El Gran Día.

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***
Finalmente su boda había llegado y la casa que la pareja compartía era un caos. Pues por una parte, Mina ayudaba a Katsuki con su ropa en la habitación de éste. Mientras que Momo se ocupaba de Shōto en el salón.

—¡No me pondré una maldita corbata, ojos de mapache!

—Pero, ¡los novios deben llevarla!

—¡Pues yo no la llevo!—No me la compré.

La de cabello rosado suspiró.

—Está bien...—Déjame por lo menos que te lo acomode.

—Tks, como sea.

El testarudo omega se dejó hacer y no se quejó más.

Sin embargo, en el salón todo iba a pedir de boca. Pues Todoroki no se molestaba ni se enfadaba con la exsirena y, además, se dejaba ayudar.

—¡Ya estás listo!—Exclamó la de cabello azabache.

—¿Sí? ¿Crees que le agradará a Katsuki?

—Obvio. ¿Cómo no le iba a gustar?—Fuiste con el de compras, ¿no?

—Sí, tienes razón...

El bicolor ya ni sabía lo que decía debido a los nervios.

"Espero que todo salga bien."—Pensó Todoroki.

Minutos después, entró Ashido para comprobar si Shōto estaba ya preparado.

—¡Todoroki! ¡¿Estás listo?!—Dijo apareciendo por la puerta del salón.

—Sí, lo estoy. ¿Por qué?

—Porque debes irte a la catedral antes que Bakugou.

—¿Por qué tengo que irme antes?

—Porque es una tradición de los humanos.

—Ah, entonces me voy.

—Sí, Sero y Kaminari te esperan con el coche, de sus padres.

—¿Los de quién?

—Los de Sero.

—Vale, ¿me acompañas, Yaoyorozu?

—Sí, vamos.—Dijo sonriéndole.

Los dos amigos  salieron de la casa y la omega fue al dormitorio de su amigo.

—Bakugou, ya se ha ido Todoroki.

—¿Qué?—¡¿Y por qué no le has dicho que venga a despedirse?!

—¡Porque es la costumbre!

—¿Qué más da? Yo quería verlo una última vez.

—Ya lo verás en la catedral. Pero más tarde porque ya sabes que la novia debe hacerse esperar~

—¡Idiota! ¡Yo no soy una jodida chica!

—¡Oh, vamos! ¡Era una broma!

Bakugou tenía ganas de pegarle mas se contuvo.

—Hoy te libras por ser mi boda, pero a la próxima, estás muerta.

—¡Ok!—Respondió sin tomarse en serio la amenaza del otro omega.—Ahora deja que te maquille un poco.

—Está bien pero no me pongas demasiado.

—Tranquilo, sólo te pondré un poco de base para darle un poco más de color a tu rostro.

—De acuerdo.—Sólo asegúrate de hacerlo bien.

—Que sí, confía en mí.

Seguidamente fueron al baño, donde había buena luz para poder maquillar al rubio cenizo.

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora