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Park Jimin:


Martes, un molestoso martes.

Contar los días no me servía, era tortuosa de solo hacerlo y de tener esas imágenes en mi mente bien intactas, juraría que quiero que un carro me atropelle para no recordar.

Pero no soy el único que esta así, Tae está peor que yo, de solo verlo tirado en su cama, con las lágrimas secas en su mejilla.

Nos afectó mucho no tener a Jeong-Yeon a nuestro lado, sus insultos, extrañaba sus postres, y me sentía mal de haberla tratado mal, si hubiera sabido que no la iba a volver a ver, no la hubiera tratado como alguna niña.

— Jimin, ¿volvió? – escuche su voz ronca.

— No TaeTae – me frote mi nariz, me preocupaba mucho la actitud de mi mejor amigo, se veía fatal.

— Qui-quiero que vuelva – lagrimas volvían a resbalar de sus ojos – Jimin, quiero volver a verla.

Me acerque hasta él, sentándome al lado suyo acunando su rostro en mis manos, luego abrazándolo rápido al ver que su llanto cesaba más.

— Tae, por favor cálmate, tu madre y tu padre están preocupados por ti – fruncí mis cejas.

— Es que no puedo – hizo puños su manos, golpeando su almohada, quedando boca abajo.

— Pero tiene que, no olvides que tu condición puede empeorar – advertí, sobando sus hebras negras.

— Es-está bien Jimin – se volteo y abrazo mi cintura, reposando su cabeza en mis muslos.

Seguí sobando su cabeza, éramos niños diría yo pero ciento que lo que nos sucede son cosas de jóvenes.



...



Al día siguiente nos presentamos en clases, todo estaba normal como siempre pero no imagine que los chisme de donde vivimos llegaran hasta nuestro colegio, todo lo que vendría de ser su vida de Yoo andaba por la boca de todos y no me agradaba para nada, sabía que a Taehyung le fastidiaba, estrujaba su mochila en su pecho y sus ojos de volvían rojos.

— Olvídalos Taehyung – susurre, sin dejar de mirarlo – no valen la pena, no saben lo que en realidad paso.

— Pero es nuestra mejor amiga Jimin – me miro con furia – ella no dejaría que hablaran a tus espaldas, haría algo.

— Lo sé, pero ¿crees que se solucionaría algo? – pare mi andar de los pasillos.

— Callarles la boca, eso se solucionaría – miro a las personas pegadas en su casillero siguiendo hablando sin vergüenza alguna.

— Jeong-Yeon no lo tomaría bien – sonreí de lado al ver como su rostro se arrugaba y sus ojos se cristalizaban.

— Pero no quiero que hablen de ella, ella no tuvo la culpa, nunca dio la espalda a su familia, ella en realidad no se quiso ir – agacho su cabeza, cubriendo sus ojos.

Mordí mi labio inferior al sentir mis ojos picar, me sentía muerto por dentro, podrido.

Pero tenía que mostrarme fuerte, para no empeorar el estado de Taehyung.

— Ya acabaron las clases Tae, mejor vamos por un helado de yogurt, el clima está brillando y de seguro Jeong-Yeon lo está disfrutando – apoye mi brazo izquierdo en su hombro, intentando sonreír – ella le encantaría disfrutarlo con algún postre.

— Te soy sincero, esto nunca te quise decir porque era o es tonto – se limpió sus mejillas – sentía celos cada vez que Jeongyeon te daba postres y solo eran para ti, tu nunca le diste lo que ella quiso y yo moría por probar sus postres y decirle las obra de arte que realizaba.

— Te soy sincero, no eran la gran cosa – apreté mis labios arrugando mis nariz un poco – pero si eran deliciosos.

— Aish... no me lo digas en la cara – hizo una mueca.

— Oye en la clase una chica te estuvo mirando, era bonita – empezamos a avanzar a la salida.

— Ajam... – dijo desinteresado – pues que se fije en otro chico, porque me gusta alguien más.

— ¿Enserio? – hablo alguien atrás de nosotros, haciendo parar nuestro andar.

Volteamos, viendo a la chica que veía a mi amigo en clase de artes, no dejaba de mirarlo y me dio risa al ver que se fijó en mi mirada en ella que se sonrojo y siguió dibujando.

— Y ¿Tú eres? – fruncí mis cejas al escuchar las palabra de mi mejor amigo.

— Lo siento si te incomodo – agacho la cabeza, no dejan por alto que tenía algo detrás de su espalda.

— ¿Qué es eso? – pregunte, viendo como alzaba su cabeza y señale atrasa de su espalda.

— O-oh esto... – puso en enfrenté un taper envuelto en una tela con imágenes de ositos repetitivos, sonriendo al mirar lo que tenía en manos – era para alguien pero al parecer... – suspiro y alzo la mirada, sonriendo, haciendo que sus ojos se cerraran – toma – me lo tendió.

— ¿Para mí?

— ¿Para él? – pregunto incrédulo, sin dejar de ver lo que veía.

— Fue un gusto verlos – movió su mano y camino hacia la salida, con la cabeza gacha.

Mire el taper en mis manos, enarcando una ceja, esto era el estilo de Taehyung y no mío es lo claro.

Acerque mi mano al lazo en tela y vi un taper celeste, abrí los extremos y alce la tapa, eran kimpa con imágenes y una ¿nota?

Alce mis cejas y suspire.

— Esto es tuyo... – empuje el taper en su pecho – no mío.

— Te lo dio a ti – frunció las cejas.

— La nota dice otra cosa – señale con mi mentón el contenido.

Vi como agarro la pequeña carta color verde agua: "Para TaeTae hyung"

Vi su rostro confuso y agarro la nota, des-doblándola y leyéndola en silencio yo por ejemplo no le dije nada y solo me acerque hasta estar en su hombro y leer.


"No sé cómo iniciar esta declaración, pero puedo decir que mis sentimientos son sinceros hacia ti, sé que tu no me vas a corresponder pero esto iba hacer que no me sienta mal al escuchar que te gusta mal otra persona, y no te obligo a corresponderme porque eso no se llamaría amor, un sentimiento fuerte y verdadero.

No me conoces pero puedo decir que yo si un poco de ti, te gustan los colores llamativos y comes mucho el Kimpa en los recesos, te sonrojas por solo un cumplido, crees en los destinados y cosas más, parezco psicópata diciendo tus gustos pero es la forma de no mentirte en al decir que conozco algo de ti. 

Si tu respuesta es no, prefiero que me ignores y no me busques, porque si lo haces seria darme esperanzas y no quiero eso."

"Con cariño Minatosaki la japonesa >.<"



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esta historia no se quedaba atrás con las actualización, nononono, se tenia que hacer y se hizo.


Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora