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Soltó un quejido de dolor cuando quiso moverse de su sitio, tan lento abrir sus ojos que ni siquiera pudo recordar en donde estaba, llevo su mano a su frente, y sin duda era sangre lo que se derramaba, lo peor fue voltear y mirar a Park inconsciente, sintió su mano palpitar y no demoro en analizar todo su espacio, el vehículo estaba pegado al precipicio y el camión a unos dos metros delante.

Suspiro intranquilo, y vio cómo su celular empezaba a vibrar en el suelo, su mano izquierda la llevo al desbroche del cinturón de seguridad y ni bien hizo clic le importo muy poco su dolor para estirarse y tomar el celular. El nombre de Hirai se hacía notable, pero pudo también estar al tanto que no tenía tanto tiempo para estar despierta.

— H-hola —esperaba que el tiempo sea suficiente para mentalizar todo lo sucedido.

— Yoo ¿Dónde estás? —La japonesa se movía por toda la oficina de la contraria— el paciente Jungyo acaba de fallecer y-

— Momo no tengo tiempo... ah... —bajo su vista en su pierna, y la quiso mover, pero no podía— estoy en la carretera Namsanpyeong-gil, no me interesa que hospital me lleven, pero necesito que la ambulancia llegue lo más rápido posible, que sean dos para ser exacta —su celular vibro viendo que tenía solo 10% de batería— Momo, no tengo tiempo, solo pido que en el hospital que me lleven a mí y a Park, puedan disponer de una sala de cirugía y si no se puede has un traslado a ese hospital, pero por favor que sea rápido, tengo que operar a Jimin y al hombre del camión, luego te explico pero que sea Ya.

— Está bien Yoo  —guardo silencio por un instante— unas ambulancias ya están enviando, los van a llevar al hospital Ansan...

Suspiro de alivio de tener a alguien que este a su lado siempre, su mano dejo de tener fuerza y con los ojos nublados vio cómo su dispositivo se apagaba.

Tenso su mandíbula y con el mayor esfuerzo tomo la botella de agua que encontró en la porta vasos, rompió por la mitad la camiseta del castaño y desgarro otro poco de ella para bañarla en agua y llevarla a la herida de su costilla y con su tras mano levanto el mentón para evitar una lesión.

Una lagrima se deslizo por su mejilla, por ver como se encontraba su mejor amigo, y por el dolor plasmado en su cabeza.

El carro se tambaleo un poco hacia el filo y lo que pudo hacer en ese momento fue solo volver a ponerse el cinturón de seguridad y el de Jimin para evitar otro golpe.

A lo lejos escucho las sirenas y todo el peso en sus hombros tensos, se libró.



...



— ¡Abran paso por favor! —dictamino un enfermero.

— ¿Oigan, les llego una solicitud del hospital central de Seúl?

El hombre visualizo a la herida con desconcierto, era claro que conocía a la persona frente suyo y su propósito, pero era riesgoso que la dejaran operar a alguien en ese estado.

— Si. —asintió— Pero alguien más LOS va a operar señorita, así que le pido reposo, ahora-

— ¡NO! —freno de golpe— estoy en perfecto estado y no me quedare tranquila, pedí una sala y me la van a dar, yo seré responsable de todo.

Nunca sintió tanta adrenalina acumulada, pero tenía que moverse rápido o Jimin nunca más se podría mover.

— Está bien —frunció sus cejas el enfermero— pero dígame como piensa moverse si no puede estar de pie, su pierna derecha está rota.

Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora