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Miro la taza vacía que antes estaba llena de café negro, y no era por exagerar, pero estaba totalmente perdida en sus pensamientos desde hace una semana.

Rememorar como esas palabras habían salido de Jimin le generaban nervios o estremecimientos porque era demasiado raro y si era franca, jamás se lo imaginaba, ni en los peores casos.

¿Jimin sentía algo por ella, algo más que amistad?

Se palmeó el rostro para asentir, al haber mentido esa noche, ya que, si hubiese pasado una confesión, no hubiese sabido responder.

Nunca vio a Jimin como algo más que un amigo y ese es el detalle. Ahora estaba molesta consigo misma por no tener como respuesta un rotundo "No", más bien dudaba y no debería de hacerlo.

Suspiró y frunció sus cejas ante el tremendo desorden mental.

— ¿Se puede entrar?

Jeong Yeon alzó su cabeza confundida, mirando como Taehyung tenía la cabeza ladeada y el cuerpo escondido detrás de la puerta.

Sonrió para luego asentir, viendo como pasaba en la pequeña oficina y la cerraba detrás de sí.

— ¿Qué paso? —inquirió Yoo, mientras movía su taza a otro lugar del escritorio.

— Creo que eso debería preguntarte a ti —tomo asiento— te he visto distraída y no solo yo, Sana y mi papá también lo creen. Los niños están preguntando porque no sonríes.

Agacho su cabeza, mientras sus codos se apoyan en la mesa y sus manos revolvían sus cabellos.

No se sentía para nada cómoda con el hecho de afectar su actitud en otros, más si eran esos pequeños.

— Sabes que puedes hablar conmigo ¿No? —habló Kim con una sonrisa amable, al ver lo estresada que estaba.

— ¿Tú sabias que Jimin sentía algo por mí? —levantó su rostro.

La pelicorta no supo qué pensar al ver como fruncía sus cejas y se mordía el labio inferior.

Tal vez podría saber, cómo también no podría, pero era Taehyung y leer sus movimientos eran complicados.

Suspiro y se levantó tomando sus muletas, porque tenía que tomar otra taza de café cargado sino iba a salir corriendo por esa puerta y no sabía la razón.

Le dio una última mirada a Tae, para ir hacia el lado derecho donde había un estante lleno de libros en fila y una cafetera donde había cinco tazas de diferentes diseños.

— No entiendo tu pregunta o más bien le quiero buscar un motivo por el que lo preguntas —Kim frunció sus cejas, intento recordar un momento en el que su mejor amigo se haya mostrado interesado en Jeong Yeon, pero, le era muy complicado porque jamás vio un acercamiento de parte de Jimin y ahora que Yoo se lo preguntaba, probablemente presto tanta atención y eso lo confundía. Alzó su rostro mirando cómo preparar una taza de esencia de café— te dijo algo.

Se mordió la mejilla y removió sus cabellos con su mano derecha, para luego llevar ambas palmas a la mesa, para girarse y poder mirar al pelinegro que pensaba igual que la menor.

Se preguntaba si era solo una mala jugada de su mente o solo le decía algo que aún no comprendía y eso la molestaba tanto.

— Escuche algo ¿vale? —sus dedos repiquetean en la madera ansiosamente— lo que había oído me ha dejado dudando.

— ¿Fue él? —ladeo su cabeza.

— Si... —susurro agachando la cabeza— Taehyung, me dijo que le gusto y no sabes como ahora mi cabeza está trabajando.

Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora