Revelación impactante.

1.3K 186 67
                                    

***
Tanto su familia como los guardias que había allí, a excepción de los tres que lo acompañaron; se escandalizaron por lo que había confesado el príncipe.

—¡Indignante! ¡Yo te eduqué para que te mantuvieras lejos de los humanos, no para que te acercaras a ellos!—Le gritó su padre.

—Pero padre...¡Ese omega humano es mi destinado y me pertenece! ¡No puedes separarme de él!

—No me importa, puedo permitirte volver y que le quites tu marca. Tú debes estar con un omega de tu especie.

—¡No! ¡Jamás lo haré!

El pelirrojo se sentía demasiado iracundo, pues su hijo, a pesar de haber sido rebelde; nunca se había atrevido a encararle hasta ese punto.

—¡Eres un insolente y por ello permanecerás encerrado en tu dormitorio por tres días!

—¡No, Katsuki podría morir!

—No, un omega puede aguantar hasta una semana sin su alfa.—Entonces miró a varios de sus guardias y les hizo una señal para que se llevaran al bicolor.—Custodiadle y más vale que no escape o, de lo contrario, haré que os corten la cola; ¿entendido?

—¡Sí, su majestad!

Los guardias se acercaron a Shōto y éste intentó defenderse con su magia de hielo y fuego.

—¡Dejadme en paz! ¡Tengo que volver con mi omega!

Enji observaba furioso como sus guardias apenas eran capaces de defenderse de su hijo.

—¡Inútiles! ¡¿Cómo es posible que no podáis contra un novato?!

El pelirrojo sabía que el fuego no pararía a su hijo, sin embargo, el hielo podría funcionar.

—Rei, usa tu hielo para congelar a Shōto.

—¿Eh? Pero él podrá derretirlo.

—Lo sé mas, mientras lo hace, ellos pueden ganar tiempo y apresarlo.

—Está bien, lo intentaré.

La sirena activó su magia de hielo y, procurando su hijo no se diera cuenta, comenzó a congelarlo.

—¡Madre...!

—Lo siento, hijo mío.—Dijo con tristeza.

El más joven de los Todoroki se sintió traicionado por su querida madre y, con lágrimas en los ojos; fue congelado sin defenderse pues Shōto no podría atacar a Rei bajo ninguna circunstancia.

Seguidamente la omega se retiró y fue junto a su esposo.

—Gracias, Querida.

Rei asintió mientras observaba a los guardias llevarse a su hijo.

"Espero que puedas perdonarme, Shōto."

***
Al día siguiente, Katsuki ya se encontraba solo en casa pues su padre había sido llevado a un centro de terapia para gente con depresión y su alfa también estaba ausente; lo que provocaba una sensación de vacío en él.

—¡Maldición! ¡¿En serio ahora voy a ser dependiente de ese medio pescado?!—Exclamó molesto.

Decidió que intentaría distraerse dándose una ducha y después preparar el desayuno antes de ir a trabajar.

Sin embargo, aquello no ayudo mucho.

—Shōto, vuelve pronto...—Murmuró saliendo ya de su casa.

El joven pescador se dirigió al barco para comenzar su jordana.

—¡Buenos días, Bakugou!—Le saludó Eijirou.

—Hola, Kirishima.—Le saludó un poco desanimado.

Su tono triste preocupó al beta.

—¿Ha sucedido algo, Bakugou? Puedes contármelo.

Katsuki se sentía tan mal que no dudó en decirle todo a su mejor amigo.

—Verás, a Shōto se lo llevaron los guardias de su padre y  no sé cuándo volverá. Me siento como la mierda.

Entonces no pudo evitar derramar algunas lágrimas.

—Bakugou...—Se acercó a él y lo abrazó.—No te preocupes, seguro que él volverá.

El rubio cenizo no dijo nada, solamente continuó el abrazo llorando en silencio. Estuvieron así hasta que Tsunagu apareció para regañarles y mandarlos a trabajar.

—S-sí, disculpe.—Dijo Kirishima.

El omega no dijo nada, se limitó a hacer su trabajo; como siempre hacía.

—¿Qué le habrá pasado a Bakugou? Él estaba llorando...—Dijo Denki, quien había visto todo.

—No tengo ni idea pero tiene que ser algo grave como para que se haya puesto así.—Dijo Hanta.

—Seguro. Luego hablaremos con él.—Afirmó el alfa.

—Sí, será mejor que continuemos con nuestra labor.

El de cabello azabache asintió y se dispusieron a trabajar.

***

Todoroki había conseguido deshacerse del hielo de su madre pero ya daba igual, ahora permanecería encerrado en su cuarto.

—Maldito seas, padre.—¿Por qué esta tortura de separarme de mi omega?—Dijo sentándose sobre un caparazón acolchado.

—Katsuki...

Recordó al omega y lloró por él, desesperado por no poder nadar hacia su pueblo para estar junto a su amado en su casa y darle muchos mimos.

En otra parte del palacio, Rei y sus hijos estaban junto a Enji.

—Querido; creo que deberías considerar lo de retener a Shōto en su habitación.—Él tiene ya a un omega, ¿no era eso lo que querías?

—Sí, ¡pero no que fuera un humano!

—Pero padre, Shōto...—Fuyumi intentó hablarle para que razonase, pero fue inútil.

—¡Basta! ¡No revocaré mi decisión, así que no quiero oír ni una palabra al respecto!

Sus hijos y su esposa se callaron viendo cómo el pelirrojo se marchaba a quien sabe dónde.

—Ese maldito viejo, acabará matando a Shōto y a su omega por esta decisión.—Dijo Natsuo.—No entiendo por qué no te has impuesto, madre.—Le reprochó.

La omega miró a su hijo y le dijo:

—Hijo, sabes que es imposible convencer a tu padre cuando se pone con esa actitud.—Así que lo mejor es que dejemos que se calme. Más tarde intentaré hablar con él, lo prometo.

Fuyumi y Natsuo quisieron confiar en la palabra de su madre, por lo que no le insistieron más y la dejaron sola pues tenían cosas que hacer.

—Shōto, sé fuerte, hijo. Todo se solucionará.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora