En la oscuridad... Descubro que son la misma persona parte 2

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Cuando aterrizamos en Gwangju me caigo de sueño, igual que durante todo el vuelo, pero Tae no para de hablar y me mantiene despierto. Por otro lado, yo no paro de pensar en lo que siento y eso hace que esté demasiado callado.

—¿Entras? —me ofrece, abriendo la puerta de su casa—. No estés preocupado, deja que fluya todo. ¿O no quieres? Me da risa.

—Sin dudar —contesto.

Antes de cruzar la puerta, deja a un lado las maletas y me atrae cogiéndome por la muñeca. Sus brazos me acogen de una manera especial, haciéndolo diferente de otras veces. Es como si hubiera esperado mucho para recibir una muestra tan tierna y sincera por mi parte. Lo rodeo por la espalda y hundo la nariz en su pecho. Mi alma se estremece. El corazón se me pone a mil. No quiero que me suelte. Casi toda mi vida he tenido un hombre a mi lado, siempre he sido muy dependiente de ellos y he odiado la soledad, pero tras las últimas relaciones he dejado de lado cualquier tipo de fantasía amorosa. ¿Y si él es capaz de devolverme la esperanza? He intentado negármelo por mis problemas, sin embargo, me gusta tanto que una parte de mí se haya ablandado hasta el punto de replantearme volver a creer en el amor… o al menos en una ilusión que me haga sentir, vivir y disfrutar. Me lo merezco.

—Ejem… —carraspea Mark desde dentro de la casa de Tae, detrás de nosotros. ¡¿Qué es esto?! ¿Una reunión? Tae me besa el cabello y se aparta, acariciándome la mejilla y sonriendo, dándome a entender que él ya lo sabía. Es chocante el efecto que me produce, me aplasta.

—Ven aquí —dice mi amigo, que tira de mí—. Te he echado de menos y… te quiero.

—Y yo a ti… —Le doy un fuerte beso en la frente y lo abrazo. Al retirarnos, no puede evitar reír. Tae está a nuestro lado, pero se mantiene al margen. Camina arriba y abajo, con las manos en los bolsillos. Es bastante inquieto e impulsivo a veces. Me temo que es una persona que pierde la paciencia con facilidad.

—Venga, vamos adentro —nos anima Mark—. Están también Jackson, Taemin, Yugyeom, Seokjin y Jungkook. Luego vendrá más gente. Hay música, comida y ¡ambiente! Pongo mala cara; con Seokjin ahí no creo que lo haya.

—No empieces —me advierte Mark, que comprende mi expresión.

—Ya…

Sigo a mi amigo sin mirar atrás, aunque sé que Leo nos sigue. Normal, es su casa. Entonces pienso que él ha accedido a invitar a esta gente y entre ellos a Seokjin ¿Habrán hablado? ¿Ha coqueteado con él? Pero los malos pensamientos se evaporan cuando Tae me pone una mano en el hombro y me susurra al oído:

—Luego la noche será nuestra. Niego con la cabeza, mordiéndome el labio, reprimiendo otra tonta y estúpida sonrisa. Saludo a Jackson, que suelta una risita burlona ante el gesto posesivo de su amigo. Pongo los ojos en blanco y doy saludo general a los demás.

—Hola.

—Mi hobi, cuánto me alegra que estés aquí —dice Jungkook

—¡Esa carita! —grita Jackson y me pellizca la mejilla. Casi le doy una cachetada, es la primera vez que se atreve a ponerme un dedo encima—. En paz, Hoseok. Dejemos la guerra.

—Nunca la he tenido —miento, sentándome en el sofá que está cerca de
la ventana, algo alejada del resto. Jackson se da por vencido y Mark se acomoda a mi lado, acercando su cara a la mía, mientras su novio va hacia Tae, con el que habla discretamente, aunque estoy seguro de que es sobre nosotros.

—¿Qué, cómo vas? —cuchichea mi amigo.

—Mark, es un comienzo; ¿qué te puedo decir?

—Y te da miedo… —deja caer, pasándose la mano por el pelo.

DEPRIVED   (VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora