No le basta parte 2

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Pienso en aquella noche y la humedad desaparece.

—¡Para! —grito desencajado. Lo empujo lejos de mí y levanto la mano,indicándole que no se acerque. Tengo un nudo en la garganta, siento que me desgarro por dentro.

—¿Qué es, Hoseok? —insiste afectado. Me siento en el banco que hay junto al espejo y me tapo la cara. Las manos me tiemblan y la voz apenas sale de mi boca. No he hablado con nadie de este asunto y es una constante espina en mi alma. Un secreto lleno de dolor, de rabia e impotencia que necesito sacar.

—Un desconocido intentó… Intentó un… Cuando yo me fui de casa de alguien llamado Vante a quien yo…

—No, no y no. —Me levanta la cara y niega una y otra vez con los ojos enrojecidos y muy abiertos—. ¡Dime que no!

—No pasó, pude escapar… Aunque me marcó, ya lo has visto —susurro,
señalándome la ingle—. Y en esto me he convertido.

—Pero… ¡¿cómo?!— Me sobresalto, no esperaba que mostrara una reacción tan empática hacia mí.

—No quiero hablar más de ello —contesto. Lo esquivo, sin valor para confesarle que eso no fue lo único que sucedió, que aquella noche me arrancaron un pedazo de mi vida, que venía a sumarse a la otra mitad que acababa de perder cuando terminé con Vante. Él… me traicionó, me prometió cosas en la oscuridad de su habitación que no cumplió, a pesar de haberle entregado yo mi confianza tras habernos destrozado como lo hicimos. Quiero llorar, pero las lágrimas no salen, desde ese día ya no he podido dejarlas caer y desahogarme. Mark tiene razón, estoy roto en tantos trozos que no sé si podré volver a recomponerme algún día. Y ya no puedo huir más del pasado, porque es ir contracorriente. El problema soy yo.
Me atrevo a levantar la vista para interrumpir este silencio, la calma. Lo que me encuentro me deja perpleja. Las lágrimas que no consiguen salir de mis ojos empañan los de Kim Taehyung, pero no se le escapa ni una. Su triste mirada refleja la amargura de la mía. ¿Qué vivencias ha tenido? ¿Por qué lo hirieron? ¿Qué lo lleva a ponerse de este modo? Intento acariciarle la mejilla, pero él se adelanta.

—Me acabas de matar, ¿sabes? —Me estrecha contra su pecho y noto que
tiembla tanto como yo. ¿Qué nos pasa?—.Hoseok —se lamenta—, tengo que
salir de viaje por un asunto de la empresa, por eso quería hablar contigo. No quiero irme, no ahora. Pero no puedo fallarle a Jackson. Gracias a él he vuelto a retomar mi vida.

—¿Ahora? —pregunto desalentado—. ¿Ya? —Me dice que sí con la cabeza, tan desesperado como yo al pensar que se irá.

—Hoseok, dime que no perderemos el contacto. Que me esperarás para poder
cerrar este agujero que se ha abierto en mi pecho.¿Qué me está pidiendo?

—¿Y si se me va de las manos? —digo.

—No tengas miedo, por favor. Ya no.— Me estrecha con más fuerza y finalmente se separa. Me sujeta la cara entre las manos y apoya su frente en la mía.—Acompáñame al aeropuerto —me pide desesperado—. Tenemos que hablar, Hoseok. Tenemos que hablar largo y tendido. Quiero decirte tantas cosas.

—Me dijiste que querías…

—He dicho y hecho tantas tonterías en mi vida. —Me besa y yo suspiro. Voy a echarlo mucho de menos. Estoy asustado por esto que siento—. Serán cuatro días, pero no será nada comparado con…

—¿Con qué, Tae?—  Niega con la cabeza y me rodea con los brazos. Me acaricia la espalda. Yo, vulnerable, le permito que roce mi cicatriz por encima de la tela. Sus besos se suceden, impacientes, agónicos por mi cuello.

—¿Vamos? —pregunta con reticencia.

—Sí… —Cierro la inmobiliaria y me subo en su moto cuando él me tiende una mano. Acepto sin dudarlo, sintiéndome libre por tanto como arranca y me obliga a aferrarme a su cintura. Aquí me siento fuerte, valiente. Con la velocidad de la moto, Tae me transporta a otro mundo… Uno que se esfuma al llegar al aeropuerto y saber que tendré que despedirme.

DEPRIVED   (VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora