El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+

Candidato.

***
Rei había estado nadando junto a su hijo y el omega de éste. Tuvieron que hacer más descansos de la cuenta debido al embarazo de Keigo pero finalmente habían llegado a su destino: El Palacio de Hielo.

—Dejadme hablar a mí, vosotros permaneced aquí.—Dijo la albina.

La pareja, que estaba encapuchada, asintió.

—Ten cuidado, madre.

—Descuida, no me harán nada.

Entonces la sirena se aproximó a los guardias.

—Buenas tardes, guardias.—Traigo a dos candidatos al trono.

Los guardias miraron a los encapuchados y le preguntaron a la reina:

—Majestad, no quiero ser irrespetuoso pero, ¿por qué van encapuchados?

—Es por su seguridad, ellos son muy conocidos en su tierra y natal, por lo que no les convenía ir descubiertos.

—Bien, pasen.

Se apartaron y la reina pudo pasar junto a su hijo y su yerno.

"Espero que Enji esté de buen humor hoy."

Caminaron hasta la sala del trono, donde debía estar el rey.

—¡Rei! ¡¿Dónde has estado?!

—Fui a por el candidato.

—¿El candidato?

El alfa dirigió su mirada hacia los dos encapuchados y frunció el ceño.

—¿Quiénes son?

—Ahora lo sabrás.

Su esposa se volteó para hacerle un gesto a los dos muchachos para que se acersen.

Ellos lo hicieron y, cuando estuvieron cerca, se quitaron las capuchas.

—¡¿Por qué has traído aquí a esta deshonra?!—¡Sabes que no puede estar aquí!

A ninguno le extrañó la reacción del pelirrojo, sin embargo; su mujer quiso calmarlo.

—Enji, cálmate.—Touya es tu hijo mayor y...

—¡Silencio! ¡Que hable él!—Gritó mirando con rabia a Touya.

—Viejo, a mí tampoco me agrada estar aquí pero madre y Keigo me piensan de que yo soy el candidato ideal y me fío de su criterio. Después de todo soy tu hijo mayor.

—¿Y qué?—Eso no cambia nada, no eres un buen candidato. Así que vuelve al agujero del que has salido.

—Así qué prefieres que un don nadie sea tu heredero antes que yo, quien lleva tus genes.

—Sí, cualquiera puede ser mejor que tú.

—Eso no lo sabes, ya no soy el mismo que se fue de aquí. He cambiado, ya soy un adulto, no un adolescente rebelde.

El tritón observó a su hijo por unos segundos y pensó:

"Realmente siento algo distinto en él... ¿Estará bien darle una oportunidad?"

Tras haberlo meditado, dijo:.

—Bien, si realmente has cambiado, tienes una semana entera para demostrármelo.

—Hecho.

Enji llamó a los guardias para que llevase a su hijo, junto con su omega, a su antigua habitación.

Una vez allí, el joven tritón se tumbó y le dijo a su amado:

—¿Crees que ha sido buena idea venir aquí?