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Diez horas antes.-

En el hospital Universitario de Ajou, las salas de operaciones estaban llenas de pacientes y no había ninguna vacía, pues en una carretera había ocurrido un choque, era un bus con veintitrés personas contando al chófer y cuatro muertos al no durar, se habían estrellada con un camión que trasladaba combustible y fue una gran explosión que ocurrió.

Por otro lado, una ambulancia estaba atracada en un tráfico que se ocasionó por un desacuerdo de dos personas, haciendo que se metieran tres personas más, el técnico de emergencias sanitarias se estaba hartando por aquella situación y más por saber que lleva consigo un cuerpo en el peor estado.

- ¡Por favor siga despierto! – un enfermero al igual que el conductor se estaba desesperando y más cuando es su primer día, pero en la peor ocasión - ¡No reacciona Wang! – se giró al médico que andaba más perdido y no tuvo de otra que golpear su mejilla, para que reaccionara cosa que funcionó.

- ¿Qué pasa? – se puso de pie y miró al paciente, buscando su mini linterna del tamaño de un lápiz y dirigirlos a los ojos de la persona - ¡¿Por qué no rayos no se mueve el carro Lee?! – frunció sus cejas, negando frustrado.

- ¡¿Qué QUIERE QUE HAGA WANG?! SI AFUERA TENEMOS IGNORANTES Y NO SE HACEN AUN LADO – golpeó el volante y bajo la ventana con brusquedad y agarro un megáfono prendiéndolo - ¡NECESITO QUE SE HAGAN AUN LADO, LA VIDA DE MI PACIENTE ESTÁ EN SUS MANOS Y MORIRÁ SI NO SE HACEN AUN LADO! – y fue por las puras hacer algo así, ya que como paso un minuto y no hubo algún grito en aprobación o movimiento, golpeó varias veces el claxon y gritando en frustración, el sudor helado bajaba por sus sienes hasta el pómulo, se giró y vio por la ventanilla.

- ¡SEÑOR LO ESTAMOS PERDIENDO! – abrió los ojos horrorizado el enfermero.

- ¡MUEVE INSERVIBLE! – chasqueo la lengua Wang, y empujo el cuerpo haciendo que se sentara de golpe, se acomodó el delantal y se subió al cuerpo en horcajadas – ¡necesito ver el pulso idiota muévete¡ - miro al enfermero, haciendo que se moviera rápido de su lugar – 78 latidos y va bajando rápido... - susurro.

Wang, puso su mano extendida izquierda en el pecho del paciente y con la otra, la cubrió en puño, haciendo la reanimación

- uno, dos tres... - empujó tres veces seguidas el pecho de aquella persona - ¡UNO...! – Lo volvió hacer - ¡POR FAVOR! –Tenso su mandíbula y reanimó dos veces - ¡NO TE PUEDES IR AUN! – sudor baja por su frente, haciendo que el cabello ondulado de la persona se mojara o pegara.

- Ya detente – hablo Lee, llamando la atención del enfermero Jung que salió de su shock total.

- ¡NO! – reanimo seguidamente - ¡NO PUEDO VER MORIR A OTRA PERSONA MÁS! – apretó sus dientes.

- ¡BASTA WANG!, ¡YA NO ESTÁ, SE FUE!

- Hora de muerte 2:18 de la tarde, paciente Yoo Chang-joon – susurro impactado enfermero. Nunca imaginó que su primer día ahí, sería para perder a una persona.

- Es mi culpa – sollozó en el pecho de la persona ya fría y pálida.

- ¡IDIOTA! , nada es tu culpa, ni nuestra, hicimos lo que pudimos, lo que hacemos siempre, la culpa la tiene los que están afuera y no están haciendo nada más que esperar que el tráfico pase, si estuvieran en nuestro lugar, sabrían que es querer salvar a alguien... - suspiro y quito el sudor que baja por su mejilla – pero no lo hacen así que no te eches la culpa de algo que no va al caso estúpido, y va para ti también novato... - Miro al chico que solo asintió – así que tapen a la persona e informen a la doctora Shin, ella se hará cargo de informarles a los familiares – miró a ambos y asintieron, él se acomodó en su asiento.

Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora