24

134 22 3
                                    


Taehyung.


Me sentía tonto acomodando cada mechón de mi cabello, según yo estaba desarreglado, pero se ponía cada vez peor cuando pasaba mi mano por el lugar del mechón y se despeinaba todo, mala fue mi decisión al sentirme frustrado y revolver todo mi cabello, pareciendo un plumero.

Mire por todos mis lados en busca de Sana, no viendo presencia alguna.

— ¿Tal vez se le olvido?

Iba a mentir si dijera que no me sentía mal, me había arreglado con ayuda de Jimin, con ropa que no suelo usar.

— Créeme que no – abrí mis ojos ante la presencia de Sana, parándome de golpe y casi tropezando con mis propios pies – cuidado.

La vergüenza se apoderaba de mi rostro, sintiéndolo caliente hasta las orejas.

— Paso por mi cabeza que no vendrías – rasque mi nuca para tranquilizar mis nervios.

— No lo iba a hacer – me quede en blanco ante su repuesta, tal vez esperaba un no como respuesta o algunas palabras delicadas – pero... acordaste tener tus treinta centímetros conmigo, aparte es sábado y no tengo nada que hacer.

Suspire, no era del todo mala su respuesta y me conformaba, no iba a mentir que me lo merecía.

Un año le mentí, y si lo pienso es demasiado tarde como para pedirle perdón cuando no lo cuenta.

De un momento a otro me sentía mal, demasiado, que sentía que era poca cosa lo que hacía para qué... ya no encontraba razón alguna, ¿su disculpa? Mis emociones se enredaron y no me agradaba.

— ¿A dónde iremos? – parpadee, viéndola tomar asiento en la parada de bus, justo al lado mío.

— No tengo un lugar específico – apreté mis labios al sentir su mirada, no le dirigí la mía por miedo de verla y perderme en ella – no lo tengo... – hable rápido para no escuchar un regaño – porque no quiero algo común, por eso vamos a pasear en el bus.

— Esto es una pesada broma, ¿cierto?

Moví mi cabeza de lado a lado, tragando en duro al girar mi rostro y mirarla, estaba asustado por si quería irse por mi decisión.

— Bueno... – alzo sus hombros – ¿cuál bus vamos a tomar?

Mi sonrisa no se hizo esperar.

— Tete – abrí mis ojos al escuchar el apodo, no me imaginaba volver a escucharlo y era demasiado confortante oírlo.

— Dime.

— ¿Qué tienes? – mucho más al saber que se preocupa.

— Solo pienso. Tengamos esta conversación en el bus, ¿te parece?

— Si así lo deseas.

Con el viento soplando en nuestros rostros podía sentir la tranquilidad en el momento, mis nervios bajaron aun estando al lado de Minatosaki, ella se encontraba tarareando una canción mientras movía sus pies de lado a lado, no me había percatado que llevaba puesto un jean negro y una pollera ploma con unas simples zapatillas bajas.

— Kim.

Parpadee al sentirme tonto por estarla mirando, cualquiera pensaría que soy un pedófilo.

— ¿Qué paso? – apoye mi nuca en el delgado metal que era la parada.

— Estas demasiado formal para solo pasear en bus – me apunto con su dedo índice y su frente arrugada.

Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora