La guerrera durmiente: la maldición © [TERMINADA]

❁ Capítulo 33 ❁

Tres días de inconsciencia después, Halli despertó. Estaba cansado, débil, pero vivo y despierto. Aurora pasó todo ese día con él, platicando, cantando, asegurándose de que estuviera bien.

—Aurora —dijo después de que pararon de reírse de un chiste—. Quiero que me perdones. Por besarte. Lo pensé después, y creo que te forcé. Tú claramente no querías que te besara.

—Está bien. Aprendí a que debo de decir las cosas que siento, o termina todo en malentendidos y más problemas. Así que lo intentaré de ahora en adelante.

Halli sonrió.

—Me alegro, pero aún así. Lo siento.

—Está en el pasado. —Tomó un trago de agua y lo observó. Sabía que tenía que hacerlo. Era un paso adelante en su nueva vida, en una vida en la que ella tenía el control, y lo tendría aunque le doliese—. Halli, no me gustas. Eres un genial amigo, de verdad que sí, y te quiero un montón, pero no de esa manera. Si fui al Crival contigo fue porque Lanaia me insistió en darte una oportunidad, pero la verdad es que no sentí nada. No me gustas. Lo siento.

Halli asintió despacio. Se incorporó sobre el colchón hasta sentarse y le tomó la mano a Aurora, sentada en el suelo a su lado.

—Lo sé. Está bien, no tienes por qué disculparte. Uno no decide de quién se enamora ni de quién no.

Con ese peso fuera de su pecho, Aurora pudo disfrutar el día mucho más. Comió con él y le cambió los vendajes. En la noche, antes de irse a acostar, decidió dar otro paso más antes de que el día terminara.

—Ya no trabajaré aquí —informó con una sonrisa de medio lado—. Iré a entrenar desde mañana. Atem me dijo que, una vez despertaras, quedaba libre de mis obligaciones en la Cabaña Médica.

Halli le sonrió con tristeza.

—Te extrañaré, pero estoy seguro que serás una guerrera de primera.

—Gracias por todo, Halli.

—Gracias a ti.

Besó su frente y salió de la Médica.

❁ ❁ ❁

Queridísimo Julius:

Por fin siento que estoy cambiando. Hoy le dije a Halli que no me gusta y di el paso final hacia el entrenamiento. Desde mañana, soy otra persona. Jamás he estado tan contenta, ojalá pudieras verme.

Nairi está actuando un poco extraña, pero agradezco que ahora duerme aquí conmigo y platica mucho más que antes sobre sí misma. Me comparte un poco de sus pensamientos, cosa que no solía hacer. Creo que nos estamos acercando mucho más. Lamento decirte, mi querido amigo, que quizá conseguí una mejor amiga. No te ofendas, pero ella es mucho mejor que tú. La quiero muchísimo.