Venganza.

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***

Estaban ya sobre el sofá, besándose apasionadamente; pues hacía tiempo que no tenían un contacto tan íntimo.

A continuación, se quitaron la ropa el uno al otro y Katsuki se dio cuenta de que su esposo ya estaba duro.

—Parece que ya estás listo~

—Es normal, tengo debajo de mí al omega más hermoso de todos.—Le dijo sonriéndole de manera provocativa.

El rubio cenizo le sonrió de la misma forma y tomó la nuca del bicolor con el objetivo de acercarlo para así besarlo.

Shōto captó la intención y acercó gustosamente sus labios a los de su amado.

—Pasemos a algo mejor, Mi Katsuki.

—Sí, métela ya.—Dijo abriendo sus piernas un poco más.

—No, primero quiero hacerte sentir bien.

—Está bien. Hazme lo que quieras~

El extritón sonrió para luego empezar a besar el cuello, torso y abdomen de su pareja.

—Aah... Shōto...

Shōto no podía evitar observar al omega, ya que disfrutaba viendo las expresiones faciales de éste siempre que gemía o jadeaba.

"Se nota que él también quiere esto."—Pensó feliz llegando ya a las partes íntimas de su marido, las cuales empezó a lamer.

—Aah... Ah...

Apenas había comenzado a lamerle y ya estaba sintiéndose demasiado excitado como si estuviera a punto de venirse.

"Mierda. Shōto es demasiado bueno en esto."—Pensó jadeando sin poder decir nada más.

—Ah, ah, Shōto... Estoy por venir...me... Aah...

El de ojos desiguales siguió lamiendo y succionando su virilidad.

—Aaah... Mnn... Ya casi...

El alfa continuó hasta que su esposo llegó al orgasmo.

—Extrañaba hacerte esto, ¿sabes?—Dijo Shōto irguiéndose para posicionarse entre las piernas de Katsuki.

El extritón tuvo que ponerse un preservativo, pues el de ojos rubí no quería tomar anticonceptivos mientras tuviera que amamantar a sus retoños.

Cuando ya se lo hubo puesto; Shōto se apresuró en colocarse entre las piernas de omega y le penetró.

—Aah... Ah, ah... Shōto...

—Ngh... Katsuki...

El activo movió sus caderas y ambos gimieron una y otra vez del placer que sentían.

—Aah... Echaba... tanto de menos sentir tu... Mm... pene dentro de mí...

—Yo... ngh... también echaba de menos estar en tu interior. Tan... Ah... cálido...

El ritmo de sus embestidas era cada vez más intenso, así que ambos no estarían muy lejos de alcanzar el clímax.

—Shōto... ¡Ah! ¡Aah!

—¡Ah! ¡Katsuki...!

Segundos después, los dos tuvieron un orgasmo.

—Joder, Shōto. Nunca más quiero volver a estar tanto tiempo sin hacerlo contigo.—Dijo abrazándose a Shōto y acurrucándose en su pecho.

El bicolor se sintió bastante halagado y le dio un beso en la frente.

—Gracias, Katsu.—A mí también me gusta hacerlo contigo, de hecho, estaría haciendo esto contigo todo el día.

—Tampoco te pases, eso sería agotador.

—Lo siento, pero es que los tritones tenemos un alto deseo sexual.

—Sí, lo he notado.—Pero bueno, así te quiero.

—Y yo a ti.

Entonces se miraron y se dieron un tierno beso.

***

Finalmente Toya y Keigo estaban en el dormitorio, así que pudieron hablar tranquilamente.

—¿Y qué tienes en mente, cariño?—Preguntó el omega.

El alfa lo miró y le respondió:

—He pensado que nos hagamos los dormidos y ocultemos algunas armas para así canalizar nuestros poderes. Entonces, cuando estén lo suficientemente cerca de nosotros; los empezaremos a atacar. ¿Te parece bien?

—Sí, me gusta el plan.

—En ese caso, vamos a meternos en la cama. Recuerda no cerrar los ojos hasta que lleguen.

—Sí, sí. Lo sé.

Se metieron en la cama y esperaron hasta que sintieron que sus enemigos se aproximaban.

—Realmente son una pareja de estúpidos. Ni siquiera se habrán dado cuenta de que estamos aquí.—Dijo Shigaraki burlonamente.

—Sí. Van a ser fáciles, ni siquiera ha sido necesario que les diera una infusión relajante que tenía planeada darles.—Comentó Nejire.

Toga sacó varios cuchillos suyos y dijo:

—Al fin llegó el momento, ¡ya quiero tener sus sangres~!

En ese instante, Keigo y Toya se levantaron.

—Desde luego que habrá sangre, pero no será la nuestra.

Los tres villanos se sorprendieron, sin embargo, cambiaron su expresión a otra más seria.

—No hay problema, de todas formas hubiera sido aburrido mataros sin más.—Dijo Tomura.

Toya decidió encargarse de Shigaraki, mientras que el rubio fue por Handou y Himiko, pues tenía una afrenta personal contra ellas.

—¡¿Por qué me cambiaste por ese omega inútil que ni siquiera fue capaz de proteger a sus hijos?!—Gritó Tomura con despecho.

—¡No insultes a Mi omega!—¡Él es mejor que tú en todo, por eso lo elegí!

Su respuesta enfadó al de cabellos celestes, quien lo comenzó a atacar con mayor fiereza.

"¡Ese tonto no es mejor que yo en nada! ¡Está mintiendo para darme celos!"

Por otro lado, Keigo tenía a su merced a las sirenas, las cuales eran bastante inferiores a él con respecto al nivel de poder.

—¡Hoy vais a pagar por las muertes de mis hijos!

Entonces soltó más plumas, que eran tan afiladas como cuchillos.

Agarró dos y, con cada una; se dispuso a  rebanar sus cuellos.

—¡No, por favor! ¡Perdónanos! ¡Ten compasión!—Suplicó Nejire.

Keigo lo miró con crueldad y le contestó:

—Tendré la misma compasión que la que tuvisteis con mis hijos.

En ese instante, la de cabello azul tembló y el omega, con las plumas y cuchillos; les hizo varios cortes, matándolas en el acto.

Luego miró a su marido, el cual luchaba contra Tomura.

—¡Muere! ¡Arrepiéntete de haberme dejado!—Gritó Shigaraki.

El rubio iba a intervenir pero vio que Toya le estaba ya clavando varios cuchillos mezclados con su magia de fuego, muriendo así el último de los enemigos.

—Ya está todo acabó...—Dijo el alfa soltando los cuchillos.

El omega también soltó los suyos y fue a abrazar a su esposo.

—¡Sí! ¡Al fin lo hicimos!

Ambos lloraron y permanecieron abrazados, pues al final habían obtenido su venganza y así podrían continuar en paz con sus vidas.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!




El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora