Seria charla.

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***
Momo nadaba hacia su hogar pues quería hablar con sus padres, ella ya tenía pensada la excusa perfecta para que la dejasen viajar sola. Esperaba que funcionase.

"Seguramente están en la sala principal pero preguntaré a los criados de todos modos."

La sirena se topó con una de las sirvientas y ésta le indicó que sus padres se encontraban en la sala principal ya que tenían previstas varias visitas.

Yaoyorozu le agradeció y continuó su camino.

—Buenas tardes papá, mamá.—Dijo al entrar.

—¡Hola, Momo, tesoro mío!—¿Qué te trae por aquí? Normalmente no te agrada mucho estar en esta sala.—Dijo su madre.

—Es cierto que no me gusta mucho esta sala pero quería hablaros de algo.

—Adelante, querida. Te escuchamos.—Dijo su padre sonriéndole de una manera sincera y cariñosa.

—Yo quería preguntar si sería posible que me dejaseis viajar para encontrar un omega.—Dijo un poco avergonzada e incómoda pues, además de mentirles, se le hacía falta raro decirles a sus padres que quería salir a buscar pareja.

Sus padres se quedaron mudos por unos instantes.

—¿U-un omega? ¿Acaso...Hay alguno de tu interés, Momo?—Le preguntó su padre, quien parecía que iba a sufrir un desmayo de tan sólo imaginar a su pequeña siendo la alfa de alguien.

Su esposa, la cual también estaba sorprendida; trató de calmarlo.

—Respira hondo, querido. Tranquilo.—Dijo con voz suave.

Una vez que notó al alfa más tranquilo, se volteó para ver a su hija.

—Momo...Sabes que nosotros siempre te apoyamos  pero, ¿a qué se debe esa repentina decisión?

La joven de cabello azabache no sabía muy bien qué decir, aun así intentó decir algo convincente.

—Es sólo que... Siento que ha llegado mi momento de tener pareja, quisiera a alguien a mi lado. No me importa que sea tritón o sirena.—Lo cual era cierto porque a ella le gustaban ambos.

Sus progenitores se miraron entre sí y luego a su amada hija.

—De acuerdo, puedes ir pero has de volver en cuatro días.—Dijo su padre.

La alfa se sintió feliz.

—¡Bien! ¡Gracias! Partiré mañana y prometo volver en ese plazo.

—De acuerdo, mañana tendrás un desayuno especial antes de que te vayas y nos despediremos de ti.—Habló su madre.

—Sí, mamá.

Habiendo obtenido el permiso de sus padres, Momo fue hacia su habitación para prepararlo. Incluso creo ropa para cuando llegase al pueblo, sobre la cual vertió una pócima, de las que hacía tiempo que Midoriya le había dado, para evitar que se mojase.

También creó dinero pues sabía que lo necesitaría para el mundo humano.

—¡Listo!—Exclamó con emoción.—Ahora sólo queda esperar a mañana. Ojalá todo salga bien.

La día siguiente, sus padres la despidieron entre abrazos y lágrimas ya que ambos padres eran muy devotos de su hija y temían que le pudiera pasar algo. Sin embargo, sabían que era bueno que Momo viajase y pudiera conocer a gente de su edad.

***
Mientras tanto en el pueblo, era temprano y Katsuki caminaba en silencio junto a Shōto, quien había decidido seguirlo. El por qué ambos paseaban por el lugar, era debido a que el omega se había tomado unos días por asuntos personales y estaban haciendo tiempo hasta que fuera la hora de las visitas en el hospital.

El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora