Buena intención.

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***
Cuando Katsuki ya no estuvo en casa, Shōto decidió ir al dormitorio de Masaru pues su intención era saber por qué el beta no podía abandonar aquel estado permanente de tristeza.

Antes de entrar, llamó a la puerta y, hasta que el adulto no le dio permiso, no pasó.

—Buenos días, Todoroki.—Le saludó nada más verlo.

—Buenos días, Señor Bakugou.—¿Le importa que hablemos?

—No, en absoluto.—Acércate.

El tritón se acercó respetuosamente, dejando cierta distancia entre ambos.

—Señor Bakugou, yo quiero ayudarle con su problema.

—¿Mi problema? ¿Te refieres a mi depresión?

—Sí, quiero que usted sea feliz; así Bakugou también lo será.

Masaru sintió cierta ternura por el adolescente pues, por un momento, le había parecido un niño.

—Comprendo tu deseo pero no es fácil...

—¿Por qué?

—Es que... Realmente no tengo ganas de vivir, desde que Mitsuki murió siento que una parte de mí se fue con ella.

—Entiendo que esté triste, si mi omega muriese no sé que sería de mí.—Admitió entristecido al imaginarse en esa hipotética situación.—De todos modos, tiene a su hijo. Él lo cuida y lo aprecia mucho; intente mejorar por Bakugou. Lo está pasando mal. Por favor.—Dijo suplicante.

El beta podía ve que el tritón estaba realmente enamorado de su hijo y esto se le hacía extraño porque apenas se conocían.

"¿Será que los tritones son más apasionados que los humanos?"

De todos modos, sabía que el bicolor tenía razón. Tenía que mejorar, aunque fuera por su hijo.

—Está bien, lo intentaré.

Shōto sonrió pues el hecho de querer intentarlo era mejor que nada.

—Señor Bakugou, ¿hay algo que quiera hacer ahora?

El adulto se mostró pensativo antes de decidirse por algo.

—Quisiera salir fuera, aunque sea tan sólo a la puerta de la casa.—¿Sabes si está lloviendo?

—No lo sé, voy a mirar.

El adolescente apartó la cortina y por ésta se colaba la luz del sol.

—No llueve.

—En ese caso, ayúdame a levantarme.

Todoroki no dudó en echarle una mano y pudo lograr que Masaru se pusiera en pie.

A continuación, como el de cabello castaño ya estaba vestido, éste sólo tuvo que tomar unos zapatos para después dirigirse a la entrada junto al tritón.

—Qué hermoso día...—Dijo Masaru una vez fuera.

El padre de Bakugou miraba a su alrededor como si el lugar fuera nuevo para él, sin importarle el fescor de la mañana.

—Ya no recordaba lo hermoso que era el jardín, a Mitsuki le encantaba.—Dijo nostálgico.

Shōto lo observaba en silencio, queriendo decir algo pero sin saber muy bien cómo empezar.

—La echa de menos; ¿cierto?

—Sí...Ella siempre será el amor de mi vida.—Dijo para luego suspirar con tristeza.

—Ya veo...¿Cómo era ella?

—Mitsuki era para mí la mujer más hermosa y valiente que jamás he conocido.—Katsuki se parece mucho a ella.

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora