DEPRIVED (VHope)

capitulo 38: Sin soñarlo....es real... Él esta aquí

El sonido del teléfono me desvela.
Adormilado, lo busco en el bolsillo de mi chaqueta antes de que despierte a Hoseok. Lo miro, cerciorándome de que está aquí, y vuelvo a respirar. Es un mensaje de mi madre… Le resto importancia ante la visión con la que me encuentro. Ya estoy aquí y Hoseok está conmigo. Cierro los ojos y por un segundo fantaseo con lo que vivimos en mi casa, a oscuras. Cuando intentaba descifrar cómo era su cara o adivinar el color de sus ojos. Sonrío, agachándome, y dándole un delicado beso en la frente.
Otro mensaje, que, en este caso, sobresalta a Hoseok. Pongo el móvil en silencio, y paso un brazo por debajo del cuello de Hoseok, estrechándolo, mientras leo el mensaje con la paz necesaria.

¤"Tu hermana me ha dicho que urge que firmemos los papeles mañana y hacerlo todo oficial pasado mañana, para que ella viaje a Estados Unidos y los entregue dentro del plazo. Sé que es Año Nuevo, no entiendo por qué no lo has pasado con nosotros. Eunha ha quedado contigo temprano; ¿a qué hora?"

Hoseok se mueve, persiguiendo el calor de mi cuerpo. Tecleo.

"Quiero pedirles algo importante para mí. Hoseok y yo nos hemos reconciliado."

Es el único modo que se me ocurre de compensarlos por no haber estado con ellos. De hecho, justo cuando daban las campanadas, yo aterrizaba. La sola idea de ver a Hoseok merecía la pena. Me estaba muriendo por hacerlo. He vivido en una constante agonía sin tener noticias suyas.

"Cielo, tu padre está considerablemente mejor, pero ¿te das cuenta de lo que nos
pides? Además, Eunha no está y no sé a qué hora podré localizarla."

Entonces olvídalo. Lo siento, no puedo dejar a Hoseok. Ya lo tramitaré en otro
momento, aunque haya que pasar por otro proceso… Mañana hablamos, ahora no
quiero despertarlo. Buenas noches. Me vuelvo un poco para dejar el móvil en la mesilla. Hoseok, que siente que me alejo, me da un tirón de la solapa de la chaqueta y abre los ojos con expresión asustada. Le pellizco la mejilla, cariñoso.

—No te vayas —implora.

—Claro que no. —Le aparto el pelo de la cara,  el se la suelta con rapidez—. Estaba respondiendo a un mensaje.

—¿A estas horas?

—Era mi madre. —Sonrío, quitándole hierro al asunto. Odio que se inquiete sin motivo. No me iría, y menos sin avisarle—. Ven aquí, duerme. Lo estrecho contra mi cuerpo y cierro los ojos. Sin soñarlo; ahora está aquí. Ya no es solo un sueño , es real , él esta aqui , conmigo ..