❁ Capítulo 29 ❁

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Queridísimo Julius:

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Queridísimo Julius:

Mi vida es extraña ahora mismo. Tengo muchas cosas que antes no tenía: un trabajo, una vida en la naturaleza, amigos (más que sólo tú que, aunque te amo, estabas muy lejos), y a Nairi.

Mi trabajo me encanta. He conocido a mucha gente interesante y me he hecho ¿amiga? de algunos. Poder salir a respirar el bosque es encantador, mis amigos me ayudan a no sentirme sola y Nairi... bueno. Nairi es la mejor persona que he conocido jamás. Me siento en paz cuando estoy con ella. Pero ayer por la noche sucedió algo que no comprendo aún: me estaba enseñando a bailar y de repente se escapó. No la vi en la cena, y no llegó a dormir a nuestra tienda.

Creo que jamás me sentí tan confundida.

La extraño. Y a ti. Ojalá me pudieras decir qué pasa.

Siempre tuya,

Aurora.

P.D.: Seguiré escribiéndote aunque no puedas responderme. Lo hice hoy pensando en que quizá era buena idea para encontrar una solución a lo que está pasando. No me acerqué a una respuesta, pero estoy menos inquieta. Es suficiente por el momento. Iré a desayunar, a ver si encuentro a Nairi. Te amo.

❁ ❁ ❁

—Mañana es el Crival —dijo Halli cuando guardaban todo para irse.

Aurora asintió. Todo el día había estado perdida en sus pensamientos, recordando una y otra vez la noche anterior, viendo si había hecho algo malo u ofendido a Nairi de algún modo. No podía pensar en nada.

—Me preguntaba si querías ser mi acompañante.

Aurora lo encaró, con el ceño fruncido.

—¿Se va acompañados?

—No. Bueno, sí. ¿Si quieres? No es obligatorio, pero... —Halli gruñó y comenzó a apretar sus dedos frente a él—. La verdad es que me gustas. Le pregunté a unos amigos a dónde sería la mejor idea de salir contigo la primera vez, y todos sugirieron ir al Crival contigo. No es demasiado formal, ni íntimo, y así no es tanta presión. ¿Qué dices?

Se sentía halagada. Había notado sus coqueteos, pero no se había sentido impulsada a devolvérselos. La mayoría del tiempo sólo cambiaba de tema, esperando que no sucediera lo que estaba sucediendo en ese mismo momento.

—Perdón, Halli. Esto fue muy repentino. ¿Puedo pensarlo?

No quería rechazarlo en ese momento. De hecho, pensó en ir a buscar a Nairi —rogando por que no fuera imposible encontrarla— y preguntarle qué hacer, cómo decirle que no. Pero, para eso, necesitaba hacer tiempo.

—Sí, claro. —Su sonrisa tenía una sombra de tristeza—. ¿En la noche me dices? Pásate en cualquier momento por mi tienda, estoy en la O-24.

La guerrera durmiente: la maldición © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora