Una visita de amigos(I).

281 39 52
                                    

***
Shōto marcó el número de su jefe, aunque tuvo que insistir hasta que por fin obtuvo una respuesta.

>Hola, Tsunagu al habla. ¿Qué quieres, Todoroki?

—Hola, disculpe pero ya no soy Todoroki, sino Bakugou.

>Ah, sí. Lo olvidaba, ¿qué quieres?

—Quiero un permiso para poder estar con Mi Katsuki y mis hijos.

>De acuerdo, tienes dos semanas de permiso.

Al bicolor le parecía poco tiempo mas supuso que no podía pedir más.

—Está bien, gracias.

Su conversación acabó y volvió con su familia.

—¿Ya has hablado con él?

—Sí, me ha concedido 15 días de permiso.

—Está bien, necesitaré algo de ayuda durante estos días.

—Ya pero a mí me hubiera gustado un permiso más largo.

—¿De cuánto?

—Hasta que me muriera de viejo.

Katsuki suspiró y dijo:

—Eso no es posible y lo sabes.

—Ya...

El extritón se veía algo insatisfecho y el omega lo notó.

—Odias ser pescador, ¿cierto?

Shōto lo miró y lo reconoció:

—Sí, admito que detesto este trabajo.—No me gusta ser pescador.

El de ojos rubí se sintió culpable, ya que era por él que su esposo debía dedicarse a ese oficio.

—Lo siento, Shōto.—Es por mi culpa que tú hayas tenido que trabajar en algo que no te gusta.—En cuanto pueda, volveré a ser pescador y así no tendrás que hacer que no te gusta.

El de ojos desiguales se acercó y tomó una de las manos de su marido para decirle:

—No te disculpes, Katsuki.—Yo fui el que decidió ocupar tu puesto de trabajo. Tú no me obligaste a nada.—Así que no te sientas culpable por mí.

—Está bien, tranquilo.—No pasa nada, sólo tienes que aguantar hasta que los niños dejen de necesitar amamantar; ¿podrías aguantar hasta entonces?

—Claro que sí, Mi querido omega.—Dijo para después darle un beso.

***

Pasaron los cuatro días y pudieron regresar a casa, Shōto cargó a Kaito y Katsuki a Asahi.

Los dos estuvieron muy emocionados por la llegada de sus retoños a su hogar.

Cada uno depositó a un bebé en una cuna, la de Kaito era de color azul celeste y la de Asahi era de color vainilla.

—Son tan lindos... ¿Verdad, Katsuki?

—Obvio, sus dos padres lo son.—Le respondió sonriéndole tiernamente mientras acariciaba el rostro del alfa.

—Claro, sobre todo tú; el omega más hermoso del mundo.

Katsuki se rio y contestó:

—Eso es porque has visto a pocos omegas.

—No, es la verdad.—Dijo acercando a su amado hacia él.—Tú eres el omega más apuesto e increíble que he conocido.

El susodicho se sintió emocionado por las palabras del bicolor.

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora