Último día.

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***
El tiempo había pasado tan rápido que, sin que apenas se dieran cuenta, quedaban tan sólo un día para disfrutar de su estancia en Kioto.

En estos momentos, ambos estaban dando un paseo por la playa.

—No puedo creer que este sea nuestro último día aquí.—Comentó Katsuki.

—Yo tampoco.—De hecho, quisiera estar así por siempre. No me gusta trabajar, porque no puedo estar contigo todo el día.

—Oh, vamos. Tan sólo estamos sin vernos por unas horas y luego tenemos los fines de semana para estar juntos.

—Ya pero no quiero perderme ni un gesto tuyo, ni una sonrisa.

—Tchs, qué cursi y pegajoso.—Además suenas  como un completo obseso.

—¿Obseso? Yo no lo creo. De hecho, en mi especie es normal que seamos así.

—¿En serio?

—Sí, los tritones y sirenas somos muy apasionados cuando los enamoramos de verdad.

—Vaya, eso es nuevo.—Y esa obsesión, ¿es algo temporal?

Shōto pareció pensativo y, tras estar callado durante al menos un minuto; dijo:

—Mmm... La verdad es que no lo sé.

—¿No lo sabes?—Toma como ejemplo a tus padres.

El extritón recordó algunas interacciones entre sus padres y, aunque Enji se había mostrado protector con Rei, él no diría que éste sintiera obsesión por su madre.

—Mi padre no parece estar obsesionado con mi madre.

—Pues ya lo sabes, es cosa tuya.

—¿Eso crees?

—Sí, tú eres un poco obsesivo.

—Puede ser pero... ¿A ti no te pasa lo mismo?

—No a tu nivel.—Me explico, yo pienso en ti y te echo de menos cuando no estás. Sin embargo, puedo vivir con eso. Yo no siento que sea necesario que estemos juntos las veinticuatro horas del día.

Su respuesta entristeció un poco al alfa.

—¿Eso quiere decir que no me quieres?

El omega viró los ojos y le contestó:

—¿Eres idiota o qué?—¡Claro que te quiero!

—Pero tú has dicho que puedes vivir sin mí.

Al oír esa contestación, el rubio cenizo llevó una mano a su rostro.

—Por Dios, Shōto. ¡¿Acaso no entiendes mi idioma?!—¡Solamente he dicho que no me voy a morir por estar unas horas sin ti!—Simplemente quiero decir que no soy emocionalmente dependiente de ti pero amo que estés cerca. ¿Me he explicado bien?

Finalmente, el más alto lo comprendió. Katsuki, no estaba diciendo que no quisiera su compañía; sino que era un omega independiente.

—Sí, lo he entendido.—Perdóname.—Dijo para después darle un beso en la mejilla.

—Estás perdonado, pero no vuelvas a decir que no te quiero.

—Vale, no lo diré más.

—Así me gusta.—Dijo para darle un beso en la boca.

Se sonrieron tiernamente y continuaron su paseo tomados de la mano.

***
Al día siguiente volvieron a su hogar, al llegar abrieron sus maletas y echaron a lavar la ropa sucia de los últimos  días, ya que la del principio había sido lavada en el hotel debido a que había servicio de lavandería.

—¿La has echado toda?—Cuestionó Katsuki para asegurarse de que su marido hubiera puesto la ropa sucia en el canasto para así lavarla al día siguiente.

—Sí, he echado la ropa sucia al canasto.—Puedes estar tranquilo Katsuki, así que ahora ve al sofá y descansa.

—Sí, enseguida.—Dijo para irse al baño.

Shōto lo vio alejarse.

"Le esperaré en el salón."

El bicolor fue al salón y allí esperó pacientemente a su esposo; lo cual no le llevó mucho tiempo ya que el rubio cenizo volvió pronto.

—¿Quieres que hagamos una videollamada con mi padre?—Lo digo porque prometí contactar con él cuando llegásemos.

—Bueno, está bien.

El omega intentó contactar con su padre, mas no lo logró.

—Mm... El viejo no contesta, ¿crees que le pasará algo?

Con el fin de que su amado no se alterase, Shōto le respondió rápidamente:

—No lo creo, seguro que está en alguna actividad y por eso no ha podido atender al teléfono.

Katsuki se quedó conforme con la teoría se su esposo y se calmó.

—Tienes razón, seguro que está bien.

—Claro que sí.—Dijo para luego darle un beso.—Oye, Katsuki; ¿por qué no jugamos a algo divertido?

—¿Algo divertido? ¿Cómo qué?

—No sé... ¿No tienes algún juego por aquí?

—Es posible, deja que intente recordar.

Entonces el de ojos rubí recordó un juego que tenía en su cuarto.

—¡Ya sé! ¡Juguemos al Dixit!

—¿Dixit?

—Sí, es un juego bastante divertido. Está en nuestra habitación, ayúdame a buscarlo.

—Voy.

Y así, los recién casados se dispusieron a buscar el juego para poder pasar un rato divertido en pareja.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora