9.

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Severus se acarició el ceño al sufrir punzadas dolorosas en su cabeza, él, se sentía confundido, extraño. Reconocía en donde se encontraba, pero su mente parecía estar revuelta de una forma que le hacia sentir desubicado.—¿Mamá?—Murmuró en voz baja, estaba sentado en uno de los sofá que estaban en living de la mansión, había desayunado en la habitación de sus.. ¿Padres?—¿Mamá?—Llamó de nuevo.

Elena apareció.—¿Si, cariño?—La sangre pura se sentía aun nerviosa, Desmond había tenido que salir muy temprano a realizar los tramites de la documentación mágica de Severus como hijo legítimo de ambos.—¿Te sigue doliendo la cabeza?—Preguntó algo preocupada, la sorpresa de escuchar al pequeño llamándole de esa forma le había agarrando de sorpresa, al parecer el hechizo no solo realizaba una adopción de sangre, si no que implantaba inmediatamente los roles en la mente del niño.—¿quieres que te de algo para eso, amor?

Severus observó a Elena, la miró por unas segundos como si quisiera confirmar su identidad. Ella.. era su mamá ¿No es así? ¿Por qué se sentía así? No le gustaba.—Si..—Respondió.

Elena beso su frente y desapareció en busca de una poción para el niño, solo esperaba que esta le ayudara aclarar sus pensamientos confusos. No había pegado el ojo en toda la noche, se había asegurado de revisar a Severus una y otra vez.—Aquí tienes.—Elena apareció con la poción ya en las manos.—Bébela toda, vamos..—La mujer llevo la boca de la botella a los labios del niño y le hizo tragar una buena cantidad.—¿Mejor?—Preguntó atrayéndole y acariciando su espalda.

Severus asintió, su cabeza dejo de doler en tan solo segundos pero.. esa sensación extraña aún seguía ahí. Él sentía que algo faltaba.

La chimenea ardió con fuerza anunciando la llegada de una visita, una rubia de cabellera larga salió de forma pulcra de esta.—Buenos días..—Anabelle se sorprendió, si bien desde la partida de Eileen al casarse con el muggle, no había vuelto a pisar la mansión de los Prince, jamás espero encontrar aun niño ahí ¿Quién era? ¿Era hijo de la señora Prince?—Señora Elena..

—¿Mamá?—Severus alzó la vista observando a la Prince sangre pura.

Elena le observó, se sintió algo nerviosa pero logró no aparentarlo, no esperaba visitas ese día.—¿Qué sucede, cariño? ¿Regresó el dolor?

Severus negó.

Anabelle quedó muda. ¿La señora Elena tenía un hijo? ¿Eileen tenía un hermano? ¡¿Por qué su amiga no le había dicho anda?!

—¿P-puedo.. ir a la habitación a dormir?—Preguntó, su cabeza no dolía pero se sentía confuso y esa chica de ahí no la conocía. Quería pensar y así descubrir por que sentía así.

Elena asintió.—Te acompañó hasta las escaleras ¿Si?—Murmuró, tal vez debería llamar a un medimago. Solo esperaba que la adopción de sangre no actuara de forma negativa hacia Severus.—Sube con cuidado, recuéstate en la cama y no te bajes, le diré al elfo que te prepare una limonada ¿Vale?

Severus asintió mientras subía.

Elena regresó una vez y el pequeño desapareció al entrar la pasillo del segundo piso.—Anabelle, cariño, toma asiento. Que descortés he sido contigo ¿Cómo has estado, cariño?

Anabelle tomó asiento frente a la señora Prince, no podía creer que..—He bien, bien.. Venía a darle una sorpresa sobre la llegada de Eileen pero, la sorprendida termine siendo yo, no sabia que usted y su esposo habían tenido otro hijo.

Elena se removió sobre su asiento, Desmond y ella habían preparado una historia para eso.—En realidad, son pocas las personas que lo saben, Eileen también se llevo una gran sorpresa cuando regresó y vio a su hermano pero, lo hemos mantenido en secreto, no queremos que Severus se contamine con la presencia de mestizos y nacidos muggles, no queremos que siga el mismo camino que Eileen siguió.

El futuro en el pasado I - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora