Sapore dolce // JeongMin

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Y una mentira tras otra y otra, ¿Qué podía arreglar eso?, ¿seguir mintiendo o decir la verdad?, digamos que no todos tienen muy en claro lo bueno y malo que es mentir, lo bondadoso es que no lo haces sentir mal pero la cruda realidad es que tarde o temprano la verdad siempre sale, o la misma persona lo dice o se entera por otra.

Taehyung no sabía lo que hacía, pero si tuviera que mentir para hacer sentir bien a alguien que lo merece... lo haría, no quisiera que esa amistad se valla tan rápido y que los sentimientos no hayan valido la pena.

Sana no era una persona que no valía la pena arriesgar, porque lo es y no tenía la culpa de nada. Pero era triste pensar en cómo iba a terminar todo, que lo vivido no tuvo un final bonito como los cuentos de hadas.

— One, two, three, four – sonrió la menor con el micrófono en mano – Seúl brillaba intensamente, Era un nuevo mundo para mí, te conocí cuando estabas sudando, Parecías un niño extraño – hizo un mojin, riendo por lo bajo – Yo de la Luna... – señalo hacia arriba – tú de las estrellas – guiño el ojo, dándole el micrófono a Taehyung.

— Nuestras conversaciones eran como la tarea – le empujo el hombro a la japonesa – Mejores amigos en un día, enemigos en otros... Solo quiero entender – esta vez le paso el micrófono a su mejor amigo que andaba más aburrido y pudo notar – apúrate – insistió tirando el aparato al estómago, escuchando un chasquido de Park.

— Hello, my alien – miro a Tae, dándole una indirecta – Somos el misterio del otro – se escuchó en coro un Sí – ¿Eso lo hace aún más especial? Oh.... El día que la alegría se apague, stay – lo otros sintonizaron – Quédate a mi lado...

— Por toda la eternidad, stay – Sana agarro rápido el otro micrófono empujando a Park del centro, cantando – Promételo con el dedo meñique, más que siete largos veranos y fríos inviernos, más que numerosas promesas y recuerdos.

Se turnaron para cantar, haciendo que Jimin pudiera disfrutar del día sin problema alguno y sin poner cara de viejo.

Cayeron dos personas como papas aplastadas en el sillón del karaoke, mientras el mayor buscaba otra canción, se le hizo divertido y bueno no iba desperdiciar minutos en la sala que costaron mucho.

— Estoy exhausta – se acomodó el mueble de cuero negro, tomando de unas frituras en la mesa.

— Recién hemos empezado – giro su rostro Park – no sea dramática.

— Ya entiendo por qué eres tu mi mejor amigo – susurro Sana en el oído de Kim, asiéndolo sonreír.

— Aish.... – frunció sus cejas, respirando dramáticamente – luego no me pidas consejos cuando el próximo chico te rechacé – giro su rostro, marcando unos números para la próxima.

La menor hizo un puchero al recordar tal humillación al declarare al chico de artes Mark, definitiva tenía que abrir más sus ojos y no equivocarse en escoger a su futuro esposo.

— No te preocupes Sana, estoy yo – se palmeo el pecho Kim con una sonrisa, haciendo que se le contagie a la japonesa.

— Bueno y ¿qué vas a cantar? – se paró la única chica de ahí, acercándose a Jimin para ver la pantalla – ¿serendipity?

— Ajam, así que ni se te ocurra quitarme el micrófono – dejo el control en la mesa.

— Bueno – se fue a sentar junto a Tae.

La música empezó y sin pensar la letra ya iniciaba.

— Todo esto no es una coincidencia, Solo, solo yo podía sentir eso... el mundo entero es diferente a como lo era ayer, solo, solo con tu alegría...

— ¿Le rompieron el corazón, o qué? – enarco una ceja.

— No lo sé.

— ... Florecemos hasta que nos duele, Tal vez esto es la providencia del universo... Solo tenía que ser eso – su voz era tan delicada que los dos quietos estaban embobados – You know I know... Tú eres yo, yo soy tú – respiro hondo, sintiéndose tan identificado con la canción – Tanto como mi corazón revolotea, estoy preocupado... El destino está celoso de nosotros, Como tu estoy tan asustado, when you see me... when you touch me – cerro sus ojos sentándose en la mesa, seguido del par de ojos que no le quitaban la mirada – El universo se ha movido por nosotros No hubo ni un pequeño error, Nuestra felicidad estaba destinada a ser... Cause you love me, And I love you...

Era tan asombroso oír la canción pero sin poder entender el significado de ella, porque Park cantaba tan bien esa canción que trasmitía arrepentimiento de algo, pero ni el mismo Kim Taehyung sabía de qué.

La canción había acabado y no fue como sus amigos le aplaudieron y gritaron con emoción a todo pulmón.

— Wooa – tiro su cabeza hacia atrás ni bien exclamo la palabra Sana – Tu voz es fascinante.

— Lo sé – huso un tono de superioridad.

— Ya, ya, tampoco te pases – bebió de su refresco, pues aun no podían beber alcohol.

...

Paso de ser la noche ni bien salieron del local, recibiendo una helado aire en sus caras, estremeciéndolos por completo, aferrándose cada uno a usos casacas de invierno dadas por sus madres, digamos que aquellas mujeres se volvieron más cercanas, compartiendo tiempos y viejas anécdotas de sus hijos.

Jimin se despidió de los dos restantes pues Kim como todo un caballero quería a acompañar a la japonesa hasta su casa y eso se estaba volviendo un hábito esos días, mientras Park se dio la vuelta para tomar el bus camino a su estancia. En su cabeza andaba la pregunta de ¿Cómo estaría Yoo en esos momentos? Por qué si ella pensara eso de él, diría que a medio camino por recorrer, que se convertiría en el mejor policía del mundo, entraría al campo de entrenamiento de Seúl con prestigio y saldría de ahí como un oficial, que hace justicia para el bien.

Y, sí, se decidió por trabajar de policía y por otro lado forense, pero ver cuerpos muertos no era una experiencia que quisiera tener en toda su larga vida.

Esperaba con ansias que Jeong-Yeon pueda abrir su pastelería y restaurantes, visitarla y decirle que se decidió por ser un hombre con placa, y que fue ella su gran apoyo.

espero les haya gustado.