El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+

Malas intenciones.

***
Conforme los platos estuvieron preparados, fueron llevándolos a la mesa de los novios para conocer su opinión.

—¿Qué tal está la carne?—Cuestionó el camarero.

Bakugou dejó los cubiertos sobre el plato y respondió:

—Está bien hecha pero, ¿habría problema en que alguien la quisiera menos hecha o como sea?

—No, claro que no.

—Bien, siguiente plato.

—Enseguida, antes le preguntaré a su novio qué opina de la carne.—Entonces miró al Shōto.—¿Le gusta la carne, señor?

—Sí, mucho.—Está jugosa y tierna.

El muchacho sonrió y dijo:

—¡Me alegro!—Ahora traigo el siguiente.

Se marchó y ambos se quedaron solos, situación que Todoroki aprovechó para besar al omega.

—Te quiero, Katsuki.

—Y yo a ti, Mi medio pescado~

Sonrió para luego darle un beso.

—Todavía no puedo creer que me vaya a casar contigo, Katsuki.—Es como si esto no fuera real...

—Yo me siento igual.—Soy muy afortunado al poder casarme contigo, eres el mejor, Shōto.

Y otra vez se dieron un beso.

—Por cierto, hay algo de lo que quiero hablar contigo.—Dijo Bakugou.

—¿Sobre qué?

—Acerca de quién se cambiará el apellido.

—Ah, eso.—Pues... Quiero cambiármelo yo, deseo deshacerme de todo lo que me ata al legado de mi padre.

—¿Seguro?—Normalmente son los omegas los que se cambian el apellido.

—Es igual, yo llevaré con orgullo el apellido de Mi Katsuki.—Dijo tomando una de sus manos y sonriéndole con cariño.

Esto avergonzó un poco al omega.

"Jodidamente cursi."

—De acuerdo, entonces llevarás mi apellido.—Así todos sabrán que eres mío.

Todoroki sonrió orgulloso.

—Por supuesto, todos deben saberlo~

Y una vez más se pusieron cariñosos.

—Eh... Siento interrumpir pero... Traigo el cerdo agridulce.—Dijo el camarero.

Se separaron y se dispusieron a comer.

***

En el Palacio de Hielo, Keigo esperaba paciente a Nejire, quien andaba todavía por la cocina.

"Umm... ¿Dónde está la hierba?"—Pensaba la sirena rebuscando en los distintos botes de la cocina mientras los cocineros terminaban de preparar todo lo que el tritón había pedido.

—¿Acaso alguien la tiró?—Juraría que había...—Murmuró.

Le costó hallarla pero lo logró.

"Aquí está, voy a preparar la infusión."

Agarró el tarro y procedió a hacer la infusión que se suponía que era para aliviar las molestias del embarazo, lo malo era que tal vez no era el tipo de hierba que ella creía.

—¡Ya está todo listo!—Avisó un cocinero.

—¡Voy!

Dejó la infusión reposando y fue hacia la parte de la cocina en la que se encontraban los cocineros.