Capitulo12: No le basta

242 51 0
                                    

No soporto que conozca los secretos de mi piel y que me toque como nadie lo ha hecho desde que esas marcas están ahí. Me duele, estoy rompiéndome, pero no debo mostrar debilidad. No ha mencionado la de la espalda, ¿por qué? ¿Y qué más da? Sólo necesito que se vaya y me deje solo, recomponer durante unos días mis pedazos rotos.

—Hoseok… —repite suavemente.

—¡Que te vayas!

—¡Hoseok! —Me zarandea y yo doy puñetazos a la almohada.

—¡Si no te vas, llamaré a la policía!

—¡Haz lo que quieras!Pero no se mueve, sus manos siguen intentando obligarme a que lo mire, y yo termino aplacando mi ira, calmándome. Aprieto los párpados, pero las lágrimas ya no salen. No puedo seguir así. Quiero volver a ser normal. A llorar, a reír y a vivir como antes, y no soy capaz.

—Estoy aquí —lo oigo decir—. Mírame, por favor. Me doy por vencido frente a sus súplicas y por lo destrozado que me siento. Necesito que me dé un abrazo y me diga que me sigue deseando a pesar de estar marcado… Lo que no sabe es que son marcas de otros hombres. Y me acuerdo de Vante, casi puedo olerlo como antaño. Sentirlo cálido…

—Háblame, Hoseok. ¿Qué pasa? Frunzo la nariz. Sin atreverme a mirarlo, me cubro el cuerpo con la sábana, me incorporo y me lanzo a sus brazos. Tae me estrecha con fuerza y ansiedad, como si lo estuviera deseando. Está ardiendo. Hundo las manos en su pelo con impotencia y me dejo llevar por primera vez en mucho tiempo.
Permito que mi vulnerabilidad salga a flote, con la coraza a un lado, casi…casi olvidada.

—Tienes que irte —susurro—. Yo… yo necesito unos días para pensar.

—¡¿Qué tienes?!

—Por favor, Tae —imploro contra su cuello y otros sentimientos me destrozan. Recuerdo cuando hacía esto mismo con Vante, incluso me parece sentir su misma piel, reconocer su aroma. Estoy mal…—. Te llamo cuando esté preparado, por favor. Quiero esa noche que te prometí, pero no es fácil...Necesito días, necesito pasar por un proceso y avanzar.

—Quiero saber —dice y me aferra con más intensidad, casi me hace daño.

—No puedo… Lo siento. Se aparta de mí sin soltarme y yo cierro los ojos. No puedo verlo. Entonces Tae hace algo que no espero y que me obliga a soltar un tenue
gemido. Me besa los ojos, la frente, la nariz y la boca. Desesperado y ansioso, pero a la vez cómplice. Luego me libera y noto que se levanta de la cama. Un poco más lejos, murmura:

—A este Hoseok sí lo reconozco, y es al que quiero ver cuando estés preparado.¿Qué está tratando de decir? Me da igual, me da igual… ¡Él en su línea! Me dejo caer en la cama, abatido, y sin ocultar las marcas en caso de que él entre de nuevo. No supero
esta etapa, y como hace mucho que no me sucedía, me duele el pecho; un dolor agudo me atenaza al pensar en lo que puedo perder si no me recupero y despierto nuevamente mi deseo con Kim Taehyung. El hombre que ha venido para romper mis barreras y al que necesito, sin saber por qué…

El lunes veintinueve de septiembre, al llegar a la inmobiliaria, siento que no
puedo más. Me voy a volver loco. Me lo encuentro en cualquier parte y lo esquivo, tras saludarlo como si fuera un desconocido con el que casi apenas he cruzado una palabra. Él me da el espacio que le he demandado y espera que le pida volver a verlo. No lo he hecho, pero me abruma con su presencia, su insistencia y su paciencia aguardando una noche de sexo. ¿Y si está obsesionado conmigo? Ni siquiera me importa… Estoy hecho polvo. Porque lo extraño, tontamente lo extraño, y cada noche me debato sobre si cruzar el breve espacio que nos separa, aquí y en casa…

—Hoseok. —Miro al frente, tras el escritorio, y veo a Mark. Me quito las gafas—. Voy a tomar un café; ¿vienes? —dice él. Niego con la cabeza—. Jack y Tae no van a venir.

DEPRIVED   (VHope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora