Alterado.(corregido)

510 84 57
                                    

***
Touya llevaba días permaneciendo junto a Keigo en la habitación que compartían; pues tras lo sucedido con Nejire no se fiaba de la sirena.

—Touya, ¿No crees que deberías retomar tu entrenamiento?—Cuestionó el omega preocupado.

El de cabellos azabaches negó con la cabeza.

—No, a la mierda el entrenamiento con el maldito viejo.—Prefiero estar a tu lado, no me fío de esa zorra con cara de inocente.

Entonces su esposo tomó una de sus manos y lo miró fijamente para decirle:

—Entiendo eso pero creo que deberías entrenar. Además, puedo cuidarme solo. Confía en mí.

—Pero... ¿Y si intenta hacerte daño de nuevo y no puedes defenderte?—Tu embarazo está muy avanzado y ahora te encuentras en una posición vulnerable.

—Soy muy consciente de mi situación, a parte de que ya sé que no debo fiarme de ella, por lo que seré más cauteloso todavía.

A pesar de lo que el rubio le decía, el futuro rey de los mares no se quedaba del todo tranquilo.

—Kei, no es que no confíe en ti.—Es sólo que tengo miedo de que puedan hacerte daño, después de todo aún me miran con recelo y desconfianza.

—Tou, ¿Hay alguna manera de que vuelvas al entrenamiento quedándote tranquilo? ¿Algo que pueda hacer?

Su alfa pensó en una respuesta y, de repente, una idea pasó por su mente.

—Tal vez podría conseguirte un arma para que te puedas defender.

—¿Cómo qué?

—Creo que una daga podría valer. Iré a buscar alguna, enseguida vuelvo.

—Vale, aquí te espero.—Dijo sonriendo.

A Touya le enterneció la sonrisa de su amado y le dio un beso antes de salir de la habitación, sin darse cuenta de que cerca de allí se encontraba Handou escondida.

"¡Mierda! ¡Ahora estará armado! Supongo que mi única alternativa es el veneno."—Pensó alejándose de allí para irse a buscar alguna que otra planta que pudiera servirle.

***
Cuando la feliz pareja llegó a casa, ambos se pusieron ropa cómoda de andar por casa.

Aun era pronto para comer, así que Katsuki quiso hacerse una infusión mientras se acercaba la hora.

"¿Qué podría hacer hoy de comer?"—Pensó el omega haciendo memoria de lo que tenía en el frigorífico.

A pesar de lo cómodo que se encontraba en su silencio, éste fue interrumpido por su futuro esposo.

—Katsuki, hay algo que quiero decirte.—Dijo abrazando los hombros de su omega y apoyando su frente en uno de ellos.

—¿El qué?—Dijo apagando el fuego y retirando el agua hirviendo para luego echar las hierbas para la infusión.

—Yo... Creo que deberías evitar a tu padre por un tiempo.

El de ojos rubí se quedó paralizado.

—¿Alejarme de mi padre?

—Sí.

—¿Y eso por qué?—Cuestionó molesto.

—Porque no te hace ningún bien.—Te estresa y te pone triste. Y yo no quiero eso.

La respuesta de Shōto acabó por enfadarlo del todo, lo que provocó que se lo quitase de encima y lo empujase.

—¡¿Quién te crees que eres para decidir lo que es mejor para mí?!

—¡Katsuki, cálmate! ¡Yo solamente miro por tu bien!

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora