Una visita de amigos (II)

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***
Entonces continuaron con las preguntas, siendo esta vez Kyoka la que sintió curiosidad.

—¿Fue muy duro el parto, Katsuki?

—Sí, jodidamente largo. Tuve que sacar a dos bebés de mí.

—Ya... Supongo que fue agotador.

—Bastante, tardé varios días en recuperarme.

—Ya veo... ¿Duele mucho?

—Claro que duele al mismo dar a luz, aunque las enfermeras y el médico me ayudaron con el dolor.—Además de que tenía a Shōto a mi lado.—Dijo sonriéndole a su esposo.

El extritón le sonrió de la misma manera.

—Yo sólo hice lo que debía: Atender a Mi omega y ayudarlo con nuestros hijos.

Todos pensaron que eran una pareja muy tierna y deseaban, en un futuro; poder tener una vida matrimonial así de buena.

—Por cierto, Shōto. Ve a la cocina y trae la jarra que está en  la bandeja que tiene aperitivos.

—Vale, enseguida vuelo.

El bicolor se levantó y fue a la cocina.

—Katsuki, ¿puedo ir a ayudarle?—Preguntó Momo.

—Está bien, ve con él.

La alfa se levantó y se dirigió a la cocina.

—¡Hola, Shōto!—Estoy aquí para ayudarte.

—No es necesario, de verdad que puedo yo solo.

—No lo dudo pero quiero ser de ayuda.—Insistió.

El de ojos desiguales miró la bandeja y la jarra y tomó una decisión.

—Lleva la jarra si quieres.

—¡Vale!

Muy contenta por poder ayudar, agarró la jarra y salió con su amigo de la cocina.

***

Cuando llegaron al salón, depositaron las cosas sobre la mesa y todo el mundo comenzó a comer.

—¡Estos sándwiches están deliciosos!—Comento Sero.

—¡Sí! ¡Estoy de acuerdo!—¿Los has hecho tú, Katsuki?—Preguntó Eijirou.

—Shōto me ayudó un poco para poder ir más rápido. Aunque tuve que corregirle un par de veces.

—Sí, es que Mi Katsuki es bastante exigente y quiere que todo salga perfecto. Pero eso no me molesta, porque aprendo mucho de él.

—Lo sabemos jajaja.—Dijo Denki.—De todos modos, ¿no te impacienta a veces que él sea así?

—No, yo tengo mucha paciencia.

—¡Desde luego eres un santo!—Dijo Hanta.

El rubio cenizo lo miró molesto para decirle:

—¡¿Ah?! ¡¿Qué quieres decir con eso, cara plana?!

Su marido lo agarró de uno de los hombros para así poder calmarlo.

—Tranquilo, Katsuki.—Hanta no quería decir nada malo, sólo lo dice porque no todo el mundo es capaz de aguantar un carácter fuerte como el tuyo.

—¡Exacto!—Quería decir que hay gente blandengue que no soporta nada.

El omega lo observó fijamente durante unos segundos y se fue calmando poco a poco.

—Está bien, lo pasaré por esta vez.—A la próxima, te mato.—Dijo de manera amenazante.

—¡S-sí!—Dijo el de cabellos azabaches con voz entrecortada, ya que el omega podría llegar a ser intimidante hasta para un alfa como él.

"Menos mal que Shōto lo pudo calmar."

Después las chicas y algunos de los chicos, mostraron más curiosidad por los bebés y todo el tema de la paternidad.

—¿Cada cuanto tiempo los amamantas?—Cuestionó Momo.

—Pues cada dos horas.

—Vaya, ellos deben tener mucho apetito.—Comentó Tetsutetsu.

—Sí, estos mocosos tienen un apetito voraz. Se parecen a Shōto en eso.

Varios se rieron, sin embargo, Jirou dijo:

—Tal vez no sea eso exactamente, creo que los bebés tienen bastante apetito al principio, ¿no?

—Es posible pero, de todos modos; pienso que han heredado eso de Mi Shōto.

—Puede ser.—Dijo Ashido mirando a los bebés que estaban en sus cunas.—Katsuki; ¿cuáles piensas que serán sus géneros secundarios?

—Todavía es pronto para saberlo y no sé qué géneros podrían tener.—Aunque me gustaría que Asahi fuera alfa y Kaito omega.

—¿Por qué?—Preguntó la de cabello rosado con curiosidad.

—Porque me gustaría ver a una copia exacta de Shōto siendo omega y al que se parece a mí siendo alfa, ya que siento que yo debí nacer alfa.

—Entiendo tu punto pero, sinceramente, no creo que Kaito vaya a ser omega; ¿tú qué opinas, Shōto?—Le preguntó Mina.

Los invitados y su esposo lo miraron y él, con mucha calma y seguridad; dijo:

—Yo tampoco pienso que Kaito vaya a ser omega, aunque me daría igual si lo fuera.—En cuanto a Asahi, pienso que podría llegar a ser omega como Mi Katsuki.

—¿Ah? ¿Y eso por qué?—Le preguntó el rubio cenizo.

—No sé, intuición.

Tras los comentarios de ambos, el resto también dio su opinión al respecto.

***

Toya había regresado al castillo y permaneció en su despacho, nervioso por el tiempo que pasaba y que la omega no volviera.

"Seguro que está esperando a que llegue la  medianoche para venir con Shigaraki y Toga para asesinarme pero eso no sucederá."—Pensó el tritón guardando los últimos documentos, ya que iba a ver a Keigo.

El príncipe nadó hacia el dormitorio en el que se encontraba su esposo.

—¿Keigo? ¿Estás aquí?—Preguntó ya que no había luz, solamente veía una silueta.

Dicha silueta se movió y encendió un candelabro, uno de tantos que Mei había creado para que pudieran ser encendidos bajo el agua, al prenderse la llama, el de cabellos azabaches pudo ver a su omega.

—Hola, Toya...

—Hola, Keigo. ¿Qué haces a oscuras? ¿Te encuentras bien?—Preguntó acercándose al susodicho.

—Sí, estoy bien.—Dijo con tono triste.

El alfa sabía que el rubio no estaba bien mas no quiso insistir demasiado.

—¿Querías algo de mí, Toya?

—Quiero que vengas a cenar conmigo.—Dijo Extendiéndole una de sus manos.

Keigo lo miró con duda.

—¿En serio quieres? ¿No te doy asco?

Toya no daba crédito a lo que su amado le estaba preguntando, pues Keigo era el último ser del planeta Tierra al que odiaría.

—keigo, ¿cómo puedes preguntar eso?—¡Yo jamás podría odiarte!—Afirmó abrazándolo.

—Pero... Yo... Perdí a nuestros hijos...

—No fue tu culpa, fueron esos desgraciados.—Y no te preocupes, me vengaré por nuestros hijos no natos y por ti.

—Lo sé, gracias Toya.—Dijo correspondiéndolo en un abrazo que duró hasta que fueron llamados de nuevo para cenar.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora