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Maratón(2/2)


Miro su alrededor con desespero, esperando que, por segunda vez, la persona que entrara por esa puerta sea su amigo y no un desconocido.

Entendía que el lugar estuviera lejos, pero no sabía cuánto, si Jimin le hubiera dicho donde se encontraba no hubiera escogido ese lugar, pero...

Se rasco su nuca con fastidio y rodó los ojos, esperaría diez minutos más, no podía jugar con Park a las escenas de película en ese instante, no cuando tenía que estar en su trabajo y-

— Ya llegué – miro enfrente suyo como un castaño tomaba asiento.

— Lo sé – suspiro, intentando calmarse un poco para no estresarse más de lo normal.

— Lo siento pues – dijo irónicamente, lo cual no paso desapercibido por la pelinegra que frunció sus cejas por la forma de expresarse.

Cerro sus ojos para tranquilizar todo su interior y alzo su mano para tomar la orden, viendo al camarero de hace rato acercarse con una pequeña sonrisa que dé volvió por generosidad, el pobre no tenía la culpa de nada.

— Dígame – agarro su lapicero y pequeña libreta.

— Me trae unas galletas de mantequillas y dos cafés.

— Yo no quiero nada.

— Cambie una taza de café por un chocolate – rodeo sus ojos la menor por la actitud que tenía el castaño – para endulzar un poco al hombre – susurro, pero supo que su acompañante lo escucho y el mesero, el cual se retiró con incomodidad de la mesa.

La pelinegra, apoyo sus manos en la mesa, mirando cada movimiento que, hacia su amigo, claro que a veces sacar con tu cerebro lo que sucedía no era fácil.

— ¿Me dirás que sucede? – ladeo su cabeza.

— Me encuentro bien, gracias por preguntar – el castaño sonrió de lado.

— Yo también me encuentro bien – le devolvió a la jugada – Jimin, podrías dejar tu mala actitud que no tengo de nada la culpa.

— Es lo mismo que me dijo Kim – susurro Park, llevando una de sus manos a sus mechas que tenía en su frente y llevarlas hacia atrás.

— Si Taehyung lo dijo es por algo ¿no?, no por las puras te diría eso – se cruzó de brazos.

Park apretó sus puños cosa que no paso de desapercibido por la pelicorta que calmo sus instintos, sabía que algo le pasaba a Jimin y que sería muy difícil hacer le hablar.

Jimin no sabía cómo expresar lo que sentía, quería solamente hablar con Jeongyeon y que le cuente algo interesante como siempre lo hacía, pero tal vez escogió el momento equivocado y eso le molestaba.

— ¿Qué sucede Jimin? – Yoo suavizó su voz por la mirada preocupada que tenía su mejor amigo, haciendo que ella se sintiera mal.

— Mi papá está mal – se mordió el labio – y en parte es mi culpa.

Yoo fruncido sus cejas, estaba claro que sentía su corazón acelerarse, estaba hablando de su mitad padre.

— ¿Y por qué piensas que es tu culpa?

— Lo dejé solo y cuando volví, recibió un disparo cerca de la costilla.

— ¿Por qué crees que es tu culpa? – su corazón se sentía frió, sentía como si el azúcar se le hubiera bajado.

— Lo dejé solo – repitió frunciendo sus cejas – ¿acaso no escuchaste lo que dije? Siento que es mi culpa por que lo deje solo.

— Esas tres palabras no son suficientes para poder entenderte.

— Claro – se apoyó en el respaldar de la silla, sonriendo de lado – ¿Qué vas a entender tú?

— ¿Es acaso chistoso esto? – le menor tenía una ganas de salir de ahí para no empeorar todo, pero como hacerlo si su boca ya había hablado – estamos hablando de tu padre, el cual pudo morir Jimin, así que deja de actuar así que no ayudas a que pueda comprenderte y entender – apretó sus dientes – y claro que te entiendo, acaso olvidas que yo ya no vivo con mis padres, que se murieron – enarco una ceja y soltó una baja risa – eh dejado mi puesto de trabajo para venir acá porque me preocupo por ti y lo único que eh recibido hasta ahora son tus respuestas irónicas o sarcásticas, con tu actitud de mierda.

— Soy un estorbo, ya veo – asintió Park, apretando sus labios por la incomodidad que albergó todo su cuerpo.

— Si lo dices así, me haces ver como la mala del cuento. Y no eres un estorbo Jimin, solo que me molesta tu actitud desde que llegaste – se froto su frente – dime que sucede, no es fácil para mi estar esperando tu respuesta, ya que hace rato hubiera llamado a tu madre o a Taehyung y me hubieran contado, pero sé que tu estas mal y quieres desahogarte – llevo una galleta a sus comisuras para luego morder – así que, por favor, que no te muerda el ratón la lengua.

Jimin agarro el vaso de chocolate y lo llevo a sus labios para ver todo de una sin interrupción alguna de querer aire, tal vez si necesitaba algo empalagoso para calmar su sentir y no explotar, ya que, al terminar el vaso, sus manos dejaron de formar puños y dejar de sentir incomodidad.

Pero si era demasiado dulce podría terminar llorando por sentirse así.

Agacho su cabeza por reflejo, apoyando su frente en la mesa y sintió la mano de Jeongyeon en su cabello.

— Sentí que moría – mordió su labio, al sentir su estómago contraído – que no podía hacer nada al tenerlo en el suelo, un desespero por ver que se moviera, que me mostrara su sonrisa y cuando no vi aquello, sentí que moría.

Su rostro se arrugo al dejar las lágrimas salir con las esquinas, teniendo la vista borrosa, pero con sus odios intactos.

Era como revivir en aquel instante lo que vio.

— En los tiempos que sentí aquello, no podría compáralo con lo tuyo, era una niña de cuatro y ocho años – sonrió la pelicorta al ver como el castaño levantaba su rostro lentamente, llevando su mano a sus mejillas para eliminar aquel rió de lágrimas – recuerdo que, si dolió, pero no moría, ¿por qué morir cuando la educación que me brindaron era la mejor? – ladeo su cabeza – estaré pensando solo en mí. Tal vez sea así, pero si me caía a esa edad ¿Quién me iba a levantar?, ¿mi hermana? ¿mis tíos? ¿mi prima? ¿mi abuela? ¿Tú o Taehyung? – agarro la mano de su amigo y suspiro – nadie iba a poder levantarme realmente, eres el dueño de tus emociones, aunque no te guste y si sientes que mueres, déjame decirte que estas cayendo Park Jimin, y una vez que caigas tal vez te ayude a ponerte de pie, pero es si tú lo deseas.

— ¿Estarás ahí? ¿cierto? – apoyo su otra mano en la que tenía Jeongyeon su mano para darle un fuerte apretón – cuando aquello pase.

— Estaré ahí – señalo su pecho con su índice – y aquí – esta vez señalo su frente.

Se sonrieron con cariño y decidieron terminar lo que pidieron, y a la vez llamando al camarero para que traiga otro embutido de chocolate.





Dulce sabor se tomara una vacaciones, vuelvo el día 30/05/21 por que mi mente no tiene ideas y necesito ver doramas o cual quier cosa para inspirarme, mas y saber como llevar la historia, tomen esto como la primera parte de la historia.

SEE YOU LATER 

I LOVE YOU

Sapore dolce // JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora