Problemas y alguien vuelve.

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***
Momo seguía en el mar, nadando con cautela para no ser descubierta. Y todo parecía estar marchando bien, sin embargo, cuando estuvo lo suficientemente cerca del Palacio de Hielo, sucedió algo inesperado.

—¡Princesa Yaoyorozu, deténgase!

Había sido descubierta por un guardia de su padre.

"¡Oh, no! ¡¿Ahora qué voy a hacer?!"

—¡Por favor, no le diga nada a mis padres! Yo sólo...

—¡Guarde sus excusas para sus padres!—De momento, vendrás conmigo.

—¡No!

La alfa intentó zafarse del agarre mas no pudo, ya que el otro alfa era más fuerte que ella.

Como último recurso, decidió apelar a la compasión del guardia.

—¡Te lo pido, suéltame! ¡Tengo que ayudar a un amigo!

El tritón la miró de reojo y le dijo:

—Si se refiere al príncipe Todoroki, él ya escapó.

—¿Qué...?

Se quedó paralizada, pues no esperaba que el bicolor hubiera podido irse por su cuenta.

"Ha de haber tenido ayuda. Alguien llegó antes que yo, creo que fui lenta."— Se lamentó mientras era llevada por el guardia hacia el castillo de su familia, en el cual se llevaría una gran reprimenda.

***
En el pueblo, Katsuki caminaba junto a su amiga Kyoka hacia su casa. Una vez en la puerta, su amigo le dijo:

—Puedes irte si quieres, estaré bien.

—No, estoy bien contigo.—Hablo en serio, puedo quedarme.

—No es necesario, yo no tengo que ser vigilado.—Te agradezco que hayas estado conmigo.

—Pero...

—Orejas, puedo estar solo. No haré ninguna locura. Puedes estar tranquila.

Jirou miró a su amigo, preocupada todavía debido a que éste podría caer en depresión. Sin embargo, tenía que respetarlo y dejarlo solo si así lo quería.

—Está bien, me iré.—Solamente te pido que, si necesitas algo o te sientes mal, que me llames. ¿De acuerdo?

—Sí, lo haré.

Habiéndoselo prometido, la omega pudo quedarse más tranquila.

—Bien, nos vemos pronto. ¡Hasta luego!

—Adiós.

La chica se fue y él se quedó solo.

—Por fin...

Katsuki sintió que ya podía relajarse, así que se dirigió a su habitación para descansar.

***

Sin darse cuenta, se había quedado dormido hasta el día siguiente.

—Qué fastidio, voy a ver qué hora es.

Agarró su teléfono y pudo comprobar que eran las cinco de la mañana. Hora de levantarse para ir a trabajar. Así que se levantó de la cama y fue a ducharse.

Una vez en el baño, se limpió a conciencia y lavó su pelo, el cual secó al salir de la bañera. Después fue a su habitación y se vistió para luego ir a la cocina para hacerse el desayuno.

—Hoy haré huevos revueltos y tostadas.

Seguidamente tomó la sartén, encendió el fuego y echó aceite. Cuando ya estuvo caliente echó un par de huevos.

Mientras se hacían puso un par de tostadas en el tostador y metió un vaso de leche en el microondas para calentarlo con el fin de prepararse un café.

Tardó un buen rato en tenerlo todo listo.

—Ya está.

Dicho esto apagó el fuego y la tostadora, además había sacado la leche y le había puesto café. Después fue a la mesa de la cocina para desayunar mientras ojeaba las noticias.

Para Katsuki iba a ser un día como cualquier otro, sin saber que una agradable sorpresa le esperaba en el mar.

***

Finalmente el omega se encontraba en el mar trabajando hasta que su jefe Tsunagu lo llamó.

—¿Pasa algo, jefe?—Le preguntó Katsuki cuando se acercó a él.

—No, sólo quiero que me acompañes a mi despacho.

—¿Para qué?

—Es para discutir sobre un asunto conmigo, será un momento.—Le aseguró sonriendo sospechosamente.

—Está bien...

Entonces Hakamata pasó uno de sus brazos por encima de los hombros del pescador y, cuando lo hizo, dirigió su mirada hacia la nuca del omega y pudo ver la marca que éste tenía en el cuello.

"Una marca...¡¿Él ha sido marcado?!"

Saber aquello lo enfureció mas no lo iba a manifestar hasta que no estuvieran dentro de su despacho pero, una vez dentro, reveló sus verdaderas intenciones.

—¿Quién te hizo esa marca?—Le preguntó a Bakugou acorralándolo contra la pared.

Katsuki lo miró desafiante y le respondió:

—Tchs, no es de tu incumbencia.

El alfa no se achicó e insistió.

—Dímelo.

—No es nadie que conozcas, así que déjame en paz.—Dijo agarrando de los brazos al rubio para apartarlo de él.—¿Eso era lo que quería decirme?

Tsunagu se resistió y no permitió que el omega lo apartase de él.

—No, no he terminado.—Dijo mirándolo fijamente.—Mira, no sé quién es tu alfa pero voy a seguir peleando por ti y en estos momentos voy a demostrarte que soy mejor opción que esa persona.

—¿Qué estás diciendo?

Hakamata agarró la barbilla del más bajo para evitar que apartase su rostro y así poder besarlo.

"¡No, no! ¡Qué asco!"

Empezó a golpear el torso de su jefe para intentar apartarlo mas no era capaz.

"¡Maldición, maldición!"

Tsunagu no le dejaba, más bien trataba de intensificar el beso introduciendo su lengua en la boca del más joven.

"Cesa en tu empeño de resistirte, Bakugou. Déjate llevar."

Y cuando parecía que el rubio cenizo se iba a rendir, alguien llamó a la puerta.

>¡Bakugou! ¡Te buscan!

Era la voz de Kirishima.

El jefe, que se había separado al oír la puerta, fue empujado por el joven pescador; que aprovechó para huir de allí abriendo la puerta.

—¿Quién me busca?—Cuestionó una vez fuera.

Eijirou sonrió y le respondió:

—¡Míralo por ti mismo!

Katsuki, intrigado; salió a cubierta para ver de quién se trataba.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora