Ordeno los documentos y los guardo en una carpeta. Miro a mi socio de soslayo, parece absorto en su trabajo. Aunque ya hemos acabado… Entiendo que el caso que estamos llevando en común no es fácil. Somos rivales, luchando por los beneficios de nuestros respectivos clientes, una pareja en plena separación. Estamos intentando llegar a un acuerdo razonable que nos cuesta divertidos piques diarios.
—Señor Kim—lo llamo con profesionalidad—. ¿Qué le queda?
—Muy poco, si sigo así, muy poco, señor Jung .¿Por qué me parece ver un deje de burla en su expresión? Paso cerca de él y sonriendo seguro de mí mismo y de lo nuestro, sin hacerme la pregunta como me la hice hace unos años, le doy la vuelta a la réplica del reloj de arena. Porque este no es el mismo que tengo en casa, este es más grande, para que parezca que la arena cae más lenta… Un reloj que Tae me regaló con mucha ilusión hace seis años, cuando esperábamos un día especial que no terminaba de llegar. Pero llegó…
Antes parecía como si constantemente el tiempo corriese en nuestra contra. Como cuando nos conocimos en la oscuridad y ambos sabíamos que aquello no podía seguir así para siempre. O cuando me pidió una sola noche…Luego descubrí que era la persona que yo amaba. Y más tarde el tiempo siguió contando para retomar nuestra intensa relación y hasta que me confirmó que ese mismo tiempo era nuestro… transcurrió otra larga espera. Un sueño que vi realizado.
Me planto a su lado, en el escritorio. Pero es un canalla. Está editando un vídeo que grabamos ayer aquí mismo, espontáneo. Los papeles por el suelo y yo tirado sobre una mesa. Mis bocer, rojos, cerca de su boca… Tras confesar él que una de las noches que tan mal estábamos se había tocado… Canalla.
—Estamos en horario de trabajo —lo reprendo con un empujón. Está excitado, no puedo creérmelo—. Conque te quedaba poco, ¿eh? Tu cliente lo tiene muy crudo, cariño. Voy a por todas.
—Acabo ya o me corro. Es que es una bestia salvaje. Le cierro el portátil. Riéndome.
—Los billetes de tus padres y hermana están sacados. Llegan mañana por la tarde. Mi abuela te manda besos, cómo no, y esta noche cena con mi padre y con Hana. Creo que no me olvido de… —Me muerde la oreja—.Tae…
—Sí, vamos a casa o terminaremos como ayer. Se ajusta la corbata y me da mi casco. Menos mal que hoy llevo ropa mas comoda precisamente por esto. Por nuestras escapadas matutinas. Me agarro a su cintura, disfrutando de la velocidad a la que vamos. De memoria repaso la agenda. Hoy Tae y yo tenemos gimnasio a media tarde, dentro de un rato hemos quedado con Kooki y Yugyeom ¡y tengo que llamar a Jimin! Hoy a Eun Woo y a el les decían el sexo del bebé. No me puedo olvidar de revisar un contrato de papá en la inmobiliaria, que se ha hecho un poco de lío con las exigencias del arrendador.
—Nos esperan, Leonsito —me dice Tae bajándome de la moto y sonriendo mientras señala hacia nuestro recién decorado porche—. Se parece a mí.
—¡Papi! —Mi pequeña de cinco añitos corre hacia nosotros—. ¡Papá! Tae y yo nos ponemos en cuclillas, preparados para recibirla. Ella se lanza hacia nosotros llorando. Tae no sabe dónde acariciarla para calmarla. Yo la inspecciono de arriba abajo, por si se ha hecho daño; ¡no sé qué le pasa!
—Pero ¿qué tienes, Daehyun? —pregunto alarmado.
—¡Nami no viene! Oh. Le coloco bien la trenza que le he hecho esta mañana para llevarla al colegio y miro a Tae.
—Claro que viene, ahora mismo llamo al tío Mark y a Jackson para que traigan al primo pero ya —interviene Tae, acariciándole la espalda—. Que tienen que jugar a Frozen.
—¡Si no tengo el disfraz! Yo doy palmitas, riendo emocionado, y cojo la bolsa con lo que he comprado esta mañana. Tae sujeta a Daehyun por los hombros y me guiña un ojo.
—¡Tachán! —grito y saco los trajes de Elsa y Olaf—. ¡Para los dos! Mi princesa me arranca los disfraces, enganchada a mi cintura. Madre mía, todavía hoy me emociono cuando veo su carita, calcada a la de Tae, irradiando tanta felicidad. Recuerdo cuando Mark me vino diciendo que estaba embarazado y yo ya llevaba cinco meses intentándolo… Lloré mucho, creí que su bebé sería lo más cerca que estaría de mi sueño, y al mes siguiente, fui
yo el sorprendido…—¿Qué? —me preguntó Tae, mientras esperábamos el resultado del test
acariciando el reloj con el que contábamos los días para conocer la noticia—. Será esta vez, cariño. Estás muy quisquilloso con los olores.—¿Y qué sabrás tú de eso? Sacó cinco libros.
—Uno por mes; y ahora dime, ¡¿me vas a hacer padre?! Temeroso, miré aquel Predictor que marcó un antes y un después en mi vida.
Con cada mes que pasaba, me sentía más especial. Mi vientre crecía y crecía como había soñado tantas veces. De un hijo de él… de Vante. De Tae. Mi bestia. Llenando un vacío que dolía. Mi sueño hecho realidad.
—¿Para cuándo el próximo? —me susurra Tae al oído, sin quitarle ojo a la peque de la casa, que intenta probarse la corona sin éxito. Daehyun se arrima distraída, buscando cobijo entre nosotros.
—Hace seis años me preguntaste si estaba preparado para toda una vida a tu lado y te pedí que me lo enseñaras…Tae asiente cariñoso. Compartiendo miradas con la niña y conmigo.
—Me hiciste promesas que has ido cumpliendo. Te amo, Tae. Gracias por este maravilloso sueño que has construido para mí. Para nosotros. Me roza con el pulgar el labio superior.
—Cariño, así será siempre. ¿Sabes por qué? —Acaricio la mano de Daehyun y, mimoso, le digo que no a Tae—. Porque fui, soy y seré esclavo de tu piel. Suspirando, lo corrijo:
—Somos, Tae. Atados de por vida y..... esclavos de la piel. Del amor. Su boca busca la mía, sin tregua. Sellando esta intensa historia de amor que un día él empezó a contar y que hoy termino yo, con nuestro más violento y enamorado beso.
—T-Tae. —Intento apartarme por la nena—. Tae… Pero él me acerca contra su cuerpo y susurra sonriendo esa frase tan nuestra:
—No me prives de tu piel. Yo suspiro emocionado.
—Nunca, cariño… —Lo miro a los ojos, rindiéndome a su boca—. Jamás.
Esté es el Fin, espero que os haya gustado, por que al menos yo lloré con el final..... quiero algo así ....pero solo existen en mi mente estas cosas....😭😭😭☪️
ESTÁS LEYENDO
DEPRIVED (VHope)
FanfictionLos cuerpos están conectados desde el minuto uno. La necesidad indescifrable que poseemos nos consume. Pero el error del pasado nos separa. Las cicatrices en nuestros corazones no han sanado sin importar que las de la piel ya no sean más que solo u...