. Usted no conoce a Athanaric como nosotros, como yo en particular. He pasado meses dentro del castillo, vigilándolo y trayéndoles información. Conozco cada una de sus estrategias y cómo piensa. Es un hombre arrogante, y ha vivido años enteros de su vida pensando en que es inmortal. Dentro de cuatro días se dará cuenta que no lo es, y no sabrá cómo actuar. No tiene buenos protocolos de seguridad, ni vigilancia. Estará vulnerable.
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La guerrera durmiente: la maldición © [TERMINADA]
Fantasy✨ Retelling de La Bella Durmiente, donde Aurora se salva a sí misma y es lesbiana ✨ Aurora vive encerrada en su castillo, condenada a casarse con un príncipe que desprecia y harta de sacrificar lo que ella quiere por reinar sobre personas...