DEPRIVED (VHope)

Capitulo 37: Los días que van .....Viene....

Días van y vienen.La cena de fin de año se me hace más corta de lo que esperaba. Con la abuela, papá, Miau… y hasta Hana. Una mujer a la que tengo tanto que agradecerle que no se puede hacer una idea. Está cambiando a mi padre, regalándole una nueva ilusión que lo aleja de la bebida. Es alegre, cálida…especial. No he dejado de fijarme en cómo lo atiende, lo cuida. Me gusta la cauta pareja que forman. Al acabar, me despido de todos con un cariñoso beso y un abrazo. Son las doce y veinte de la noche, acaba de empezar el nuevo año… Ahora voy a celebrarlo con Mark y mis amigos. Aún estamos más unidos, incluso he sacado tiempo de donde me parecía imposible para poder colaborar en algunos de los preparativos de la boda. Me he sentido como un mal amigo que no prestaba la suficiente atención al grupo como requerían ellos. Pero mi día a día está en pleno cambio y compaginarlo todo no es fácil. Ha sido un mes y medio complicado, en el que mi vida ha tomado un ritmo de vértigo. En la inmobiliaria, en el gimnasio, en Prohibido… Con nuevos proyectos. Sin Tae, porque ni siquiera nos hemos atrevido a llamarnos, y creo que ha sido mejor así. Para curar las heridas, y dejar que se cierren las cicatrices, como él mismo dijo. Y acabando con el tema de Yoongi para siempre. He tenido que asumirlo.

«Vamos, Hoseok».

En cuanto los chicos me ven llegar al enorme local en el que han planeado la fiesta, los tres mosqueteros corren hacia mí.

—Pero qué guapo, ¿verdad? —exclama Kooki con ese tono tan simpático como el.

—Como siempre, de infarto —me elogia mi Mark.

—¿Todo bien? Asiento con la cabeza a la pregunta de Jimin, saludándolos uno por uno. Ellos sí que están increíbles. Kookie vestido de negro, Mark de  rojo y Jimin de plateado.. Yo voy de dorado. Simplemente , somos las campanillas de un árbol navideño , llamando la atención de todo mundo .

—¿Una copa para celebrar la entrada del nuevo año? —me atrevo a pedir, ya que no he bebido nada desde que sentí que se me iba de las manos—. ¿Y Jackson?

—Con los chicos —se adelanta Kooki mimoso—. He tenido un gran acercamiento con Yugyeom. ¡Me ha besado al felicitarme el año!

—Hombre, por fin —digo, caminando con ellos. No se me escapa el detalle del repaso que Jimin le dedica a Eun Woo desde lejos—. Un momento, voy a saludar a mi entrenador y compañía.

—Nosotros vamos al baño. Extrañado del porque Mark habla en plural, los miro.

—¿Qué? Nos estamos haciendo pis, todos.

—Ah… pues no tarden demaciado.

—Espéranos en la barra.

No sé por qué, pero en sus miradas veo algo sospechoso que me pone nervioso. Caminan de la mano, entre risas, un gesto curioso para ir a compartir retrete. En fin…
Con una sonrisa, saludo a los chicos. Van elegantes, con chaqueta y corbata. Están animados y bromean entre sí, hasta Jackson me parece más atento que de costumbre. No puedo evitar que, antes de darme la vuelta, se me escape preguntar:

—¿Sabes algo de él?

—No —me contesta sonriendo—. Ve a la barra, ahora me acerco y hablamos. Otro que me manda a la barra… Camino hacia allá y me siento en un taburete alto, llevo puesto un conjunto formal , chaqueta dorada , y pantalón oscuro , labios carmín como de costumbre , como a él tanto le gusta .Me gustaría que Tae me viera.

—¿Un chupito? —le propongo al camarero, que me sonríe—. Realmente no sé qué tomar. Dame un segundo a que lleguen mis amigos.

—Perfecto.

—Un Martini seco aquí, por favor —piden a mi izquierda, con un tamborileo. Veloz, vuelvo la cabeza y confirmo que no me equivoco. Me tiemblan las piernas, el paladar se me reseca. Resoplo, pendiente de su reacción. No hace otra cosa que mirarme con profundidad, como si quisiera traspasarme. Casi consiguiéndolo. Tiene una mano en el bolsillo, con la otra se afloja el nudo de la corbata. Siento un cosquilleo, no solamente en el estómago, sino en las manos, por las ganas que tengo de tocarlo. De acortar esta pequeña distancia. Lo analizo como él a mí. ¿Por qué no da el paso que, sin hablar, le estoy pidiendo? Está sereno y me extraña. Yo tengo que controlarme para frenar mis rebeldes impulsos. ¿No le pasa a él lo mismo? Va muy elegante. Con corbata, cinturón, repeinado y con algo de barba.