Valientes.

1.2K 178 52
                                    

***
Momo se encontraba ya sumergida en el agua, nadando hacia el Palacio de hielo. Ella no podía evitar mirar de reojo de vez en cuando pues no quería ser notada.

"Tengo ser cuidadosa y nadar lo más oculta posible en cuanto pueda."

La alfa quería estar oculta mas, al no hallar ni rocas, ni corales o algas; no podía hacerlo.

Tuvo que nadar bastante hasta que encontró corales entre los que ocultarse.

Todo iba bien hasta que cerca de ella escuchó una voz masculina que dijo lo siguiente:

—Disculpen, ¿han visto por aquí a la Princesa Yaoyorozu?

"¡Oh, no! ¡Es un guardia de mis padres!"

—No, nosotras no la hemos visto.

—De acuerdo, gracias.

Las sirenas continuaron su recorrido y el guardia tuvo que continuar con su búsqueda.

Yaoyorozu siguió oculta durante unos minutos hasta que el tritón desapareció.

"Eso estuvo cerca, suerte que pude ocultarme."

Entonces siguió nadando a pesar de que se sentía algo cansada.

"Ojalá viera a alguna ballena, tal vez alguna podría ayudarme a acortar el camino."

Pero no tuvo suerte, las ballenas no parecían estar ni remotamente cerca de la zona.

***

Mientras tanto, en el Palacio de hielo; Enji nadaba hacia el dormitorio de su hijo menor.

Cuando al fin llegó, tocó la puerta.

—Shōto, voy a entrar.

>Haz lo que quieras.

Se notaba que el bicolor estaba enfadado, cosa que no era en absoluto sorprendente.

Entonces su padre abrió la puerta y pasó.

—¿Qué quieres ahora? ¿No has tenido suficiente separándome de mi omega?

—Shōto tienes que entender que no puedes hacer lo que te plazca. Todos estábamos preocupados porque no volvías; ¿puedes comprender eso?

El adolescente sabía que su padre tenía razón.

—Sí, puedo comprenderlo.—Sin embargo, ¡¿podéis entenderme vosotros?! ¡Tengo a un omega que me está esperando y podría morir si yo no estoy!

—¡No me grites, mocoso!—¿O acaso quieres quedarte aquí un día más?

Su hijo no respondió, tan sólo lo miró con odio.

—Tomaré eso como un no.—Ahora hablemos seriamente.

—¿Sobre qué?

—Sobre tu futuro.

—¿Mi futuro?—No hay nada de qué hablar sobre él, porque tengo claro que me destino es estar con Katsuki.

—¿Y qué hay de este reino? Tú eres mi sucesor, para eso te críe.

—No quiero hacerme cargo de este reino porque no deseo ser rey.

—Shōto, sé racional.—Vuelve al mundo humano, quítale la marca al omega y vuelve aquí para encontrar a otro de tu misma especie.—Sabes perfectamente que no puede haber relación alguna entre nosotros y los humanos.

—¡Basta! ¡He tenido suficiente!—¡No renunciaré a Katsuki!

El pelirrojo observó a su retoño y le dijo:

—Veo que no entras en razón, así que me marcho.—Nos vemos en tres días.

Seguidamente salió de la habitación y echó la llave.

—Yo que tú no estaría tan seguro, viejo.—Murmuró el de ojos desiguales.

***

Entro lugar del mar, Izuku se encontraba en su casa muy intranquilo pues tenía un gran cargo de conciencia ya que imaginaba que su amigo Shōto estaría en problemas.

—Debo hacer algo, tengo que ayudar a Todoroki-kun.

El de cabellos verdes quería enterarse de la situación del bicolor y para ello llegó a la conclusión de que debía hablar con alguien de confianza que pudiera saberlo o incluso al mismo Todoroki de tener la oportunidad; así que salió de su hogar.

En su camino se encontró con varias personas, entre ellas Iida.

—¡Iida-kun!

El aludido se volteó y se acercó al beta.

—¡Hola, Midoriya-kun! ¿Qué tal?

—Mal, creo que Todoroki-kun está en una mala situación por mi culpa.

—¿En serio? ¿Qué has hecho?

—Pues...

Entonces procedió a contarle al tritón que había ayudado a Shōto a ir al mundo humano y en lo que ello había derivado.

—Ya veo... Y ahora quieres enmendarlo; ¿no es así?

—Eso es, por eso quisiera preguntarte, ¿de casualidad viste a Todoroki-kun acompañado de guardias o algo así?

—Lo cierto es que no, no lo vi.

—Entiendo... Supongo que es de esperar...—Bueno, imaginaba que no. Voy a seguir mi recorrido, ¡hasta pronto!

Tenya continuó mirando y le gritó:

—¡Espera, Midoriya!

El mencionado se dio la vuelta al escuchar la voz de su amigo y se paró para mirarlo directamente a la cara.

—¿Qué pasa, Iida-kun?

—Deja que te acompañe, quiero ayudarte.

Izuku sonrió.

—Bien, como quieras.—¿Qué propones?

—Primero tenemos que dirigirnos hacia el Palacio de los Todoroki, así lo veremos de lejos cómo esta la situación y tal vez podamos acercarnos y ayudarlo a escapar.

—¡De acuerdo! ¡Vamos!

Y con mucho ánimo y positividad; nadaron hacia el palacio.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora