El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+

El inicio de algo nuevo.

***
La pareja no volvió a cruzar palabra con el jefe del rubio cenizo pues éste no parecía tener ánimos para salir de su despacho mientras que Bakugou continuase allí.

Cuando al fin bajaron del barco; se quedaron a hablar con el resto de compañeros.

—Vaya...¡No puedo creer que nuestro Bakugou finalmente haya encontrado a su alfa!—Exclamó Mina emocionada.

—No es vuestro, es sólo mío.

—Sí, es nuestro amigo.—¡Hay Bakugou para todos!—Gritó Ashido haciendo énfasis en todos para hacer rabiar al bicolor.

—No, Katsuki me pertenece solamente a mí.—Afirmó abrazando a su amado para acercarlo a su cuerpo.

A la omega le hacía gracia que el extritón no captara la broma.

—Qué posesivo~—Pero no seas egoísta, comparte~

—¡No!

En ese momento Bakugou se quejó.

—Tchs, para ya idiota.—Me estás agobiando con tanto abrazo.—Dijo intentando deshacerse del abrazo de su amado.

—Perdón.

Y entonces lo soltó justo en el instante en el que la de cabello rosado se comenzó a reír.

—Ja, ja, ja.—Eres como un niño, no sabes captar una broma.

—Sí sé pero no me gusta imaginar a Mi Katsuki estando con más personas.

—Entiendo eso.—De hecho envidio a Bakugou por tener a un alfa tan atractivo, ¡yo también quiero uno!

—Lo encontrarás cuando empieces a comportarte como una persona normal.—Dijo Bakugou para molestarla.

—Si eso fuera cierto, no habrías encontrado ninguno.

—¡Te vas a enterar, ojos de mapache!

Ella salió corriendo de allí despidiéndose en el acto aprovechando que Todoroki tenía agarrado al omega.

—¡¿Por qué no me dejas ir tras ella?!

—Porque no quiero perderte de vista cuando apenas acabo de llegar.

Al escuchar eso, el de ojos rubí dejó de moverse pues su novio le había dicho algo un tanto vergonzoso para él.

Los amigos de Bakugou los miraban sonrientes.

—¡Realmente hacéis una buena pareja, ambos sois muy varoniles!

—Gracias.—Respondió Shōto.

—Tks, no digas tonterías.

—¡No es una tontería!

—Sí, lo que tú digas.—Me voy a casa.

Iba a darse la vuelta para irse junto al de ojos desiguales cuando Denki tomó su muñeca.

—¡Espera! ¡Antes debemos acordar a qué hora vamos a quedar hoy!—Dijo el beta.

—¿Quedar? ¿Para qué?

—¡Para darle la bienvenida a tu novio al Bakusquad!—Dijo Hanta.

—¿Ah? ¡¿Y quién decidió eso?!

—¡Nosotros!—Dijo Kaminari.

—¿Cuándo?

—En estos momentos.—Afirmó el rubio con el mechón negro.—¿No queréis?

—Yo sí quiero.—Dijo Todoroki.

Katsuki volteó su rostro al escucharlo.

—¿En serio?

—Sí, quiero saber cómo son las fiestas de los humanos.

—¡Entonces no sé hable más! ¡Esta noche a las diez en el bar coral!—Dijo Sero.

Nadie objetó nada y acordaron avisar a su amiga Mina.

***

Shōto y Katsuki caminaron tomados de la mano hacia la casa del rubio cenizo.

—Estoy tan feliz, Katsuki.—Por fin estaremos juntos para siempre.

—Yo también estoy feliz pero no puedo evitar sentirme culpable al saber que no podrás ir a visitar a tu familia. Además de haber renunciado a ser un tritón.

El alfa miró a su novio y le respondió:

—Katsuki, no te preocupes por eso.—Ellos encontrarán la forma de venir a visitarme y; en cuanto a lo de dejar de ser tritón, estoy feliz siendo humano. Yo siempre tuve ganas de serlo y más todavía cuando me di cuenta de que eres mi omega.—Dijo con una tierna sonrisa.

—Shōto...—Murmuró emocionado por las palabras de su amado.

—Te amo y nada me hace más feliz que estar a tu lado, así que no tienes que martirizarte.—Le aseguró para después darle un beso en una de sus mejillas.—Ahora solamente pienso en lo bien que estaré contigo a partir de este momento.

El de ojos rubí le sonrió.

—Está bien.—Yo contribuiré para que seamos felices.

Siguieron su camino hasta que finalmente llegaron a casa y, estando allí; Bakugou decidió empezar a hacer la comida.

—¿Puedo ayudarte?—Cuestionó Todoroki.

—No es necesario.

—Por favor, Katsu.—Quiero que hagamos algo juntos.

El rubio se mantuvo en silencio por unos segundos y respondió:

—De acuerdo, puedes empezar por cortar unas verduras.

Todoroki estuvo conforme y tomó las verduras que su amado le dijo para comenzar a lavarlas y cortarlas. 

"Parecemos una pareja de casados."—Pensó Shōto feliz de estar haciendo una actividad juntos.

***

Mientras tanto, Momo nadaba tan deprisa como podía para no ser atrapada pues estaba siendo perseguida por varios guardias.

"Tengo que deshacerme de ellos."

La sirena trató de darles esquinazo yéndose entre unos corales para distraerlos y así huir de ellos. Sin embargo; no hizo efecto.

—¡Ahí está!—Gritó uno.

"Mierda."

Yaoyorozu supo que debía irse de allí moviéndose a toda velocidad con el fin de dejarlos atrás.

—¿Me seguirán aún?

La de cabello azabache volteó su rostro para comprobar si la perseguían o no.

—Están muy lejos... Tal vez deba desviarme un poco.

Y así lo hizo la alfa, ella tuvo que irse por un camino distinto sabiendo que de aquella manera tardaría más tiempo en llegar al pueblo en el que estaba Kyoka.

—Ugh, ahora tardaré como dos días en volver...—Se lamentó para después seguir nadando hasta un encontrar un lugar seguro en el que descansar.

Para ello tuvo que nadar durante al menos dos horas.

—Qué cansada estoy, necesito tumbarme...

Miró a su alrededor y se fijó en una gruta medio oculta.

"¡Es perfecto! ¡Allí podré descansar!"

La sirena nadó con las pocas fuerzas que le quedaban y, cuando ya estuvo allí; se tumbó para descansar.

—Menos mal, un poco de paz...

Y murmurando esto, cerró los ojos y se quedó dormida.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!